-Se supone que eres el alfa más fuerte de todos por eso te elegí y por otras cosas más- decía Priscila con un puchero mientras movía su dedo de forma circular sobre el pectoral de Layan que se encontraba acostado debajo de ella. El alfa tenía un brazo sobre sus ojos y respiraba de forma suave.-¿Quién crees que tiene la culpa de que esté así?- protestó el lobo con voz tajante y agotada. Después de días al fin su estómago no lo estaba matando del dolor.Priscila alzó la cabeza y se enderezó es un poco encima de él. Sus piernas estaban a horcajadas sobre su cadera.-Solo fue un bocado, no era para que hubieras terminado así. Mi comida y la de tu hermana no debía estar tan mala como para que esto hubiera pasado- protestó ella.-Ese bocado me mandó dos días para la cama- Layan la miró por debajo de su brazo.La loba apretó los labios con frustración y se dejó caer nuevamente encima de él escondiendo su rostro contra su pecho y soltando un largo suspiro. Layan sonrió levemente y volvió a e
Este libro es el segundo tomo de la trilogía Almas de Lobo, si deseas entender lo que ocurre en este es necesario leer el primero, Cautiva del Alfa que se encuentra también en la Plataforma.***El aire era helado. Las paredes irregulares de cristales congelados distorsionaban las sombras provocadas por las pocas gotas de agua que usaban huir desde el techo. El delgado suelo transparente que amenazaba con romperse. Un lugar tan inhóspito, extraño y solitario donde nadie le gustaría estar.Unos lentos pasos rompían el agotador silencio. La figura avanzaba por los diversos caminos que formaban un laberinto como si aquello fue su rutina diaria. Las luces proyectadas levemente se reflejaban en las largas mechas de cabello plateado alrededor de la i
Hades sonreía acostado en la cama con su cachorra alzándola sobre él con los brazos. La pequeña niña sonreía con el movimiento y movía sus manitas intentando agarrar el rostro de su padre. El alfa besó uno de sus dedos entreteniéndola mientras su esposa tomaba un baño para que pudiera descansar. Llevaba todo el día cuidando de la cachorra que no quería apartarse de su lado, pero ella tenía responsabilidades con la manada que insistía en cumplir, además de estar al pendiente de sus otros hijos.Temía que ella pudiera colapsar en cualquier momento por lo que en las noches el asumía el rol de papá a tiempo completo ya que por el día y con las nuevas reorganizaciones tenía muy poco tiempo para atender a su familia completa. Algo que a veces lo tení
Noa caminaba por los pasillos de la mansión con su hermana entre sus brazos. La pequeña reían jugando con los cabellos del lobo mayor jalándolos con cuidado. Su hermano había logrado escaparse con la princesa después de robársela a Alan y Nicolás que insistían en pasar el tiempo con ella, pues ese día sus padres estaban sumamente ocupados.-Hoy hermanita, vamos a aprender cosas nuevas- el lobo le sonrió pellizcándole la mejilla rosada.-¿Qué vamos a aprender? –la niña sonreía mientras entraban en la inmensa biblioteca general de la manada.-Siran me dijo que te enseñara sobre las grandes manadas- dejó a Priscila sentada en el medio de la alfombra y s
Nebraska llevaba de la mano a su hija mientras a su lado Rodrigo y Nicolás la acompañaban. Hades iba delante conversando algo con Noa y Alan y parecía divertido pues estos dos se carcajeaban constantemente. El lobo les sacudió la cabeza como si fueran cachorros muy jóvenes y eso parecía avergonzarlos. La omega sonrió levemente. Eso era lo que se había imaginado para una familia. Un padre para sus hijos y una felicidad plena como esposa.Hades había tenido trabajo constantemente por lo que a veces solo podrían reunirse para almorzar y cenar y después de ponerse al día con lo que hacía cada uno de ellos y preguntar si necesitaban algo, volvía a sus tareas. En la noche caía casi muerto en la cama y había momentos que dejaba que ella lo bañara y le diera un masaje. No le mol
El corazón de Nebraska se detuvo un momento, el lugar, donde antes estaba su hija completamente solo. La omega se levantó alarmada buscando por los alrededores pero solo quedaba el bulto de ropa en el suelo y nada más. Una de las razones que le preocupaba de su hija es que su peculiar olor no era fácilmente detectable, no dejaba rastro, por lo que no podía saber a dónde se había ido.Nebraska entro en pánico. No podía ser. Había pequeñas marcas lobunas en el césped. Se agachó y las repasó con la punta de sus dedos abriendo los ojos con sorpresa.Priscila se había convertido en lobo.Eso no era una buena noticia. Ella no estaba en tiempo todavía. Su cuerpo no tenía la f
Había muy pocas cosas que incomodaban a Layan, uno de los alfas más fuertes de su generación, por no decir de la actualidad y líder del Consejo que lideraba las manadas. Pero si, había pequeñas cosas que hacían que estuviera incómodo y una de ellas tenía nombre. Priscila.La pequeña niña no apartaba sus grandes y brillantes ojos plateados de él, por encima del hombro de su padre. Se veía realmente pequeña en comparación con Hades, pero definitivamente más grande que alguien que tuviera los 7 años lobunos. Frunció el ceño. Esperaba recibir una explicación clara y precisa.-Ella no muerde- escuchó la voz de Hades que acompañó la mirada de su hija- Es realmente gracioso que le teng
-Ma, a ti te gusta Lailai- Priscila le soltó de buenas a primeras, un día, a Nebraska mientras esta le peinaba su cabellera que le llegaba a mitad de la espalda.La loba pestañeó ante la pregunta y dejando el cepillo a un lado abrazó a su hija por detrás y la atrajo hacia su pecho. La niña alzó la cabeza para encontrarse con la mirada de su madre.-Sí, lo quiero- alzó los bordes de sus labios -¿Por qué me haces esa pregunta? – besó la coronilla de su cabeza.-¿Lo quieres igual que a pa?- sus ojos estaban abiertos con inocencia. Ella quería a su lobo, no lo negaría ante nadie, pero si a su madre le gustaba ella solo se quitaría del medio, quería demasiado a