Es como si el tiempo se hubiera detenido en el mismo instante en que lo vi. Su belleza me cautiva, y esa actitud de suficiencia, como si el mundo estuviera a sus pies, despertó cierto interés en mí.
Contemplar su caminar es todo un espectáculo. Es tan seguro de sí mismo, con una mano en su bolsillo, mientras que en la otra, sostiene su teléfono sin mirar a nadie. En ese momento era todo lo que quería...
«¡VAMOS, SABE QUE SE PUDRE DE BUENOOO!» grité en mis adentros.
En mi sano juicio no diría nunca nada como eso, con lo tímida que soy hasta yo me sorprendo de lo que pasa por mi mente.
Él, que no sé de donde rayos ha salido, sea del cielo o del mismísimo infierno, siento que llegó para hacerme caer. Lleva la camisa un poco abierta y lo que pude observar ¡Diosss! En tan solo segundos pude detallarlo completamente, aunque mis ojos viajaran directo a su torso semidesnudo y me perdiera en la piel tan firme y tersa que se gasta ese hombre.
¿Sabrá que corre peligro? ¿qué pensamiento es ese? ¡Es obvio que nooo!
Con esos fuertes brazos seguro derriba a quien sea. Además, con las féminas no va a ejercer ningún tipo de fuerza brutal. Ejercerá otras cosas que las hará disfrutar.
¿¡En qué demonios piensas ultimamente!?
Definitivamente, ya me volví loca, fue verlo e imaginar miles de escenas con él, ¿acaso sufro de algún trastorno y no lo sabía? Causa demasiadas sensaciones en mí, me desconozco por completo. Mis hormonas están totalmente revolucionadas en mi interior.
Bueno... bueno... en la actualidad no es nada normal tener veinticuatro años y aún ser virgen.
Muchas preguntas surgían en mi cabeza:
¿Alguien como él, se fijaría en una chica normal como yo?
¿Sería suficiente para ese hombre?
No, no lo creo. Él, debe tener estándares altos. Viéndome bien y siendo sincera conmigo misma me hace falta mucho más que una cara bonita para poder conquistar a un hombre así. Además, se le nota que sale con una y otra.
¿Por qué tengo que estar juzgándolo sin saber nada de él?, solo por la primera impresión que me ha dado ya lo estoy condenando.
No puedo negar que ha llamado mi entera y total atención. ¡Es demasiadooo belloooo!, tengo que reconocerlo, es el único que me ha hecho desviar la mirada y observarlo fijamente.
Demás está decir que me echó tierra en los ojos, ya que ni siquiera volteó a verme. Continuó su camino dejando esparcido su embriagante y delicioso perfume por todo el pasillo.
Si tan solo con mirarlo mi cuerpo arde como el mismo infierno, no me quiero imaginar si tuviera la oportunidad de un encuentro con él.
¡En qué carajo estás pensando Letty! Acabas de verlo y ya estás teniendo sucias fantasías en tu mente con ese hombre. ¿Quién será?
—¡Ey, Letty!—exclamó—. Reacciona mamacita, ¿te vas a quedar a medio pasillo como tarada?
Los gritos de Brenda, me sacaron de mis profundos pensamientos.
—Ya te escuché—rodé los ojos.
No puedo dejar de imaginarlo, su aroma es tan exquisito que podría inhalarlo todo el día y no cansarme. Es que, es un hombre demasiado impresionante, su cabello castaño oscuro perfectamente peinado hacia atrás, escapándose unos mechones rebeldes que caen en su frente, dejándolo ver ante mis ojos más sexi de lo que ya es, su piel blanca, sus labios promedio, su mandíbula cuadrada, su porte y virilidad me dejan petrificada, sus ojos…
¡Dios!, esos ojos que me harían volver loca si me volteara a ver. Su mirada azulada me envuelve… me hipnotiza y me altera en gran manera.
¡Debo calmarmeee!
¡Está haciendo demasiado calooor!
— ¡Letty! ¡Letty!—gritó Brenda.
— ¿Decías algo, Brenda?
—¡Sí!, recoge tus bragas del suelo. Ya me di cuenta de que andas de calentona y en las nubes por el mega bombón que acaba de pasar por aquí.
—Baja la voz, no es así… pensaba en otras cosas.
—A mí no me engañas mamacita, eso sí que no. Además, no creo que estés rezando o encomendándote a Dios mentalmente. Te vi y no me perdí de ningún detalle de tu linda carita. ¡Eres toda una pervertida! ¡Qué tremenda me saliste, Letty Brown!
—Yaaa, bájale a tu intensidad y deja de molestarme con eso. Te recuerdo que me ofrecí a ayudarte, así que no agotes mi paciencia.
—Vale, vale, pero por favor démonos prisa sí.
Mientras me dirigía al laboratorio con Brenda para ayudarla a organizar todo el material que acababa de llegar. Transcurrió alrededor de una hora, creí que las jeringas no terminaban y cortar el algodón para hacer las torundas tanto para laboratorio como para colposcopia era interminable, ya me dolía el pulgar y el índice de tanto cortar.
Al terminar, nos dirigíamos hacia el cafetín para tomar algo. No sé si estaré de suerte o no, pero encontrarnos en el camino al director y a ese hombre, me sorprendió. El corazón se me aceleró de una manera que pensé, me daría un infarto. Lo está presentando a todo el personal y ahora vienen justo en nuestra dirección.
—Letty, respira, Te va a dar algo. Al menos avisas si te vas a desmayar—dijo Brenda en voz baja—, estas de todos los colores menos, del tuyo natural.
—¡Cállate! te van a escuchar, no me va a dar nada. Estoy perfectamente bien.
«¡Sí!, como no, ¿a quién quiero engañar?».
—A otro perro con ese hueso mamacita, aprieta las piernas y relaja la pelvis, que tienes una cara orgásmica que no te quita nadie.
—¡Que te calles idiota!, deja de fastidiar, allí vienen.
Mis manos sudan, mi corazón se acelera, mi respiración se agita, estoy fría como el hielo. Sentirme así solo por conocer a ese hombre no tiene sentido, nunca me había pasado esto. Se siente tan extraño… y, Brenda que no se calla. Es mi mejor amiga y la amoooo con locura, es como una hermana para mí, pero, no me está ayudando para nada, altera más mis nervios.
Saber que me he puesto roja como un tomate y que no puedo evitarlo me hace morir de vergüenza, tampoco puedo salir huyendo como cobarde, no tendré siempre la misma suerte.
La voz del director me sacó de mis cavilaciones.
—Doctor, ella es la srta. Brenda Contreras se encuentra en el área de laboratorio.
Luego de que los presentara, me quedé helada al escuchar mi nombre, he quedado clavada en el sitio, no puedo apartar mis ojos de los de él.
«¿Tendrá superpoderes y me ha hipnotizado?» ¡qué cosas más estúpidas estás pensando!.
—Ella es la srta. Letty Brown, asiste a la mayoría de los doctores en el área de ginecología, ecografías y también realiza rayos x. Le será de ayuda, aprende rápido y de ahora en adelante trabajará exclusivamente con usted.
Eso último me cayó como balde de agua fría.
¿Será el destino conspirando a mi favor?
—Mucho gusto, srta. Letty—una sonrisa encantadora se adueñó de sus labios, mientras extendía su mano en mi dirección—. Edward Collins, espero podamos ser un gran equipo.
¡Su voz, esa jodida voz!
—El gusto es mío, doctor Collins, también espero que nos llevemos bien.
Su magnetismo me lleva a él sin el mayor esfuerzo. Al tomar su mano sentí una fuerte conexión que no sé cómo rayos explicar, es una corriente que recorre cada espacio de mi ser. Su poderosa mirada me hace perder en el inmenso océano en el que me acabo de sumergir.Sus intensos ojos azules siento como me traspasan, observa detalladamente cada espacio de mi rostro y me pone a mil, estoy demasiado nerviosa. Recorrió con su mirada en pocos segundos mi cuerpo mientras que en sus labios se ensanchó una sonrisa ladina que me encantó.¡Para ser virgen tengo el morbo a miiil!En mi cabeza surgían nuevas preguntas:«¿Será que le gusta lo que ve?»«¿Le pareceré bonita para que me sonría de esa manera?»¡Dios, no me sonrías y me veas de esa maneraaa! Me mataaa, me quemaaa, me encantaaa... que me vea así me derrite como mantequilla.Es el primer hombre que me ve de esa manera sin incomodarme. Su mirada escaneante la amé en esa mínima fracción de segundos, en la que por alguna extraña razón le sost
Almorzar con el Dr. Collins, pensé que resultaría algo incómodo y molesto. Debo reconocer que es un hombre demasiado agradable, su profesionalismo me impacta, lo caballeroso que es me emociona y sus atenciones dan justo en mi corazón.¡Gracias!¡Gracias señooorrr!Al fin la jornada laboral finalizó, ¡estoy muerta!El doctorcito es demasiado sexi, pero, como jefe, es consumidor... está bien, pero ni siquiera un respiro para tomar agua. No soportaba un minuto más, la planta de los pies me está matando.Sin esperar más, me retiro del consultorio para buscar mis cosas en el casillero, no esperaré a Brenda, ella seguro llegará tarde. Coloco mi dedo índice en el porta huella, el cual marca mi salida a las 7:00 pm, mientras voy caminando en dirección a la salida me llega un mensaje.Brenda: ¡Espero no vayas a matarmeee!, hoy no iré a mi departamento. Después te cuento. Avísame cuando llegues al tuyo por favor.Letty: Ok. Te aviso, Mañana te veo en el trabajo, cuídate mucho.Empujo la puerta
La mañana se abrió paso rápidamente, aún no sé cómo pude dormir después de lo que sucedió anoche, viajo en el recuerdo de sus suaves labios en mi mejilla y me pierdo en el tiempo. Es tarde, Brenda aún no llega y me toca irme sola a la clínica. Me miro en el espejo y ahora es cuando caigo en cuenta de este horrible uniforme.No me queda ajustado como a las demás, se me ve algo grande y no resalta para nada alguna curva que tenga.¡Estoy idéntica a una tabla de surf!¡Parezco una jodida monja con él!Me seco el cabello rápidamente y lo dejo suelto, cuando llegue a la clínica lo recogeré como todos los días. Antes de salir del departamento siento un leve dolor y corro nuevamente a mi cuarto por unas toallas sanitarias, entro al baño, me reviso y sí, efectivamente, me va a bajar la innombrable.¡Benditooo periooodooo!Me tocará aguantarme el dolor, mi mal humor y la ansiedad. No me queda de otra.¡Ni yo me aguanto cuando estoy así!Salgo a toda prisa de mi hogar para irme directo a la par
Los días pasaron y estoy más radiante que el sol.Gracias al cielo la innombrable se despidió de mí, hasta que regrese de nuevo para hacer mis días tristes y rojos. Además, con el justificativo médico que me dio el Dr. Collins, pude descansar sin problemas, arreglé un poco el departamento y dediqué tiempo para mí.Me entra la tristeza, los días pasan demasiado rápido y ya devuelta a la rutina.Al menos me siento más descansada y mi vientre vuelve a estar plano.Revisé mi correo y estoy mega feliz, en tres meses van a abrir la carrera que quiero estudiar. Me han enviado la planilla de inscripción y la lleno de una vez. Tendré que hablarlo con el director, necesito trabajar hasta las 5:00 pm para poder llegar a tiempo a las clases. Se me hará complicado, pero querer es poder.La mañana ha estado un poco relajada y solo he visto al doctor por una hora en el consultorio, estaba programando una cirugía para una chica bastante joven, ella quiere sen*s grandes y pues él, se los va a coloca
Exhausta terminé mi turno, busqué a Brenda, pero la vi tan acaramelada con el director que no la quise molestar. Voy por mis cosas antes de ir a la salida, paso por el baño para arreglarme un poco y me aplico perfume. Mi cabello es un desastre, parece un nido de pájaros, los mechones rebeldes de mi cabello se salen de su agarre.No me gusta para nada lo que veo y quiero llorar. Busco en mi bolso el cepillo que me salva la vida y me humedezco un poquito el cabello adelante para aplacarlo. Me logro hacer nuevamente mi coleta alta y celebro la vida.Me estresa tener la cabeza hecha un desastre.Me paso toallas desmaquillantes y me lavo la cara. Mucho mejor, me veo fresca como una lechuga. Aplico un poquito de polvo compacto, tantito rubor y apenas un color rosa en los labios.¡Perfecta! Me gusta como me veo. Con la autoestima por las nubes me dispongo a salir del baño, camino en dirección a la salida y pues, todo está normal. Dijo que vendría por mí, pero no lo veo.Soy demasiado estúpid
Estar frente a frente con él, reírnos de todo y de nada a la vez es fascinante. Es divertido una vez lo conoces, nada que ver con ese hombre serio e intimidante. Es impresionantemente bello, elegante, caballeroso, detallista… ¡Oh, Dios que más se te puede pedir, si es tu magnífica creación!Decir que me encanta cada vez que me mira es poco. Siento cómo el vello de mi piel se eriza tan solo con su mirada.Es estremecedor todo lo que hace como profesional, además de trabajar en la clínica tiene una pequeña sede donde atiende emergencias gratuitas. Varios profesionales se han sumado a su causa, cuando ocurren accidentes que requieran de una buena cirugía sale disparado como hoy.Aun así, se toma el tiempo para invitarme. Me da penita, debe estar cansado.—Permiso—dice el mesero—. Pasta a la carbonara para la señorita y ravioles para el señor.Gracias, respondemos al unísono. Nos quedamos viendo y nos reímos como tontos.El chico abre la botella de vino y Edward le hace señas de que se pu
La mente se me fue en blanco cuando lo tuve cerca y es que no pude decir nada más cuando tomó mi mano y dejo un cálido beso en el dorso de ella sin apartar sus ojos de los míos. Se acercó tanto a mí que mi corazón se saltó un latido, pensé que me besaría, pero no lo hizo, no se propasó y yo anhelaba que lo hiciera, toda yo gritaba bésame… —Gracias por esta noche la he pasado muy bien en tu grata compañía. —Igual yo. Soy tan tímida y para nada arriesgada. Tan idiota como para no lanzarme a sus brazos, pero ¿qué podría hacer? Si no sé besar. Esto es la decepción quiero llorar. Me ha dicho que soy bonita y que le gusta mi voz... —¡Vamos!—me extendió su mano, la cual tomé sin dudarlo—. Te llevaré a casa. El silencio nos cobijó una vez más y me agrada, no se siente para nada incómodo. Me siento bien cuando camino de su mano. —¿Qué te parece si hacemos una carrera?—me pregunta. —¿Una carrera?—pregunto confundida. —Sí, correremos de aquí hasta aquella entrada—señaló—, el perdedor debe
Una semana ha pasado desde lo sucedido, estoy que pierdo la cabeza y por más que aparente que no me interesa no puedo con su indiferencia, eso de Srta. Letty me revoluciona. La sangre me hierve, quiero enfrentarlo y decirle que deje su antipatía conmigo. Todas en la cafetería lo vemos pasearse, llama demasiado la atención, ninguna de las enfermeras le quitan el ojo de encima y una que otra se le acerca para saludarlo. No me gusta cada que lo veo sonreír para ellas, así mismo lo hacía conmigo. Estoy molesta conmigo misma, soy tan estúpida como para que me siga gustando después de todo. ¡Es un maldito jugador! Desde la última vez solo se dirige a mí por trabajo, fuera de él ni me presta atención y me rompe, me quiebra por dentro. Quiero que me vea, que me note, pero… ¿Qué puedo hacer para llamar su entera y total atención? Tampoco me voy a rebajar solo para que se dé cuenta de mi presencia. Yo me hice ilusiones, pues basta ya, que le den. Me voy directo al consultorio a organizar,