C89-HEREDERO DEL ALFA.Los ojos de la manada aún no podían apartarse de Nico. De sus palabras. De la verdad que acababa de romper el aire como un aullido maldito."Soy su sangre también."Serena se mantuvo inmóvil. Una estatua hermosa y blanca… pero con grietas invisibles que comenzaban a desmoronarse por dentro.«Hijo de perra… hijo de perra bastardo...»Su mente rugía, se revolvía, maldecía con cada fibra de su alma.«¿Cómo se atrevía? ¿Cómo?»Ella lo había calculado todo.Había llorado frente a los lobos más antiguos.Había velado cadáveres, tocado frentes frías con ternura fingida.Se había arrodillado ante los ancianos, se había sacrificado...Y ahora llegaba él.«¿Quién te dio derecho? ¿Quién te dijo que podías desafiarme?»Pero en el exterior…Sus labios temblaban levemente. Sus ojos estaban húmedos y su expresión era puro desconcierto.—¿Hijo del viejo Alfa...? —murmuró, como si acabara de recibir una daga en el pecho—. Yo… no sabía...Nico la miró desde el círculo con una lige
C90- SANGRE CORONADA, CORAZONES ENVENENADOS.La Luna aún colgaba sobre ellos, alta, pálida, como si fuera testigo de una profecía impura. El círculo no se había roto y el silencio reinaba entre los lobos.El anciano Thalon se adelantó, su bastón golpeando el suelo como un trueno.—La sangre ha hablado. Pero el linaje no es el único que hace a un Alfa. El corazón, el deber, la lealtad… también pesan en la balanza. Por eso... llamaremos a una votación de legitimidad.Serena apretó los dedos bajo su túnica. Cada palabra la hacía hervir por dentro.«¡Maldición! ¡Maldit4 sea esta tradición podrida!»Pero fingió asentir con respeto.Los miembros del Consejo, uno a uno, dieron un paso al frente. Sus ojos cargaban siglos, heridas, guerras.—Darius ha abandonado la manada. —dijo una loba con voz firme—. No solo en cuerpo, también en deber.—Su ausencia costó vidas. —gruñó otro más joven—. No estaba cuando más lo necesitábamos.—Y ahora sabemos por qué. —añadió otro, mirando a Serena—. Prefirió
C91- PLANES EN LAS TINIEBLAS.En el refugio subterráneo del castillo de la manada Crepúsculo, la atmósfera estaba cargada de tensión. Las paredes de piedra fría absorbían las palabras que resonaban en el espacio reducido. Serena, afilaba una daga mientras escuchaba a Nico.—¿Y estás seguro de que los cachorros están bajo la protección de Gideon? —preguntó, su voz suave contrastando con la dureza de sus intenciones.Nico asintió, recordando lo que había visto.—Si. Mi guerrero los vio con sus propios ojos. Dijo que… Liona rara vez los deja, pero últimamente Darius está distraído. Está armando algo, lo se. Ese maldito va a atacarnos…Serena sonrió.—Perfecto. ¿Sabés qué es lo más hermoso de un lobo? Que puede romperse desde adentro. No hace falta matarlo. Solo hay que arrebatarle su manada… y sus crías.Nico frunció el ceño y se acercó, sintiendo una mezcla de admiración y atracción hacia su maldad.—¿Estás segura de que el demonio cumplirá su parte? Si sacrificas a los cachorros y no r
C92- LOBEZNO MUTANTE.DARIUS.La noche fue larga y llena de pasión. Hice el amor con Liona varias veces, dejando su cuerpo exhausto y satisfecho. Hay algo en ella que me hace sentir invencible, como si el mundo fuera nuestro y no hubiera nada que pudiera interponerse. Así que me levanté mientras ella dormía profundamente, envuelta en las sábanas. Y aproveché para venir a la biblioteca para estudiar las posibles entradas a nuestra manada. Siempre llevo un mapa conmigo; es mi herramienta más valiosa, el único objeto en el que confío plenamente. Desplegado sobre la mesa, sus líneas y marcas son familiares, casi como una extensión de mí mismo.—Si entramos por el sur, tenemos el río... pero eso nos hace lentos —murmuro para mí mismo—. El norte es más directo, pero Serena lo espera.La habitación está en silencio, salvo por el sonido del viento de afuera. El aire huele a tierra y hierba fresca, un recordatorio de que la naturaleza sigue su curso, indiferente a nuestras luchas.De repente,
C93- VOY POR USTEDES.DARIUS.El espía llegó al amanecer, después de que aceptara que Gideon me prestara algunos hombres y se uniera a mi lucha, envié a su mejor hombre. Uno indetectable. Uno que pasaría desapercibido en mi manada. Porque sí, aún era mía. Nico no era nadie y se lo dejaría saber.El hombre se detuvo frente a mí, jadeante y lleno de barro.—Mi señor… —luchó por respirar—, tengo buena información.Asentí y le dejé beber más agua; el pobre hombre había arriesgado el pellejo. Era lo mínimo que se merecía. Pero la ansiedad hacía estragos en mi interior. Y cuando el hombre estuvo más calmado y satisfecho, hice la pregunta:—¿Qué tienes?—Serena y Nico se están reuniendo en el paso del norte. Al parecer están bloqueando todas las entradas de la manada. Si no actúan ahora, será demasiado tarde, alfa.Apreté los puños y mis nudillos crujieron.—Malditos bastardos —sisé.Los muy desgraciados se estaban cerrando. Saben que iré por ellos o que seguro ya sé de su traición. Pero de
C94- NUNCA TE QUISO.Ya había anochecido.La habitación estaba en silencio. Afuera, el viento helado golpeaba los cristales. Y Susan estaba sentada junto a la cuna, observando a los cachorros de Liona dormir profundamente, arropados y ajenos al mundo que temblaba a su alrededor.Sonrió suavemente, con ternura, pero algo dentro de ella no la dejaba en paz.Un peso en el pecho.Su corazón latía con fuerza, como si supiera que algo estaba a punto de suceder. Se llevó una mano al vientre y lo acarició con cuidado.—Papá va a volver —susurró—. Él va a volver por nosotros... Te lo prometo.Se dio la vuelta para tomar una manta y entonces... se congeló.Una figura oscura estaba de pie en la entrada. La puerta se cerró lentamente detrás de ella. Susan palideció; la sangre se le fue del rostro cuando vio quién era.—Tú… tú… ¿Cómo entraste aquí?Serena sonrió despacio. Y cada paso que daba hacia ella era como un veneno extendiéndose por la habitación. Sus botas resonaban en el suelo de madera,
C1-UN AMOR OCULTO.POV LIONA.—¿Por qué el Alfa tiene que comer comida cocinada? ¿No es más simple y nutritivo solo comer carne cruda? ¡Somos lobos! —me quejé mientras cortaba un poco de zanahoria. La hoja del cuchillo golpeaba con rapidez la madera, pero mi frustración no disminuía.Soy Liona Lindbergh, y desde que tengo razón soy esclava de la manada “CREPUSCULO”. Fui adoptada por una pareja de ancianos que me dieron un hogar hasta que la muerte los reclamó. Desde entonces, tuve que pagar mi comida y mi techo sirviendo en la cocina del Rey Alfa Darius.No tenía otra opción.Debía servir.—Deberías estar agradecida por tu talento en la cocina, de lo contrario solo tendrías que fregar los pisos como los demás esclavos —dijo Susan al entrar en la cocina.Me giré para dedicarle una sonrisa. Susan siempre decía lo que pensaba, sin importar lo duro que sonara.—Tu hermano es un hombre lobo, no un humano —le dije, sin contener mi sarcasmo.La pelirroja se rió mientras tomaba un trozo de fr
C2-MADRE SUSTITUTA.POV LIONA.«Tres meses»Esa palabra hizo que mis manos temblaran. Volví a cortar las zanahorias, intentando que Susan no notara el efecto de su comentario en mí. Pero era imposible. Mi pulso tembló y el filo del cuchillo resbaló peligrosamente cerca de mis dedos. No me sorprendería que terminara cercenándome uno.―Pero su Luna... ¿acaso ya la Diosa…?—Nop... —Susan hizo un movimiento negativo con su cabeza, restándole importancia—. No, su Luna todavía no ha aparecido. Pero si no tiene descendencia, los otros miembros de la familia y la línea de sucesión querrán derrocarlo. Ya sabes cómo es esto: subes al trono y ya debes pensar en hacer un sucesor. Más bien, mi hermano se ha tardado.Su tono era despreocupado, como si no acabara de hundirme una daga en el corazón. Pero no podía culparla. Ni siquiera ella sabía mi secreto.Susan tomó otro trozo de zanahoria y lo metió en su boca antes de continuar, como si estuviera hablando del clima.—Pero eso no es lo verdaderame