CAPÍTULO 50

Ares estacionó la camioneta frente al hospital privado, y con cuidado ayudó a Amelia a bajar. Ella se aferraba a su brazo, débil y temblorosa.

—Voy a alzarte de nuevo… —ella negó varias veces.

—No… deja que camine un poco… me siento entumecida.

—Está bien, pero hazlo con cuidado, estás muy débil…

—Ares… —ella se detuvo—. Gracias… yo…

—General… —ambos se volvieron, y Amelia frunció el ceño significativamente—. El médico los espera señor… el teniente también…

Ares lo hizo callar alzando su palma y miró a Amelia.

—Vamos…

—¿General? —ella preguntó, y él se apresuró a que entraran.

Además, por toda la situación, ella no había reparado en nada, pero este no era el hospital principal del condado, de hecho, nunca en su vida la había visto.

Dentro todos parecían uniformados de militares, y algunos médicos en bata blanca.

A Ares se dirigían con mucho respeto, y luego ella fue pasada a una habitación.

Amelia fue sometida a una serie de evaluaciones médicas mientras Ares esperaba ansiosamente. De
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP