Solamente sonreí al escuchar las palabras de la baronesa, esto hizo que ella se pusiera aún más molesta pero a mí me dió simplemente igual.

— Escuche señora, comprendo que el hecho de ser una mujer casada y tener hijos no significa que nos vamos a alejar de las personas que queremos, en mi caso nunca lo hice y si decidí poner distancia de alguien es porque esa persona no me daba la paz que necesitaba.

— Lo que me digas me importa muy poco, mi esposo es un buen hombre y un abuelo amoroso pero no en el sentido de morbo como tú dices — ella nos miró con desdén — no crean que voy a descansar, haré hasta lo imposible por arruinar su negocio que fuimos nosotros que lo levantamos y lo pusimos en el mapa.

— En eso se equivoca, empresas Dalton era muy conocida antes de que ustedes pusieran sus ojos en nosotros — di un paso al frente y la miré de forma amenazadora — así que deje de levantar falsos y váyase de una buena vez, le advierto que mi guerra aún no ha terminado y voy a convertirme en la