C91- PLANES EN LAS TINIEBLAS.En el refugio subterráneo del castillo de la manada Crepúsculo, la atmósfera estaba cargada de tensión. Las paredes de piedra fría absorbían las palabras que resonaban en el espacio reducido. Serena, afilaba una daga mientras escuchaba a Nico.—¿Y estás seguro de que los cachorros están bajo la protección de Gideon? —preguntó, su voz suave contrastando con la dureza de sus intenciones.Nico asintió, recordando lo que había visto.—Si. Mi guerrero los vio con sus propios ojos. Dijo que… Liona rara vez los deja, pero últimamente Darius está distraído. Está armando algo, lo se. Ese maldito va a atacarnos…Serena sonrió.—Perfecto. ¿Sabés qué es lo más hermoso de un lobo? Que puede romperse desde adentro. No hace falta matarlo. Solo hay que arrebatarle su manada… y sus crías.Nico frunció el ceño y se acercó, sintiendo una mezcla de admiración y atracción hacia su maldad.—¿Estás segura de que el demonio cumplirá su parte? Si sacrificas a los cachorros y no r
C92- LOBEZNO MUTANTE.DARIUS.La noche fue larga y llena de pasión. Hice el amor con Liona varias veces, dejando su cuerpo exhausto y satisfecho. Hay algo en ella que me hace sentir invencible, como si el mundo fuera nuestro y no hubiera nada que pudiera interponerse. Así que me levanté mientras ella dormía profundamente, envuelta en las sábanas. Y aproveché para venir a la biblioteca para estudiar las posibles entradas a nuestra manada. Siempre llevo un mapa conmigo; es mi herramienta más valiosa, el único objeto en el que confío plenamente. Desplegado sobre la mesa, sus líneas y marcas son familiares, casi como una extensión de mí mismo.—Si entramos por el sur, tenemos el río... pero eso nos hace lentos —murmuro para mí mismo—. El norte es más directo, pero Serena lo espera.La habitación está en silencio, salvo por el sonido del viento de afuera. El aire huele a tierra y hierba fresca, un recordatorio de que la naturaleza sigue su curso, indiferente a nuestras luchas.De repente,
C93- VOY POR USTEDES.DARIUS.El espía llegó al amanecer, después de que aceptara que Gideon me prestara algunos hombres y se uniera a mi lucha, envié a su mejor hombre. Uno indetectable. Uno que pasaría desapercibido en mi manada. Porque sí, aún era mía. Nico no era nadie y se lo dejaría saber.El hombre se detuvo frente a mí, jadeante y lleno de barro.—Mi señor… —luchó por respirar—, tengo buena información.Asentí y le dejé beber más agua; el pobre hombre había arriesgado el pellejo. Era lo mínimo que se merecía. Pero la ansiedad hacía estragos en mi interior. Y cuando el hombre estuvo más calmado y satisfecho, hice la pregunta:—¿Qué tienes?—Serena y Nico se están reuniendo en el paso del norte. Al parecer están bloqueando todas las entradas de la manada. Si no actúan ahora, será demasiado tarde, alfa.Apreté los puños y mis nudillos crujieron.—Malditos bastardos —sisé.Los muy desgraciados se estaban cerrando. Saben que iré por ellos o que seguro ya sé de su traición. Pero de
C94- NUNCA TE QUISO.Ya había anochecido.La habitación estaba en silencio. Afuera, el viento helado golpeaba los cristales. Y Susan estaba sentada junto a la cuna, observando a los cachorros de Liona dormir profundamente, arropados y ajenos al mundo que temblaba a su alrededor.Sonrió suavemente, con ternura, pero algo dentro de ella no la dejaba en paz.Un peso en el pecho.Su corazón latía con fuerza, como si supiera que algo estaba a punto de suceder. Se llevó una mano al vientre y lo acarició con cuidado.—Papá va a volver —susurró—. Él va a volver por nosotros... Te lo prometo.Se dio la vuelta para tomar una manta y entonces... se congeló.Una figura oscura estaba de pie en la entrada. La puerta se cerró lentamente detrás de ella. Susan palideció; la sangre se le fue del rostro cuando vio quién era.—Tú… tú… ¿Cómo entraste aquí?Serena sonrió despacio. Y cada paso que daba hacia ella era como un veneno extendiéndose por la habitación. Sus botas resonaban en el suelo de madera,
C1-UN AMOR OCULTO.POV LIONA.—¿Por qué el Alfa tiene que comer comida cocinada? ¿No es más simple y nutritivo solo comer carne cruda? ¡Somos lobos! —me quejé mientras cortaba un poco de zanahoria. La hoja del cuchillo golpeaba con rapidez la madera, pero mi frustración no disminuía.Soy Liona Lindbergh, y desde que tengo razón soy esclava de la manada “CREPUSCULO”. Fui adoptada por una pareja de ancianos que me dieron un hogar hasta que la muerte los reclamó. Desde entonces, tuve que pagar mi comida y mi techo sirviendo en la cocina del Rey Alfa Darius.No tenía otra opción.Debía servir.—Deberías estar agradecida por tu talento en la cocina, de lo contrario solo tendrías que fregar los pisos como los demás esclavos —dijo Susan al entrar en la cocina.Me giré para dedicarle una sonrisa. Susan siempre decía lo que pensaba, sin importar lo duro que sonara.—Tu hermano es un hombre lobo, no un humano —le dije, sin contener mi sarcasmo.La pelirroja se rió mientras tomaba un trozo de fr
C2-MADRE SUSTITUTA.POV LIONA.«Tres meses»Esa palabra hizo que mis manos temblaran. Volví a cortar las zanahorias, intentando que Susan no notara el efecto de su comentario en mí. Pero era imposible. Mi pulso tembló y el filo del cuchillo resbaló peligrosamente cerca de mis dedos. No me sorprendería que terminara cercenándome uno.―Pero su Luna... ¿acaso ya la Diosa…?—Nop... —Susan hizo un movimiento negativo con su cabeza, restándole importancia—. No, su Luna todavía no ha aparecido. Pero si no tiene descendencia, los otros miembros de la familia y la línea de sucesión querrán derrocarlo. Ya sabes cómo es esto: subes al trono y ya debes pensar en hacer un sucesor. Más bien, mi hermano se ha tardado.Su tono era despreocupado, como si no acabara de hundirme una daga en el corazón. Pero no podía culparla. Ni siquiera ella sabía mi secreto.Susan tomó otro trozo de zanahoria y lo metió en su boca antes de continuar, como si estuviera hablando del clima.—Pero eso no es lo verdaderame
C3- LA ELEGIDA.POV LIONA.Subir las escaleras hacia la habitación del Alfa era un suplicio. Sentía como si cada escalón estuviera hecho de plomo, y mis piernas apenas respondían. Nunca lo había visto de cerca. Mi trabajo era preparar la comida, nada más. Eran las otras sirvientas quienes llevaban las bandejas hasta su habitación. ¿Por qué tenía que ser yo esta vez?Mi corazón latía con tanta fuerza que temía que se escuchara incluso desde el otro lado de la puerta. Cuando llegué frente a ella, mis manos temblaban tanto que la bandeja se tambaleaba peligrosamente. Cerré los ojos y respiré hondo. «Solo deja la comida y te vas, Liona. ¿Qué puede pasar? Quizá esté con una loba y ni siquiera te mire» me repetí, recordando las palabras de mi amiga.Cuando llegué, giré el pomo de la puerta y la abrí, intentando no pensar demasiado. Pero cuando mis ojos se enfocaron en lo que había dentro, todo mi plan se desmoronó.Lo primero que vi fue su espalda.Ancha, masculina, musculosa… llena de cica
C4-TE GUIARÉ, CONFIA EN MÍ.POV DARIUS.Mis ojos se clavaron en los de ella, observando cada reacción, cada pequeño movimiento que delataba su incredulidad. Su respiración era errática, y sus labios temblaban mientras sus ojos se abrían como platos.―¿Elegida? ―preguntó, su voz apenas un susurro cargado de confusión.Una sonrisa lenta y deliberada se dibujó en mi rostro mientras mis manos se movían hacia el borde de su vestido.―De todas las lobas de esta manada, tú eres la única con un gen lo suficientemente fuerte para mí ―respondí mientras comenzaba a desabotonar el tejido que cubría su cuerpo. Mi voz era baja, grave, cargada de una certeza que no admitía discusión. ―Eres la más adecuada.Ella negó con la cabeza, sus manos temblorosas intentaron detener las mías, pero no tenían fuerza suficiente.―No… no puede ser… yo no…Me incliné hacia ella y mis labios rozaron la curva de su cuello. Sentí cómo su cuerpo se tensaba bajo el mío, pero cuando dejé un beso lento y deliberado sobre s