Los primeros rayos de sol se colaron en la habitación, miré que Andrew dormía plácidamente a mi lado mientras veía lo feliz que había sido durante este tiempo. Me levanté para ir a ver a mis hijos y Nicolás se encontraba con su hermanita, esa pequeña que era la adoración de mi hijo y sus sentimientos eran correspondidos de gran forma.

— Cariño — acaricié su mejilla — por favor ve a prepararte, recuerda que hoy tienes la visita con tu abuelita y conocerás a tus tíos.

La madre de Martín me había pedido mantener el contacto con su nieto, no tenía el corazón para negarme, ya que la pobre mujer había perdido a su hijo y era incapaz de también prohibirle el encuentro con lo único que le quedaba de esta persona.

— Está bien mamá — él le dió un beso a la niña — nos vemos luego hermanita.

Miré como Nicolás se fue a preparar, tomé a mi hija y bajé hasta el comedor en donde se encontraba mi familia. Andrew bajó y me dió un beso en la frente para después cargar con la niña que estuvo feliz con su