Astrid era una mujer bastante inteligente una vez que la conocías más a fondo. Al ver la hora supe que Martín no tardaba en llegar así que la lleve a mi cuarto, ella se escondió en el baño y ahí esperó pacientemente a que llegará su momento de entrar en acción.

_ Emma _ Martín gritó _ ¿En dónde te encuentras cariño? Ya he venido de trabajar, por favor ven que necesito verte.

Me estaba preparando para bajar y la impaciencia de Martín hizo que subiera al cuarto, lo miré sumamente molesto sin embargo se detuvo en el momento que miró la lencería que traía puesta, él me vió con tanta hambre pero eso cambió casi de inmediato.

_ No me digas que pensabas meter al im