LOS ESPÍRITUS SE ALZAN.

Estefanía.

Los días y las horas transcurrían como si nada, pero la angustia en mi alma seguía intacta, me atrevería a decir que incluso peor. Una vez que me reuní con el conde, me concentré en lograr la invisibilidad, que era lo que realmente quería. ¿Cómo había llegado hasta este punto? ¿Cómo se había convertido mi existencia en una maldita odisea? De pronto, tuve la imperiosa necesidad de abandonar aquella sofocante hacienda, donde la servidumbre siempre estaba en completa sumisión. También anhelaba eludir a aquel conde, no pude impedirme rememorar cómo había sido nuestro encuentro, su asombrosa hermosura era inversamente proporcional a su glacialidad y arrogancia. El recuerdo de la frialdad de Arturo hizo que la calidez de Adrián llegara a mí, dos polos opuestos; cerré los ojos y evoqué la mirada de Adrián, anhelando aquella alma que me embalsamaba con su amor. El recuerdo acabó por destruirme y la tristeza se hizo presente.

Me dirigí hacia la ventana, con el pecho comprimido,
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo