En un tiempo muy corto, Fira les había confesado a dos humanos su origen arcano. Cierto era que Aston nunca supo cómo se movía la jerarquía casi monárquica de la sociedad vampírica, tampoco se lo preguntó; pero en cualquier momento, Aden Kraft lo haría, porque sospechaba que estaba un poco más versado en el asunto de lo que quería admitir.
Se adelantó a la pregunta y le contó de forma muy somera cómo era el asunto, siendo hija legitima de un arcano y una humana, fue adoptada formalmente por la esposa de su padre, la cual la alimentó desde el vientre materno con su sangre.
Para hacer el vínculo arcano aún más profundo, su conversión fue realizada por otro arcano, Lucian, que era familiar directo de los Vólkov.
No le dijo su nombre ni explicó el parentesco con él, no era necesario. Simplemente le contó la verdad:
Cuatro días después de su llegada, Aden se preguntaba qué estaban haciendo allí; no se quejaba de la situación, la Mansión Volk era un baluarte de historia, cada habitación era como hacer un recorrido a épocas sobre las que solo había leído en la base de datos histórica del mundo que cada ciudad poseía. Quizás lo más sorprendente de todo fueron las bibliotecas, desde el segundo día de su llegada, Fira le había dicho que buscaba cierta información, y la palabra que debía tomar en cuenta era miscegenation, siempre y cuando comenzara con la eme mayúscula; pero él solo había visto libros expuestos detrás de vitrinas de grafeno para protegerlos, el único que había tocado alguna vez fue el libro que Fira había dejado caer en el tren; allí estaba rodeado de miles de tomos de distintos tamaños, f
Esto es ridículo ―soltó Fira con una frustración tan evidente que incluso Lana levantó la vista del libro que estaba leyendo.―¿Qué sucede, sestrenka? ―preguntó su hermana con preocupación.Fira miró alternativamente a Aden y a Lana, que se lanzaban miradas furtivas llenas de secreta intimidad. Si ambos creían que podían ocultar lo que estaba sucediendo entre ellos, era definitivo que el amor idiotizaba a la gente. Lana solo estuvo fuera un día, de los dos que iba a ir a Shtay-in; y durante esas veinticuatro horas, Aden pareció un espectro perdido que no sabía en qué esquina echarse a morir.―¿Dónde está Vladimir? ―preguntó Fira con tono firme, Lana se encogió de hombros.―Trabajando, supongo ―respondió.Fira dejó caer el libro sobre la mesa tan fuerte que las tazas de porcelana que habían
Aden se calzó la chaqueta con una mezcla creciente de incomodidad y estupor; nunca en toda su vida había usado una ropa tan elegante, los tejidos eran suaves, como si estuviese siendo acariciado por nubes. Las líneas de su traje de color gris oscuro le conferían un distintivo refinamiento al que no estaba acostumbrado, la camisa de seda le había sentado como un guante, y no es que no hubiese utilizado ropa a la medida, su uniforme de agente estaba específicamente diseñado para él, la piel de diamante era un tejido que ajustaba a cada línea muscular de su cuerpo y más, pero no era ni de cerca tan hermoso y refinado como lo que llevaba esa noche.Horas antes Vlad había insistido en que lo acompañara, en sus habitaciones dos sillas se habían dispuesto para recibirlos y a cada lado un barbero esperaba por indicaciones; ambos fueron mimados como dos niños pequeños; su piel fue
―Debes venir de inmediato ―susurró Lana apremiante. Aden levantó la vista de su libro para ver a la vampira, su voz denotaba nerviosismo, aunque su semblante se mantuviese impasible. Ella no lo observaba a él sino a Vlad, que se encontraba recostado en una plácida posición en un sofá de color azul oscuro que resaltaba su platinado cabello.―¿Qué sucede?Se puso de pie de inmediato y en estado de alerta, Aden no pudo dejar de sorprenderse por el cambio súbito del vampiro que segundos antes parecía amodorrado y al borde de un sueño profundo.―Es Fira.Esas dos palabras fueron suficientes para encender las alarmas. Incluso Aden se puso de pie y los siguió a toda velocidad. Lana corría rápidamente delante de ellos sin perder la gracia, pudo seguirles el paso con relativa facilidad, aunque era posible que fuese debido a la preocupación que le infundí
Fira estuvo de pie en el vestíbulo de la casa en media hora. Se había colocado su uniforme y que le sentó como una segunda piel que extrañaba a rabiar. Ella nunca se mintió a sí misma con respecto a lo que significaba el uniforme, no solo era una armadura para el combate, era un escudo para protegerse de quien era realmente. Por más que usara una contracción de su nombre y la abreviación de su apellido, dos sencillas palabras que la definían mejor, no podía negar al mundo de donde venía, sobre todo cuando su aspecto físico delataba su procedencia en cualquier lugar al que llegara.Por eso había desarrollado las gotas que cambiaban el color de sus ojos.Por eso se había ido de Ajat y marchado a un arca nueva donde podía comenzar desde abajo, sin importar lo que otros dijeran sobre los deberes de una vampira arcana.Ella no era arcana.Ella no era
Aden observaba atento a ambas mujeres por la ventanilla del jet. La cara de Fira lo puso en alerta, su expresión pasó de ser impasible a asustada, luego furiosa y finalmente impasible de nuevo.Siguieron conversando unos minutos más, pero él no les prestó atención, se tomó la cabeza con ambas manos y procuró analizar el inesperado giro de los acontecimientos de los dos últimos días. Fira había averiguado algo, algo grande, terrible y que significaba un cambio en el orden natural de la sociedad, eso podía sentirlo con cada fibra de su ser.Fira se giró instintivamente hacia el jet y descubrió a Aden en su posición contemplativa; frunció el ceño y se enfocó en Corrine que la miraba con ansiedad.No confíes en nadie.Introdujo la mano dentro del bolsillo de su abrigo y apretó con fuer
Por el rabillo del ojo, Aden había percibido el momento en que la agente Salomón se había marchado, así que asumió que Fira subiría las escaleras del jet en cualquier momento. Cuando pasaron más de diez minutos escudriñó por la ventana y no la vio, le preguntó al capitán si había visto a la agente Volk, este respondió que no y que se estaban retrasando en el itinerario de vuelo.Aden se levantó de inmediato y salió de la cabina de pasajeros, ya comenzaba a menguar la luz del sol y había varias zonas del puerto que hacían sombras discretas que otorgaban cierta intimidad. Miró en ambas direcciones sin ver un rastro de Fira, saltó los escalones de dos en dos hasta tocar suelo y caminó un par de pasos hacia el elevador, pensando que tal vez, Fira había sido llamada por su Comandante.El inconfundible clic de activación de
El viaje en el jet fue silencioso. El capitán Archer informó que debido a perturbaciones climáticas no podrían alcanzar el polo a la hora estipulada después de haber calculado el viaje tras los retrasos presentados.Fira le preguntó a Archer si quería relevo para pilotar la nave, Aden estaba tan sobrepasado por toda la situación que ni siquiera se sorprendió de saber que ella tenía conocimientos y autorización para volar una nave como aquella; el capitán declinó la oferta, pero sí estuvo con ellos durante la única comida que ingirieron, que consistió en cosas reconstituidas con agua y dos cilindros de sanguis para cada uno de ellos.―Llegaremos a las quinientas horas ―informó Archer a la cabina de pasajeros―, eso les deja unas cinco horas para dormir.Y eso hicieron, o por lo menos Fira lo hizo; echó hacia atrás el espaldar de la b