En el momento que mi mamá supo de mi embarazo se puso tan feliz y fue en ese momento que lo anunciamos a los demás, se celebró en el jet del señor Améry y pude ver como Nicolás mostraba un entusiasmo muy grande.

— Mamá — él puso sus manos en mi vientre — prometo que también voy a cuidar a mi hermanito o hermanita, te quiero.

Él me abrazó y puso su cabeza en mi vientre mientras una enorme sonrisa se dibujaba en su rostro, Nicolás esperaba que se pudiera escuchar a la criatura o algo por el estilo pero nosotros sabíamos bien que esto era algo imposible.

— Felicidades cariño — el señor Améry me abrazó — esa criatura ya es muy amada, espero que todo salga bien y a partir de ahora ten por seguro que nosotros te vamos a cuidar el doble de lo que ya te estamos cuidando.

Finalmente llegamos a Italia y en la mansión del señor Améry nos esperaba toda la servidumbre que trabajaba en este sitio, ellos nos saludaron educadamente y cada uno de los empleados tomó nuestro equipaje.

— ¿Qué les parece