Cuando llegamos a casa de mis suegros estoy realmente agotada, exhausta y vuelve el molesto dolor en mi costilla. Edward baja del auto y me ayuda, pero no me puedo enderezar muy bien me duele, bien, ahora mi amor no va a querer tocarme y va a matarme de abstinencia.—¿Qué pasa? —Nada. Me enderezo y camino aguantándome el dolor, al entrar en la mansión, el ogri intercepta a mi amor y le pide un momento a solas. Yo trato de subir las escaleras, las observo y son demasiadas para mí desgracia. Me encuentro con Garret y disimulo, no se da cuenta de nada y continúa su camino, pero a los segundos me encuentro con Anthony y él es mucho más detallista, es como Edward, hermanos tenían que ser. —¿Qué ocurre cuñada? ¿Te sientes mal?Joder, joder, joder. Quiero que se calle, de pronto siento como si me pincharan con un alfiler en la costilla y me retuerzo de dolor. La pomada que me había aplicado Edward me había adormecido un poco el área. Anthony se desespera, me toma en brazos y me lleva a
Tres semanas han pasado rápidamente y no he querido comprar mi vestido hasta no tener a mis amigas conmigo ese día. Edward y yo quedamos en que nos casaríamos el día veinte, solo faltan veintiocho días y estoy muerta de nervios.Mi suegra se encarga de todos los preparativos con mi ogrii favorito, cada día nos llevamos mejor no me puedo quejar. Edward, Anthony y yo estamos justo en el aeropuerto esperando a mis locas amigas, no aguanté más y le pedí a Edward traerlas, él maravillosamente no se negó, de hecho ya esperaba mi petición.Luego de una hora me doy cuenta de que mis amigas caminan en mi dirección, suelto la mano de Edward y me echo a correr, ellas lo hacen también con su equipaje. Nos abrazamos eufóricamente y gritamos cómo locas.¡Dios cuánto extrañé a este par!—¡Letty!—exclama Brenda—. Pero qué hermosa estás, tu bomboncito tiene buena mano. Ruedo los ojos, Brenda y sus comentarios, pero le digo:—No imaginas la mano que tiene, por eso todas las noches gateo hasta su habi
Cuando salgo horas después con un collarín en el cuello, un chichón en la frente y con el cuerpo doliendome. Me sorprendo al ver a la familia Collins en el área de espera, están todos, mis cuñados, mis locas amigas que respiran cuando ven que estoy bien, mis suegros, mi amor.Edward es el primero en llegar a mi, me abraza con delicadeza y me hace saber su angustia y lo asustado que está. No dice nada solo me abraza, sé qué está nervioso así que le digo para tranquilizarlo:—Estoy bien, cariño. Adolorida, pero bien.Cuando Edward me suelta, mis amigas se acercan y lloran desconsoladas, no quieren tocarme porque ven que no estoy muy bien y se lo agradezco. —Gracias a todos por venir y preocuparse por mí, no saben cuánto los quiero, pero quisiera salir de este hospital e irme a descansar. Me entienden, mis suegros me sonríen con tristeza, sé que mi estado es deplorable, estoy llena de sangre por apenas un piquetito en la frente y salió más sangre que para una transfusión. La sangre def
¡Vivan los novios!Gritan al unísono. Edward me toma fuerte de la mano y me da seguridad, mucha gente a nuestro alrededor, nos felicitan nos abrazan al mismo tiempo que cientos de flashes se disparan ante nosotros, los reporteros no nos dejan vivir.¡Dios qué apogeo! Como podemos montamos solo nosotros en la limusina y mi amor me besa, me abraza, me hace saber que está feliz al igual que yo. —Al fin eres mi esposa, ya no podrás escapar de mí.—Y tú no te podrás librar de mí. ¡Dios cuánto te amo!—Te amo mi amor, no me equivoqué, eres la mujer de mi vida.Alucino, la fiesta se lleva a cabo en un espectacular y elegante hotel, aunado a ello muero con todos los artistas que nos rodean. Mi familia está feliz, la de Edward no cabe de la felicidad, mis amigas están tomándose fotos con todo aquel famoso que se encuentran. Estoy tan emocionada, jamás en mi vida pensé que cuando me casara, el día de mi boda sería tan espectacular y perfecto como este. La comida es exquisita, los postres, l
Quién diría que terminaría casada con mi doctor favorito. Llenarme de buenos recuerdos de hace más de dos años atrás me hace suspirar, aún siento en el estómago infinitas mariposas revolotear en mi interior cada vez que pienso en ello. Así como vuelvo a sufrir por su partida, esos cuatro meses alejados el uno del otro, hizo sufrir a mi corazón en demasía.Verlo llegar a mi vida nuevamente como un huracán derribó todo a mi alrededor, no lo podía creer y sonrío, me paralizo, me agito al recordar la manera en la que me propuso matrimonio.¡Dios! ¿se puede ser más perfecto en esta vida?En un principio quise darlo todo por él, querer experimentar lo que a él le gusta, aunque a mí me cause curiosidad y me llene de morbo cada vez que ambos fantaseamos con que nos compartimos con otras personas, simplemente es eso, fantasear, utilizar nuestra imaginación para algo más sin tener que llegar a que otros nos toquen o experimentar con otra persona. Edward y yo nos complementamos muy bien y que no
Es como si el tiempo se hubiera detenido en el mismo instante en que lo vi. Su belleza me cautiva, y esa actitud de suficiencia, como si el mundo estuviera a sus pies, despertó cierto interés en mí.Contemplar su caminar es todo un espectáculo. Es tan seguro de sí mismo, con una mano en su bolsillo, mientras que en la otra, sostiene su teléfono sin mirar a nadie. En ese momento era todo lo que quería...«¡VAMOS, SABE QUE SE PUDRE DE BUENOOO!» grité en mis adentros.En mi sano juicio no diría nunca nada como eso, con lo tímida que soy hasta yo me sorprendo de lo que pasa por mi mente.Él, que no sé de donde rayos ha salido, sea del cielo o del mismísimo infierno, siento que llegó para hacerme caer. Lleva la camisa un poco abierta y lo que pude observar ¡Diosss! En tan solo segundos pude detallarlo completamente, aunque mis ojos viajaran directo a su torso semidesnudo y me perdiera en la piel tan firme y tersa que se gasta ese hombre.¿Sabrá que corre peligro? ¿qué pensamiento es ese? ¡
Su magnetismo me lleva a él sin el mayor esfuerzo. Al tomar su mano sentí una fuerte conexión que no sé cómo rayos explicar, es una corriente que recorre cada espacio de mi ser. Su poderosa mirada me hace perder en el inmenso océano en el que me acabo de sumergir.Sus intensos ojos azules siento como me traspasan, observa detalladamente cada espacio de mi rostro y me pone a mil, estoy demasiado nerviosa. Recorrió con su mirada en pocos segundos mi cuerpo mientras que en sus labios se ensanchó una sonrisa ladina que me encantó.¡Para ser virgen tengo el morbo a miiil!En mi cabeza surgían nuevas preguntas:«¿Será que le gusta lo que ve?»«¿Le pareceré bonita para que me sonría de esa manera?»¡Dios, no me sonrías y me veas de esa maneraaa! Me mataaa, me quemaaa, me encantaaa... que me vea así me derrite como mantequilla.Es el primer hombre que me ve de esa manera sin incomodarme. Su mirada escaneante la amé en esa mínima fracción de segundos, en la que por alguna extraña razón le sost
Almorzar con el Dr. Collins, pensé que resultaría algo incómodo y molesto. Debo reconocer que es un hombre demasiado agradable, su profesionalismo me impacta, lo caballeroso que es me emociona y sus atenciones dan justo en mi corazón.¡Gracias!¡Gracias señooorrr!Al fin la jornada laboral finalizó, ¡estoy muerta!El doctorcito es demasiado sexi, pero, como jefe, es consumidor... está bien, pero ni siquiera un respiro para tomar agua. No soportaba un minuto más, la planta de los pies me está matando.Sin esperar más, me retiro del consultorio para buscar mis cosas en el casillero, no esperaré a Brenda, ella seguro llegará tarde. Coloco mi dedo índice en el porta huella, el cual marca mi salida a las 7:00 pm, mientras voy caminando en dirección a la salida me llega un mensaje.Brenda: ¡Espero no vayas a matarmeee!, hoy no iré a mi departamento. Después te cuento. Avísame cuando llegues al tuyo por favor.Letty: Ok. Te aviso, Mañana te veo en el trabajo, cuídate mucho.Empujo la puerta