Hola Queridas Lectoras Espero les estén gustando los últimos capítulos, he leído sus comentarios, esperen a ver lo que sucederá. La historia va a dar un giro muy grande, los personajes van a ir revelando sus verdaderas intenciones, además de que poco a poco, se estarán agregando nuevos personajes a la historia.
Franco Amato había contratado a un buen investigador privado, la tarea encomendada era encontrar a Alberto Priego.- Necesito que lo busques, necesito saber todo lo relacionado con Alberto, Alejandro y Camila. Se que no deben estar lejos, no podrían dejar a su hija y/o nieta sola, tanto tiempo.- ¡Si señor! Usted pierda cuidado, que si ese hombre esta en Italia, le vamos a encontrar. Pondré a varios hombres a buscarle, esto no debe demorarnos tanto, aun cuando Caterina lo esté protegiendo.- ¡Perfecto! Y ¿Has logrado averiguar algo sobre Marco Barzinni?- ¡Efectivamente! Si hay un Barzinni vivo, este vive en Nueva York. Pero está más protegido que el mismo presidente, mantiene un bajo perfil, pero, aun así, lo hemos encontrado.- Manténganlo vigilado, necesito saber cada uno de sus movimientos.- ¡Así será señor!El juez Amato subió a su lujoso auto y le dijo al chofer:- Llévame a la siguiente dirección.- ¡Si señor! ¿Oiga, pero este acaso no es…?- ¡Efectivamente! Necesito hablar con
Pietro, Aurora y Guadalupe después de un largo viaje llegaron a Gaeta, Angostina los esperaba en la entrada, al ver a Guadalupe abrió los brazos y dijo:- ¡Señorita Ángela! ¡Que gusto verla de nuevo aquí! Su habitación ya está lista, tal como usted la dejo.- ¡Gracias Angostina! ¿Estás lista para seguir dándome clases de cocina italiana?- ¡Claro señorita! Ya sabe, la cocina es suya.Aurora al ver que todo marchaba bien, dijo:- Bueno, bueno ya estamos en Gaeta, por lo que debo ir a mi apartamento, hace casi un mes que no me paro por ahí, por lo menos debo de dar señales de vida, los dejo para que termines de instalarte Guadalupe.- Aurora, ¡Le pediré al chofer te lleve a casa! – Dijo Pietro- ¡Gracias Señor Pellegrini! ¡No esperaba más! – Dijo Aurora irónicamente.- Angostina, ¡Por favor pídele alguno de los chicos nos ayude con las maletas de Guadalupe!- ¡Si señor! Si no hay más que hacer, me retiro a preparar la cena. – Dijo Angostina marchándose.- Pietro, vamos a caminar, quiero
Pietro después de dejar a Guadalupe en su habitación se dirigió a su estudio, paso ahí largo rato sentado en la silla detrás de su escritorio. Pensaba en como la vida nuevamente le hacia una jugada, Guadalupe había regresado a casa, pero ahora no estaba sola, ya no era una niña como cuando llego ahí la primera vez.- Hasta en esto siempre debes ir delante mío Massimo… Pensó en voz alta.Recordó cómo fue la confusa relación que mantuvo en secreto con Guadalupe mientras ella estuvo ahí. Ella nunca menciono nada de Massimo, así que cuando decidió regresar a casa de este y casarse, Pietro pensó que solo se trataba de un berrinche por haberla abandonado la noche de la cena de la compañía.Nadie supo que entre Pietro y Guadalupe había más de lo que se veía en la superficie, el poco a poco se fue enamorando de la chica. El no le negaba hacer lo que ella quería, por lo que Guadalupe había conseguido un empleo en un Café – Bar, era vocalista de una banda de rock que tocaba ahí de vez en cuando,
Mientras la noticia del embarazo de Guadalupe sacudía a Pietro y lo hacía tomar una decisión difícil, pero que aceptaría con todo el amor posible. En Lazio, Massimo visitaba a Alessia en su apartamento, le dio la noticia de que su divorcio finalmente había sido registrado y ahora era un hombre libre.- ¡Amor eso es una excelente noticia! – Dijo Alessia saltando de alegría.- ¡Lo sé! Es solo que me preocupa un poco lo fácil que la abuela puso las cosas, conociéndola no puedo tener la guardia baja. – Dijo Massimo tratando de desviar el sentimiento de tristeza que había provocado el divorcio con Guadalupe.- ¡Amor, tranquilo! Lo importante es que ya estas legalmente soltero, ahora podemos pasearnos libremente y podemos ¡Planear nuestra boda! – Dijo la chica con ojos llenos de emoción mientras masajeaba los hombros de Massimo.- ¡Oye! Sabes que te amo, ¿verdad? – Dijo Massimo como si con eso dicho el mismo se convenciera de que ella era la mujer con la que debía estar.- ¡Si mi vida! ¡Yo t
Leonardo Pellegrini quedo viudo cuando sus hijos tenían 15 y 13 años respectivamente, esto había resultado en un duro golpe al corazón del hombre. Martina Pellegrini había sido su único amor, se habían conocido cuando este comenzaba a trabajar en el Grupo Pellegrini y fue su mano derecha cuando tuvo que tomar el control del Grupo Priego y socios.Ella había sido asistente de Franco Amato, gracias a la chica comenzaron a percatarse de los malos manejos que este hombre había hecho.Martina Vani era joven, recién había concluido su secundaria nivel superior, no tuvo oportunidad de estudiar una carrera debido a los problemas económicos de su familia. Así que, con un golpe de suerte, una amiga la recomendó como secretaria para el recién llegado abogado y mano derecha del presidente.Martina era hermosa e inconscientemente, gracias a eso le había ayudado a conseguir el puesto, Franco muchas veces quiso salir con ella; sin embargo, esta cortésmente le rechazaba.Lorenzo Pellegrini era un homb
Pietro había mejorado en actitud al llegar su abuela, comenzaba a trabajar en las materias que estaba por perder, por lo que había días que se quedaba hasta tarde en la biblioteca de la escuela.Uno de esos tantos días, paso por la oficina del profesor de artes, la luz estaba encendida y de ella se escuchaban ruidos peculiares. El profesor de artes era bien conocido por el bajo mundo entre los estudiantes, como un acosador y/o un coqueto entre las chicas, no había adolescente que se le escapara, por las buenas o por las malas, este obtenía lo que quería. Por lo que, en esa ocasión, al ver la luz de su oficina encendida y escuchar ruidos, entro y encontró a Alessia desnuda en el regazo de profesor, era obvio lo que estaba sucediendo.El profesor traro de detenerlo, pero estaba semidesnudo y no podía salir así de su oficina, el chico corrió y llego a casa, quiso decirle a Massimo lo que había visto, pero esa ocasión su hermano mayor había acompañado a Leonardo a una cena de negocios. Su
Franco Amato era un juez implacable, al pasar de los años se había hecho de una fama que nadie podría borrar. Era considerado como un ciudadano ejemplar, así que su opinión pesaba, ya fuera en el ámbito laboral, como en lo familiar.Los padres de Alessia, que por varios años solo habían sido espectadores de la relación entre su hija y Massimo Pellegrini. Hoy día después de enterarse por los medios, de que su hija por fin había atrapado a uno de los hombres mas ricos de Lazio, querían conocerle.Lucrezzia De Santis y Franco Amato (Padre) le habían solicitado a Alessia hablar con su futuro yerno, por lo que la chica emocionada, acepto y planeo una cena en un lujoso restaurant de Lazio. En esta reunión obviamente estaría Franco Amato (Abuelo), por el lado de Massimo, solo estaría el, ya que Leonardo se encontraba en un viaje de negocios.En esa ocasión, Massimo se sintió solo, muy solo. Tuvo que poner el semblante frio que siempre utilizaba en el mundo de los negocios, para que nadie se p
Mientras en Lazio comenzaban a moverse varias fichas, en Gaeta, Pietro llevaba a Guadalupe a su primera revisión con el Ginecólogo.- ¡Hola Señorita Priego, Señor Pellegrini! Fue usted quien me escribió a las 12:00am, a las 2:00am y los demás correos, ¿Verdad?- Hola Dr. Ángel Romano, efectivamente, me surgieron muchas dudas sobre el embarazo y no podía dormir bien.Guadalupe se sorprendió al escuchar que Pietro había estado investigando sobre el embarazo y que, sobre todo, ya tuviera lista una cita con un excelente médico.- Dr. Romano, hace 3 semanas me hice una prueba de sangre y salió positiva, pero me decía la analista que era muy pequeño.- Srita. Priego, tal como su esposo me escribió en la madrugada, si apenas sucedió la concepción, debe ser pequeño, pero es importante comenzar a dar seguimiento oportuno. Le voy a preparar para tomar una muestra de sangre y además de hacer una ecografía para conocer el tamaño del saco gestacional.Pietro estaba sonrojado, no esperaba que el med