―Debes venir de inmediato ―susurró Lana apremiante. Aden levantó la vista de su libro para ver a la vampira, su voz denotaba nerviosismo, aunque su semblante se mantuviese impasible. Ella no lo observaba a él sino a Vlad, que se encontraba recostado en una plácida posición en un sofá de color azul oscuro que resaltaba su platinado cabello.
―¿Qué sucede?
Se puso de pie de inmediato y en estado de alerta, Aden no pudo dejar de sorprenderse por el cambio súbito del vampiro que segundos antes parecía amodorrado y al borde de un sueño profundo.
―Es Fira.
Esas dos palabras fueron suficientes para encender las alarmas. Incluso Aden se puso de pie y los siguió a toda velocidad. Lana corría rápidamente delante de ellos sin perder la gracia, pudo seguirles el paso con relativa facilidad, aunque era posible que fuese debido a la preocupación que le infundí
Fira estuvo de pie en el vestíbulo de la casa en media hora. Se había colocado su uniforme y que le sentó como una segunda piel que extrañaba a rabiar. Ella nunca se mintió a sí misma con respecto a lo que significaba el uniforme, no solo era una armadura para el combate, era un escudo para protegerse de quien era realmente. Por más que usara una contracción de su nombre y la abreviación de su apellido, dos sencillas palabras que la definían mejor, no podía negar al mundo de donde venía, sobre todo cuando su aspecto físico delataba su procedencia en cualquier lugar al que llegara.Por eso había desarrollado las gotas que cambiaban el color de sus ojos.Por eso se había ido de Ajat y marchado a un arca nueva donde podía comenzar desde abajo, sin importar lo que otros dijeran sobre los deberes de una vampira arcana.Ella no era arcana.Ella no era
Aden observaba atento a ambas mujeres por la ventanilla del jet. La cara de Fira lo puso en alerta, su expresión pasó de ser impasible a asustada, luego furiosa y finalmente impasible de nuevo.Siguieron conversando unos minutos más, pero él no les prestó atención, se tomó la cabeza con ambas manos y procuró analizar el inesperado giro de los acontecimientos de los dos últimos días. Fira había averiguado algo, algo grande, terrible y que significaba un cambio en el orden natural de la sociedad, eso podía sentirlo con cada fibra de su ser.Fira se giró instintivamente hacia el jet y descubrió a Aden en su posición contemplativa; frunció el ceño y se enfocó en Corrine que la miraba con ansiedad.No confíes en nadie.Introdujo la mano dentro del bolsillo de su abrigo y apretó con fuer
Por el rabillo del ojo, Aden había percibido el momento en que la agente Salomón se había marchado, así que asumió que Fira subiría las escaleras del jet en cualquier momento. Cuando pasaron más de diez minutos escudriñó por la ventana y no la vio, le preguntó al capitán si había visto a la agente Volk, este respondió que no y que se estaban retrasando en el itinerario de vuelo.Aden se levantó de inmediato y salió de la cabina de pasajeros, ya comenzaba a menguar la luz del sol y había varias zonas del puerto que hacían sombras discretas que otorgaban cierta intimidad. Miró en ambas direcciones sin ver un rastro de Fira, saltó los escalones de dos en dos hasta tocar suelo y caminó un par de pasos hacia el elevador, pensando que tal vez, Fira había sido llamada por su Comandante.El inconfundible clic de activación de
El viaje en el jet fue silencioso. El capitán Archer informó que debido a perturbaciones climáticas no podrían alcanzar el polo a la hora estipulada después de haber calculado el viaje tras los retrasos presentados.Fira le preguntó a Archer si quería relevo para pilotar la nave, Aden estaba tan sobrepasado por toda la situación que ni siquiera se sorprendió de saber que ella tenía conocimientos y autorización para volar una nave como aquella; el capitán declinó la oferta, pero sí estuvo con ellos durante la única comida que ingirieron, que consistió en cosas reconstituidas con agua y dos cilindros de sanguis para cada uno de ellos.―Llegaremos a las quinientas horas ―informó Archer a la cabina de pasajeros―, eso les deja unas cinco horas para dormir.Y eso hicieron, o por lo menos Fira lo hizo; echó hacia atrás el espaldar de la b
Fira se echó en su litera y le dio la espalda a Aden, que se quedó de pie, esperando alguna reacción que no fuese el mutismo.―¿Pensé que le ibas a preguntar sobre los indeterminados? ―se aventuró a decirle. Ella gruñó, un sonido a mitad de camino entre frustración y fastidio.Se dio vuelta en la cama y lo miró.―Está mintiendo ―le dijo.―¿En qué parte? ―preguntó él.―No sé cuál parte, y no importa, todo lo que sé es que está mintiendo ―aseguró ella.―¿Es verdad eso de que no ha habido nacimientos vampíricos recientemente? ―Aden se recostó de la pared, observándola con atención.―Sí, lo es ―respondió Fira―, pero no lo consideraría algo malo. El último nacimiento registrado fue el de Diara Ksongan, eso por el lado arcano, no conozco los
Enam Ksongan esperaba a los dos agentes sentado detrás de su escritorio, sopesando las opciones que tenía para solucionar el problema que se presentaba. Arkady había solicitado una comunicación urgente con él, una petición que no se podía negar porque Ksongan era uno de los contactos especiales del doctor, junto a dos Comandantes de otras bases y su esposa Lady Svetlana.Escuchó con atención cada palabra que su amigo le había trasmitido, Fira y Aden sabían lo que era la Miscegenación y en definitiva la agente Volk sabía sobre los damphires.A Ksongan y a Vólkov les había llevado casi cuatrocientos años convencer a la mitad de la sociedad vampírica sobre la Miscegenación, si una docena de familias de raza pura se prestaban a tener descendencia mestiza y les daban cierto estatus dentro de la sociedad, ellos podrían representar la preservaci
Dimitri se sentía exultante, su excitación se contagiaba a los otros miembros de la casa; Talaat compartía su estado de ánimo, aunque no fuese por la misma causa. Debido a la oportuna intervención de Di Tella sus planes de concepción estaban a punto de convertirse en una dulce realidad. Habían tenido tan buena fortuna que no fue necesario raptar a más nadie, con una de las agentes, al cabo de un mes, habían conseguido estimular exitosamente su hipófisis logrando un par de óvulos viables.Talaat casi había saltado sobre él cuando lo vio, ni siquiera le importó descubrir que su medio hermano poseía su propio sirviente vampiro convertido a sus espaldas; depositó un manojo de llaves en la palma de Dimitri y le informó que la casa Lazarach, una pieza arquitectónica del más puro estilo gótico, con altas torres, largos ventanales, paredes de pie
Fira abrió los ojos despacio, se sintió por completo desorientada cuando encontró sobre ella el dosel de una enorme cama. Al principio le achacó las sensaciones de su cuerpo a la resaca de la droga, algún potente coctel que la había dejado fuera de combate; luego cayó en cuenta que no estaba en su cama, ni en su casa y la sensación esponjosa de su cuerpo era el vestido que llevaba puesto.Con solo verse se sintió transportada en el tiempo a la época de su juventud. Su cuerpo estaba cubierto con un vestido de terciopelo borgoña de estilo gótico tardío, de amplio escote que mostraba sus hombros y el nacimiento de sus pechos, se ajustaba a su silueta con dos lazadas, una a cada costado; las mangas eran ceñidas a sus brazos, terminando en picos sobre el dorso de su mano pero sin cubrir sus dedos; la cintura se estrechaba para luego abrirse en una falda ancha y de cola amplia. Debajo