Conteniendo sus emociones, lo miró de la manera más fría posible.
—¿Debería dar las gracias ó gritar de histeria?—Supongo que lo primero, después de todo es un cumplido.—Vaya—dijo sarcástica—Muchas gracias.—No deberías estar siempre a la defensiva, aunque debo reconocer que te ves hermosa y tentadora cuando te enfadas.—Soy la mujer más feliz del mundo por recibir tantos halagos del mismísimo Brailon Mccloskey.—Deja el cinismo, querida. La verdad es que si, muchas estarían felices de estar en tu lugar.—¡Eres un infeliz arrogante!— le dijo enojada, y se sorprendió cuando él dejó escapar una fuerte carcajada, que por un instante logró hacerla encogerse en su asiento, pero instantes después, logrando reponerse, enderezó la espalda con actitud desafiante.—¿Así que soy un arrogante?—Exactamente. ¿Por qué no te quedas con una de esas desesperadas por obtener atención tuya, y me dejas en paz?—¿Realmente es eso lo que te gustaría?—¡Si!—Si hago eso, Antonio pierde su oportunidad. Lamento no poder complacerte.—¡Por supuesto que puedes!— respondió indignada.—Puedo, pero no quiero.— Victoria presionó con fuerza sus labios, para no dejar escapar una mala palabra— supongo que ya tendrás una respuesta a mi propuesta.—Creo recordar que me dijo usted que cenariamos y luego hablaríamos de nuestros asuntos, y por lo que sé, aún no ceno.—Inteligente de tu parte— sonrió cínico — pero de nada servirá que le des largas al asunto, no puedes evitar que esta noche obtenga una respuesta tuya, para bien o para mal, debes decidir.—Victoria, por más que luches no dará resultado, tu futuro lleva por sello mi apellido.Victoria sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo.Por lo visto, Brailon era un cliente especial, ya que le reservaron la mejor mesa, con vista hacia el lago a través de un alto ventanal, al lado de la fuente con una gran cisne dorado que parecía bañarse en agua del mismo color. Sin poder evitarlo dejó escapar un largo suspiro.—¿Complacida?—¿Disculpa?—preguntó confundida.—Te he escuchado suspirar .—Siempre me ha encantado este lugar.—¿Sueles venir?—preguntó Brailon confundido.—Si, al menos dos fines de semana al mes, siempre vengo con Bruno. — esa era la explicación del trato especial y amable dirigido hacia ella.—¿Quién es Bruno?—¿Qué te importa?—preguntó con altanería, los músculos de la mandíbula de Brailon se tensaron, y sus miradas se encontraron en un duelo, hasta que el joven los interrumpió para tomar su pedido.—Tomaré la ensalada con camarones— dijo Victoria.—Yo quiero el medallón de pavo y tocineta en salsa de ciruelas, puré de papa, y una porción de ensalada. Tomaremos vino tinto, traiga dos copas de la mejor botella que tenga.—Por supuesto, señor.Durante la cena, hablaron poco, trataron algunos temas impersonales, y Victoria pensó que él podía ser agradable cuando se relajaba, en un par de ocasiones sonrió con sinceridad y Victoria pensó que era de las sonrisas más bonitas que había visto.—Bien... hablemos de lo que nos importa. ¿Tienes una respuesta para mí?—Primero quisiera saber por qué nos odias tanto.—Eso no es importante ahora.—Por supuesto que sí, al menos para mí.—No vine aquí oara hablar de eso.—De acuerdo, entonces no obtendrás una respuesta de mi parte.—Perfecto—sonrió con malicia— Tu familia se irá al trastes.—¡Diablos, que hombre tan pedante eres!— gimió frustrada— no entiendo por qué quieres casarte conmigo si odias a mi padre.—Pensé que había quedado muy claro para ti.—¡Claro, soy tu m*****a garantía de pago!—Exacto— respondió mirándola a los ojos.— no hemos venido aquí para poder darte explicaciones, ni para darte información de ningún tipo, solo quiero tu respuesta.—Necesito saberlo...—He dicho que no—respondió con el ceño fruncido— y si no tienes una respuesta para mí, ahora mismo, entonces te llevaré de regreso a casa y asumiré que has declinado mi propuesta. la semana próxima exigiré el pago correspondiente y de no tenerlo, solo contaremos con dos opciones, tu padre se va a la cárcel, o venden todo lo que tienen y se declaran en banca rota, y vender todo incluye la casa de tu madre. Está en tus manos, tú decides, Victoria.—Maldici*n, ¿seguro que no hay otra opción?—No, no la hay.—Matrimonio... o la ruina de mi familia.—Exactamente. ¿Aceptas o no?—¡Rayos!, Si, aceptó tu condición, acepto tu trato, acepto ser tu maldit4 garantía.—Serás mía, Victoria—sonrió.—Yo... no entiendo qué esperas de mi... ¿ qué esperas de mi en este matrimonio?— Brailon dejó caer la cabeza atrás, permitiéndose reír a carcajadas. — no sé qué es lo que le parece tan gracioso.—Tu comportamiento — le dijo llanamente.—¿Mi comportamiento?—Exscto. Victoria, soy un hombre de treinta y cinco años, no soy ningún puberto, ¿Qué crees que es lo que quiero de ti?— una cínica sonrisa iluminó su rostro, mientras arqueaba la ceja.—¡Eres repugnante!— exclamó furiosa.—¿Qué esperabas?, ¿no pretenderás que tengamos un matrimonio solo de nombre?—Seria lo más lógico, considerando las circunstancias en las que planeas que nos casemos.—No. Tendremos un matrimonio como cualquier otro, tú serás mi esposa en todo lo que incluye la palabra, así que si, claramente espero tender tu cuerpo tibio contra el mío cada noche— Victoria sintió como sus mejillas se calentaron — eres suba mujer guapa, ardiente, no me casaré contigo solo para que seas un bonito adorno. Serás mi mujer, Victoria Comway, y voy a disfrutar poseerte.—¡Es usted el mismo diablo!—Exageras querida, solo soy un ser humano.—Lleno de absoluta maldad, eres despreciable.—Deja de decir idioteces — le respondió enojado— si aceptas es porque deseas salvar a tu familia. Te estoy presionando si, pero la decisión es tuya.—Bien sabes que no tengo otra opción, no cuando la libertad de mi padre, la estabilidad de mi madre, y la seguridad y buen nombre de mi familia está en juego.—Nada de ello es tu responsabilidad, los problemas que tiene Antonio, se los ha buscado y ganado a pulso. Eres libre de negarte y te llevaré a casa.—¡Sabes bien que no haré eso!—Pero podrías.—¡Te odio por todo lo que estás haciendo, te odio por obligarme a ceder ante algo que no quiero, te odio por ser despreciable, arrogante y malvado. Te odio Brailon Mccloskey!—Eres libre de odiarme todo y cuánto desees, Victoria —sonrió— pero odiarme no va a cambiar la situación. ¡Pertenecerme es tu decisión!—Hija, no sé por qué presiento que te has apresurado con este matrimonio. —Nada de eso, mamá, sé perfectamente lo que hago. Mi matrimonio con Brailon es, la mejor decisión que pude tomar.—No suenas como suena novia muy feliz—su madre la miró con preocupación. —No trates de confundirme, madre. Te agradó Brailon desde que lo viste. —Si, pero...—Mamá, por favor...—De acuerdo—suspiró la mujer—solo quiero que seas feliz. "Este matrimonio no puede hacerme feliz porque no es lo que quiero, porque no conozco a ese hombre despiadado que intenta vengarse, pero no sé de qué"—Seré muy feliz, madre—mintió mientras le sonreía—Brailon es... el hombre de mis sueños. —"De mis pesadillas" quiso decir, aunque había Sido su crush y había fantaseado con conocerlo, ser su novia y a la larga ser su esposa, nunca imagino que el pudiese ser tan cruel... una garantía, una moneda de cambio, eso es lo que era para él. —Apresuremonos tesoro, el novio está esperando. El matrimonio fue sencillo, tal y com
Estaba inmóvil, como una estatua, los ojos de Brailon brillaban de un modo extraño al recorrer sus hombros prácticamente desnudos, excepto por los tirantes de encaje de su camisón, el femenino corazón latió a un ritmo acelerado y empezó a temblar sin cesar. —¡Suéltame, Brailon!— le exigió. Él sonrió triunfante mientras seguía acariciando su piel y la sentía estremecerse. Si aquel hombre era el demonio y esa habitación, su infierno terrenal, aquellas caricias eran la representación de las llamas del infierno contra su piel. —¿Por qué huyes de mi?, ¿Es que acaso no dejé bastante claro desde un principio, lo que esperaba de ti?— tiró de su femenino cuerpo, estrechándolo contra él, permitiéndole sentir toda aquel cuerpo que era un enorme cuerpo de músculos y poder. Victoria se removió inquieta, y Brailon se burló de sus absurdos intentos por escapar de su abrazo, bajó su cabeza en busca de sus labios para apoderarse de ellos con vehemencia.La boca de Brailon era firme y fuerte, logran
Victoria se estiró con pereza y sintió la tibia seda de la sábana resbalar por su cuerpo, abrió los ojos y por un instante no reconoció la habitación en dónde se encontraba, hasta que por fin todos los recuerdos llegaron a ella; la deuda de su padre, su boda, la casa, aquella habitación y la noche de bodas que compartió con su esposo. Brailon había sido tan tierno y complaciente la noche anterior, la hizo olvidar de las extrañas circunstancias que rodeaban su matrimonio. Se sintió ruborizar y dió gracias a Dios de que Brailon no se encontrará en la habitación, estaba totalmente desnuda y se sentía vulnerable como para tener un nuevo enfrentamiento con él. Recordó que la noche anterior le había confesado que ella lo había amado y sintió un peso en su pecho. ¿Se burlaría de ella por sus sentimientos ó se aprovecharía de ellos?, Victoria decidió que lo mejor era tranquilizarse, reaccionaría de acuerdo a las acciones de su esposo. Se movió, tenía que levantarse y tomar una ducha, pero
Después de mucho rato, Victoria bajó a la cocina por un vaso con zumo de fruta o con agua, debía tomar algo. Al entrar se topó con una mujer madura que se movía por toda la cocina como pez en el agua. Al mirarla, se detuvo y le sonrió;—Usted debe ser la señora Victoria.—al verla asentir prosiguió— yo soy Sophie. —Un placer, Sophie. Mi... mi esposo me habló sobre usted, es un gusto conocerla. —El gusto es mío. ¿Desea algo, señora?—Venía por un poco de zumo. —En un instantes se lo sirvo — y así muy rápidamente, le entregó un vaso. —Muchas gracias, Sophie. Mi esposo... ¿Lo ha visto?—Acaba de irse. Creo que eran asuntos de la inmobiliaria y al parecer así tos delicados, salió furioso. —¿Furioso?— Victoria abrió mucho los ojos, no pudo ocultar su reacción. —Tranquila, señora. Brailon tiene mal carácter, pero le aseguro que es un buen hombre, es solo que ha tenido una vida muy dura y el sufrimiento lo ha cambiado. —¿Sufrimiento?—Asuntos de su familia, no me extraña que no lo sepa
Victoria intentó moverse, aún adormilada pero, la mano de Brailon. descansaba en uno de sus senos y el brazo aprisionaba su cuerpo como si no quisiera que ella se apartará de él.Aprovecho la oportunidad de que él estuviese dormido para apreciar la hermosura masculina de su esposo. Sus facciones estaban tan relajadas en aquel momento, su boca entreabierta era muy sensual, su cabello totalmente revuelto le daba un aspecto juvenil y descuidado, parecía vulnerable, pero estaba claro que sí algo no estaba en el diccionario que definiría a Brailon era la palabra vulnerable, todo el reflejaba poder y seguridad. Tuvo un fuerte impulso de besarlo y no pudo contenerlo, así que se movió un poco, solo lo necesario hasta que pudo posar sus labios en los de él, que al sentir la presión sobre ellos, formaron una linda sonrisa. —Que dicha sería despertar así todos los días — dijo y abrió los ojos. Victoria se ruborizó, se sintió como una niña a la que acaban de pillar comiéndose el dulce antes de
Brailon despertó primero y decidió tomar una ducha, tras recibir un mensaje de Arthur se preparaba para ir a la oficina. Al vestirse, y salir del vestidor hacia la habitación para acomodar su corbata, se encontró con la.imagen se una dormida Victoria. No pudo evitar admirarla, sus hermosos rizos rubios estaban esparcidos por la almohada, sus labios rosados, su piel pálida. Era hermosa y suya... al menos por ahora y eso lo atormentaba. Estaba enamorado de la hija del hombre que arruinó su vida. Desde aquella primera vez que la vio, en aquel baile, quedó prendado de ella, y aunque no los presentaron aquella noche, se dedicó a admirarla desde lejos. Decepción, eso fue lo que sintió al descubrir que era hija de su enemigo, a pesar de ello, no pudo evitar investigar la, averiguar un poco más sobre la hermosa rubia que había despertado en él un sentimiento de obsesión. Con el paso de los meses se descubrió pensando en ella cada día, cada noche... había tenido un par de aventuras y al cons
Ante la mirada furiosa de su esposo, Victoria tuvo la necesidad de defenderse. —No te desobedeci nunca me dijiste que tenía prohibido algún lugar de la casa, además, Julieta está mintiendo. —¿Qué motivos tendría para mentirme?—¡No lo sé, pero miente! Fue Julieta quien me animó a entrar a la habitación y además me entregó la llave, dijo que era prohibido para los empleados, pero que no para mí, y es cierto, nunca dijiste nada. ¡Julieta miente, no sé por qué hizo esto, y porque está llorando, pero tienes que creerme!—¿Por qué debería creerte?— preguntó de mal humor. —¿Por qué?— preguntó indignada— Quizás porque soy tu esposa, tu mujer, ¿no pensarás que yo miento y la joven de servicio dice la verdad?—Eso es exactamente lo que parece. — dejó la foto en la cama, tomándola bruscamente del brazo arrastrándola fuera de la habitación que cerró nuevamente con llave—Esta es una habitación sagrada en la que nadie puede entrar y tú, la has profanado. —Sólo quería saber más de tu madre. —N
Era ya bastante tarde y Brailon no había regresado y aunque se dijo que debía tomarlo con calma, Victoria no podía evitar preocuparse, ¿le había sucedido algo?Yacía en la cama, pero no había logrado dormir ni un minuto, su preocupación iba en aumento a medida de que avanzaba la hora. Eran al rededor de las tres de la madrugada cuando sintió cómo alguien ingresaba a la habitación, iluminada únicamente por la tenue luz de la lamparita sobre la mesita de noche. —Es muy tarde—le dijo en un susurro. —No pensé que estuvieses despierta aún. Nunca nadie me ha esperado hasta que vuelva a casa. —Eso era antes—se sentó en la cama— soy tu esposa ahora. —él se sentó en la cama a su lado y el olor a alcohol llegó hasta ella. —Estás ebrio. —Solo he tomado unas cuentas copas. —Lamento que por mi culpa hayas recurrido al alcohol, y de verdad lamento mucho haber entrado allí, Brailon, lamento la discusión, los gritos, las ofensas, estaba fuera de mi. —Yo también lo lamento, debí ser más compren