Victoria creyó escuchar mal, rogó por haber escuchado mal.
—¿A mí?— preguntó sin aliento.—A ti—asintió él — te Vi por primer vez en una fiesta en casa de los Webber, y aunque no fuimos presentados, supe que algún día volvería a verte.—No... No le entiendo—No Victoria, no hables con este hombre, vete de aquí.—Es muy fácil, le daré a tu padre todo el tiempo que necesita para ponerse al día conmigo, de hecho, podrá cancelar me en pequeñas cuotas, sin más interés, sin lapsos, sin presiones. Siempre y cuando...—¿Siempre y cuando qué?—Te cases conmigo.— declaró tranquilamente.—¿Está usted loco?—preguntó aturdida— yo no puedo casarme con usted.—Si puedes, el trato es sencillo; te casas conmigo, tu padre tiene todo el tiempo que necesite para pagarme y solo podremos divorciarnos cuando Comway haya pagado la totalidad de la deuda.—¡Es una locura!— gimió Antonio.—¡Debe estar bromeando!— gimió Victoria.—No estoy de acuerdo—dijo el padre— no dejaré que uses a mi hija como garantía de pago—Brailon rió.—Piensalo Victoría, el futuro de tu familia está en tus manos. Cenaremos el sábado y me darás una respuesta—Yo... yo...—Por cierto, agradecerle a tu madre por el café, fue un agradable gesto, además huele muy bien — y con una malvada risa, se alejó saliendo del despacho.—¡Ni siquiera lo probaste!— gritó.—No le hagas caso hija, hallaré una solución.—Pediremos un préstamo al banco.—No quieren prestarme, saben mi posición, he intentado conseguir prestamos con algunos conocidos pero ... comienza a ser de dominio público que no estoy en mi mejor momento.—¡Santo Dios!—exclamó Victoria atormentada. Si, él era un hombre atractivo, muy guapo, de hecho... siempre que lo había visto en las revistas había soñado con conocerlo algún día, estaba internamente enamorada de él, McCloskey era una especie de crush, en cualquier otra circunstancia, aquella propuesta de matrimonio hubiese hecho que ella gritara de alegría, que se arrojará a sus brazos y lo besara, pero.... él no era como ella lo había imaginado, el hombre del cual se había enamorado existía solo en el papel y en las entrevistas, en la vida real, Brailon McCloskey, era malo, cruel y despiadado...Aquella noche durante la cena, Victoria estuvo distante y comió automáticamente, ¡Tenía dos días para tomar una decisión!, pero, ¿Qué debía hacer?, no quería ver a su familia sufrir, amaba demasiado a sus padres, tampoco quería casarse con aquel arrogante hombre del cual había estado inocentemente enamorada, admirando su imagen en revistas y anuncios, nunca se imaginó que él fuese tan despiadado.¿Qué había ocurrido entre ellos, que había hecho su padre como para que aquel hombre lo odiara?—Te hice una pregunta nena. —le reprochó Ellen.—¿Qué?, discúlpame madre, estaba pensando en otras cosas.—Eso veo. Te pregunté qué te pareció el señor McCloskey — si decidía casarse con él, su madre no podía saber que pensaba que era el hombre más arrogante sobre la faz de la tierra.—¿Qué te puedo decir?— miró a su padre, el cual parecía en completa tensión— me parece... un buen hombre.—Muy apuesto— dijo Ellen Comway con picardía.—Ciertamente.—¿Ciertamente?, ¿Es todo lo que se te ocurre decir?—sonrió.—Me invitó a salir. —soltó como si nada.—¿Qué?—gimió—¡Es fantástico, es una noticia maravillosa!—añadió emocionada.—No lo sé— frunció levemente el ceño.—Ya va siendo hora de que salgas seriamente con alguien, y McCloskey parece ser una buena opción.—¡Mamá, por favor, no empieces!—Yo creo que Victoria es libre de escoger lo que quiere—Antonio, miró a su hija enviándole una clara señal— no debe salir con un hombre solo por parecer una buena opción.—Yo creo todo lo contrario — sonrió la madre— es hora de que dejes crecer a Victoria. Siempre será tu nena consentida, pero algún día tendrá que casarse.—Lo sé, pero quiero que lo haga bien, que se aún buen matrimonio— Victoria miró a los ojos de su padre y aunque quiso sonreír para tranquilizarlo, sintió mucha culpa.—Por supuesto que lo hará.El sábado después de medio día Brailon llamó para avisar que recogería a Victoria a las siete en punto.Cuando el reloj marcó las cinco, Victoria preparó la tina con flores aromaticas y aceites, para luego introducirse en ella con toda la intensión de relajarse ya que le esperaría sin duda una larga noche de tensión.Su cuerpo temblaba de la sola idea de pensarse casada con aquel hombre, ¿Cuáles serían las reglas de aquel matrimonio?, ¿Qué esperaba de ella?Era absurdo que ese hombre pudiendo tener a cuánta mujer quisiera, se encaprichara con atarla a él.¿Por qué no podía dejar de pensar que detrás de todo aquello se escondía algo muy turbio?Después de mucho, el agua comenzaba a ponerse fría, cuando salió de la tina, se envolvió en una toalla para luego salir a la habitación observó el reloj, le quedaba el tiempo justo para prepararse. Se secó y busco en su armario.¿Qué debía ponerse?... ¿Algo sexy ó algo serio y formal?Algo sexy, recordando que estaba por tener una cita con su crush, el hombre que en revistas parecía inalcanzable.Algo serio y formal, sin olvidar que no era una cita cualquiera, estaba por hablar de "negocios" con aquel despiadado hombre.Se decidió por un vestido color marfil, con sandalias doradas de tacón alto y un bolso a juego.Cuarenta y cinco minutos más tarde, se miró en el espejo quedando satisfecha con su imagen, sus ojos solo transmiten angustia, retocó el labial y se colocó algunos accesorios, todo le daba un aire de elegancia y satisfacción.Alguien llamó a su puerta suavemente.—Adelante.—!Hija, estás bellísima!—Muchas gracias, madre— le regaló una hermosa sonrisa.—Tu caballero acaba de llegar.—Muy puntual. ¿Dónde está papá?—Antonio parece amargado y preocupado hoy, está en su despacho dice que tiene mucho trabajo y que está muy ocupado así que no se despedirá de ti, pero te envío un mensaje " Un no a tiempo, vale más que mil oportunidades", dijo que le comprenderías.—Ciertamente.—En ocasiones me produ e un poco de celos que me dejen fuera de sus secretos— Victoria sonrió y la estrechó con cariño.—Son tonterías entre papá y yo, nada con mucha importancia.Brailon McCloskey, estaba sentado en un amplio sofá pensando en cuál sería la respuesta de Victoria. Algo le indicaba que ella aceptaría, amaba demasiado a sus padres, pero el sentido común le gritaba que no se confiara, Victoria Comway no era una mujer con un carácter fácil.Estaba tan inmenso en sus pensamientos que no se dió cuenta de que Victoria había llegado al salón seguida de su madre, hasta que ella habló.—Hola, estoy lista. —él alzó la vista y quedó sorprendido con lo que vió, ya sabía que Victoria era hermosa, pero esa noche en especial estaba aún más radiante, con ese sexy vestido, sus ojos la recorrieron apreciativamente, Ellen se aclaró la garganta y Brailon volvió al presente.—Estas muy hermosa.—Gracias.—¿Nos vamos?— Brailon la miró con una enorme sonrisa.—Cuando gustes— Ellen los acompañó hasta las puertas, les sonrió ampliamente y exclamó;—¡Qué se diviertan!—Seguro—respondió victoria fingiendo dulzura. Brailon si rio y se marcharon en dirección al auto. Ninguno dijo nada, hasta que y iban andando.—¿A dónde vamos?—Al cisne dorado—respondió tranquilamente.—Sin duda alguna tiene usted muy buen gusto.—Ciertamente, por eso me fijé en ti. — la respuesta de él fue sincera y tranquila, Victoría se giró para verlo, en busca de alguna muestra de sarcasmo o ironía, pero no encontró ni una sola pizca de ello. Por el contrario, se encontró con su maravilloso perfil, era muy atractivo, y eso género un escalofrío en su bajo vientre... entendió por qué lo consideraba su amor platónico e imposible, él era un hombre imponente y muy hermoso, sin duda, el sueño de cualquier mujer, y estaba a poco de responderle si quería o no ser su esposa.Mantén la cabeza fría, Victoria se dijo recriminándose que por un instante se dejara guiar por sus emociones.Conteniendo sus emociones, lo miró de la manera más fría posible. —¿Debería dar las gracias ó gritar de histeria?—Supongo que lo primero, después de todo es un cumplido. —Vaya—dijo sarcástica—Muchas gracias. —No deberías estar siempre a la defensiva, aunque debo reconocer que te ves hermosa y tentadora cuando te enfadas. —Soy la mujer más feliz del mundo por recibir tantos halagos del mismísimo Brailon Mccloskey. —Deja el cinismo, querida. La verdad es que si, muchas estarían felices de estar en tu lugar. —¡Eres un infeliz arrogante!— le dijo enojada, y se sorprendió cuando él dejó escapar una fuerte carcajada, que por un instante logró hacerla encogerse en su asiento, pero instantes después, logrando reponerse, enderezó la espalda con actitud desafiante. —¿Así que soy un arrogante?—Exactamente. ¿Por qué no te quedas con una de esas desesperadas por obtener atención tuya, y me dejas en paz?—¿Realmente es eso lo que te gustaría?—¡Si!—Si hago eso, Antonio pierde su oportunid
—Hija, no sé por qué presiento que te has apresurado con este matrimonio. —Nada de eso, mamá, sé perfectamente lo que hago. Mi matrimonio con Brailon es, la mejor decisión que pude tomar.—No suenas como suena novia muy feliz—su madre la miró con preocupación. —No trates de confundirme, madre. Te agradó Brailon desde que lo viste. —Si, pero...—Mamá, por favor...—De acuerdo—suspiró la mujer—solo quiero que seas feliz. "Este matrimonio no puede hacerme feliz porque no es lo que quiero, porque no conozco a ese hombre despiadado que intenta vengarse, pero no sé de qué"—Seré muy feliz, madre—mintió mientras le sonreía—Brailon es... el hombre de mis sueños. —"De mis pesadillas" quiso decir, aunque había Sido su crush y había fantaseado con conocerlo, ser su novia y a la larga ser su esposa, nunca imagino que el pudiese ser tan cruel... una garantía, una moneda de cambio, eso es lo que era para él. —Apresuremonos tesoro, el novio está esperando. El matrimonio fue sencillo, tal y com
Estaba inmóvil, como una estatua, los ojos de Brailon brillaban de un modo extraño al recorrer sus hombros prácticamente desnudos, excepto por los tirantes de encaje de su camisón, el femenino corazón latió a un ritmo acelerado y empezó a temblar sin cesar. —¡Suéltame, Brailon!— le exigió. Él sonrió triunfante mientras seguía acariciando su piel y la sentía estremecerse. Si aquel hombre era el demonio y esa habitación, su infierno terrenal, aquellas caricias eran la representación de las llamas del infierno contra su piel. —¿Por qué huyes de mi?, ¿Es que acaso no dejé bastante claro desde un principio, lo que esperaba de ti?— tiró de su femenino cuerpo, estrechándolo contra él, permitiéndole sentir toda aquel cuerpo que era un enorme cuerpo de músculos y poder. Victoria se removió inquieta, y Brailon se burló de sus absurdos intentos por escapar de su abrazo, bajó su cabeza en busca de sus labios para apoderarse de ellos con vehemencia.La boca de Brailon era firme y fuerte, logran
Victoria se estiró con pereza y sintió la tibia seda de la sábana resbalar por su cuerpo, abrió los ojos y por un instante no reconoció la habitación en dónde se encontraba, hasta que por fin todos los recuerdos llegaron a ella; la deuda de su padre, su boda, la casa, aquella habitación y la noche de bodas que compartió con su esposo. Brailon había sido tan tierno y complaciente la noche anterior, la hizo olvidar de las extrañas circunstancias que rodeaban su matrimonio. Se sintió ruborizar y dió gracias a Dios de que Brailon no se encontrará en la habitación, estaba totalmente desnuda y se sentía vulnerable como para tener un nuevo enfrentamiento con él. Recordó que la noche anterior le había confesado que ella lo había amado y sintió un peso en su pecho. ¿Se burlaría de ella por sus sentimientos ó se aprovecharía de ellos?, Victoria decidió que lo mejor era tranquilizarse, reaccionaría de acuerdo a las acciones de su esposo. Se movió, tenía que levantarse y tomar una ducha, pero
Después de mucho rato, Victoria bajó a la cocina por un vaso con zumo de fruta o con agua, debía tomar algo. Al entrar se topó con una mujer madura que se movía por toda la cocina como pez en el agua. Al mirarla, se detuvo y le sonrió;—Usted debe ser la señora Victoria.—al verla asentir prosiguió— yo soy Sophie. —Un placer, Sophie. Mi... mi esposo me habló sobre usted, es un gusto conocerla. —El gusto es mío. ¿Desea algo, señora?—Venía por un poco de zumo. —En un instantes se lo sirvo — y así muy rápidamente, le entregó un vaso. —Muchas gracias, Sophie. Mi esposo... ¿Lo ha visto?—Acaba de irse. Creo que eran asuntos de la inmobiliaria y al parecer así tos delicados, salió furioso. —¿Furioso?— Victoria abrió mucho los ojos, no pudo ocultar su reacción. —Tranquila, señora. Brailon tiene mal carácter, pero le aseguro que es un buen hombre, es solo que ha tenido una vida muy dura y el sufrimiento lo ha cambiado. —¿Sufrimiento?—Asuntos de su familia, no me extraña que no lo sepa
Victoria intentó moverse, aún adormilada pero, la mano de Brailon. descansaba en uno de sus senos y el brazo aprisionaba su cuerpo como si no quisiera que ella se apartará de él.Aprovecho la oportunidad de que él estuviese dormido para apreciar la hermosura masculina de su esposo. Sus facciones estaban tan relajadas en aquel momento, su boca entreabierta era muy sensual, su cabello totalmente revuelto le daba un aspecto juvenil y descuidado, parecía vulnerable, pero estaba claro que sí algo no estaba en el diccionario que definiría a Brailon era la palabra vulnerable, todo el reflejaba poder y seguridad. Tuvo un fuerte impulso de besarlo y no pudo contenerlo, así que se movió un poco, solo lo necesario hasta que pudo posar sus labios en los de él, que al sentir la presión sobre ellos, formaron una linda sonrisa. —Que dicha sería despertar así todos los días — dijo y abrió los ojos. Victoria se ruborizó, se sintió como una niña a la que acaban de pillar comiéndose el dulce antes de
Brailon despertó primero y decidió tomar una ducha, tras recibir un mensaje de Arthur se preparaba para ir a la oficina. Al vestirse, y salir del vestidor hacia la habitación para acomodar su corbata, se encontró con la.imagen se una dormida Victoria. No pudo evitar admirarla, sus hermosos rizos rubios estaban esparcidos por la almohada, sus labios rosados, su piel pálida. Era hermosa y suya... al menos por ahora y eso lo atormentaba. Estaba enamorado de la hija del hombre que arruinó su vida. Desde aquella primera vez que la vio, en aquel baile, quedó prendado de ella, y aunque no los presentaron aquella noche, se dedicó a admirarla desde lejos. Decepción, eso fue lo que sintió al descubrir que era hija de su enemigo, a pesar de ello, no pudo evitar investigar la, averiguar un poco más sobre la hermosa rubia que había despertado en él un sentimiento de obsesión. Con el paso de los meses se descubrió pensando en ella cada día, cada noche... había tenido un par de aventuras y al cons
Ante la mirada furiosa de su esposo, Victoria tuvo la necesidad de defenderse. —No te desobedeci nunca me dijiste que tenía prohibido algún lugar de la casa, además, Julieta está mintiendo. —¿Qué motivos tendría para mentirme?—¡No lo sé, pero miente! Fue Julieta quien me animó a entrar a la habitación y además me entregó la llave, dijo que era prohibido para los empleados, pero que no para mí, y es cierto, nunca dijiste nada. ¡Julieta miente, no sé por qué hizo esto, y porque está llorando, pero tienes que creerme!—¿Por qué debería creerte?— preguntó de mal humor. —¿Por qué?— preguntó indignada— Quizás porque soy tu esposa, tu mujer, ¿no pensarás que yo miento y la joven de servicio dice la verdad?—Eso es exactamente lo que parece. — dejó la foto en la cama, tomándola bruscamente del brazo arrastrándola fuera de la habitación que cerró nuevamente con llave—Esta es una habitación sagrada en la que nadie puede entrar y tú, la has profanado. —Sólo quería saber más de tu madre. —N