Toda la piel se me erizo al saber que había contratado a alguien así, definitivamente me encontraba casada con un desquiciado que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por salirse con la suya. Tenía que ser muy precavida ya que no solo la vida de Andrew se encontraba en juego sino también la de todos los que me rodeaban e incluso podría decir que yo corría peligro.

_ ¿Acaso también tienes una fantasía sexual con mujeres? Porque yo estoy dispuesto a hacer tríos en caso de que lo desees, no soy un hombre de mente cerrada y por lo que veo tú has cambiado; si tan solo hubieras sido así años atrás jamás te hubiera pedido el divorcio.

_ Me halaga que digas eso, de hecho preguntaba porque he tenido fantasías sexuales disfrazándome e incluso actuando como asesina a sueldo.

Martín se miraba tan complacido que seguía mi voz, él no se quiso arriesgar a que las cosas llegaran a su final antes del clímax. Astrid lo montó mientras él la sujetaba fuertemente de su pelvis, por suerte nosotras ér