Estimadas lectoras Espero les esté gustando la historia, aún hay más cosas que están por venir.
Mientras la noticia del embarazo de Guadalupe sacudía a Pietro y lo hacía tomar una decisión difícil, pero que aceptaría con todo el amor posible. En Lazio, Massimo visitaba a Alessia en su apartamento, le dio la noticia de que su divorcio finalmente había sido registrado y ahora era un hombre libre.- ¡Amor eso es una excelente noticia! – Dijo Alessia saltando de alegría.- ¡Lo sé! Es solo que me preocupa un poco lo fácil que la abuela puso las cosas, conociéndola no puedo tener la guardia baja. – Dijo Massimo tratando de desviar el sentimiento de tristeza que había provocado el divorcio con Guadalupe.- ¡Amor, tranquilo! Lo importante es que ya estas legalmente soltero, ahora podemos pasearnos libremente y podemos ¡Planear nuestra boda! – Dijo la chica con ojos llenos de emoción mientras masajeaba los hombros de Massimo.- ¡Oye! Sabes que te amo, ¿verdad? – Dijo Massimo como si con eso dicho el mismo se convenciera de que ella era la mujer con la que debía estar.- ¡Si mi vida! ¡Yo t
Leonardo Pellegrini quedo viudo cuando sus hijos tenían 15 y 13 años respectivamente, esto había resultado en un duro golpe al corazón del hombre. Martina Pellegrini había sido su único amor, se habían conocido cuando este comenzaba a trabajar en el Grupo Pellegrini y fue su mano derecha cuando tuvo que tomar el control del Grupo Priego y socios.Ella había sido asistente de Franco Amato, gracias a la chica comenzaron a percatarse de los malos manejos que este hombre había hecho.Martina Vani era joven, recién había concluido su secundaria nivel superior, no tuvo oportunidad de estudiar una carrera debido a los problemas económicos de su familia. Así que, con un golpe de suerte, una amiga la recomendó como secretaria para el recién llegado abogado y mano derecha del presidente.Martina era hermosa e inconscientemente, gracias a eso le había ayudado a conseguir el puesto, Franco muchas veces quiso salir con ella; sin embargo, esta cortésmente le rechazaba.Lorenzo Pellegrini era un homb
Pietro había mejorado en actitud al llegar su abuela, comenzaba a trabajar en las materias que estaba por perder, por lo que había días que se quedaba hasta tarde en la biblioteca de la escuela.Uno de esos tantos días, paso por la oficina del profesor de artes, la luz estaba encendida y de ella se escuchaban ruidos peculiares. El profesor de artes era bien conocido por el bajo mundo entre los estudiantes, como un acosador y/o un coqueto entre las chicas, no había adolescente que se le escapara, por las buenas o por las malas, este obtenía lo que quería. Por lo que, en esa ocasión, al ver la luz de su oficina encendida y escuchar ruidos, entro y encontró a Alessia desnuda en el regazo de profesor, era obvio lo que estaba sucediendo.El profesor traro de detenerlo, pero estaba semidesnudo y no podía salir así de su oficina, el chico corrió y llego a casa, quiso decirle a Massimo lo que había visto, pero esa ocasión su hermano mayor había acompañado a Leonardo a una cena de negocios. Su
Franco Amato era un juez implacable, al pasar de los años se había hecho de una fama que nadie podría borrar. Era considerado como un ciudadano ejemplar, así que su opinión pesaba, ya fuera en el ámbito laboral, como en lo familiar.Los padres de Alessia, que por varios años solo habían sido espectadores de la relación entre su hija y Massimo Pellegrini. Hoy día después de enterarse por los medios, de que su hija por fin había atrapado a uno de los hombres mas ricos de Lazio, querían conocerle.Lucrezzia De Santis y Franco Amato (Padre) le habían solicitado a Alessia hablar con su futuro yerno, por lo que la chica emocionada, acepto y planeo una cena en un lujoso restaurant de Lazio. En esta reunión obviamente estaría Franco Amato (Abuelo), por el lado de Massimo, solo estaría el, ya que Leonardo se encontraba en un viaje de negocios.En esa ocasión, Massimo se sintió solo, muy solo. Tuvo que poner el semblante frio que siempre utilizaba en el mundo de los negocios, para que nadie se p
Mientras en Lazio comenzaban a moverse varias fichas, en Gaeta, Pietro llevaba a Guadalupe a su primera revisión con el Ginecólogo.- ¡Hola Señorita Priego, Señor Pellegrini! Fue usted quien me escribió a las 12:00am, a las 2:00am y los demás correos, ¿Verdad?- Hola Dr. Ángel Romano, efectivamente, me surgieron muchas dudas sobre el embarazo y no podía dormir bien.Guadalupe se sorprendió al escuchar que Pietro había estado investigando sobre el embarazo y que, sobre todo, ya tuviera lista una cita con un excelente médico.- Dr. Romano, hace 3 semanas me hice una prueba de sangre y salió positiva, pero me decía la analista que era muy pequeño.- Srita. Priego, tal como su esposo me escribió en la madrugada, si apenas sucedió la concepción, debe ser pequeño, pero es importante comenzar a dar seguimiento oportuno. Le voy a preparar para tomar una muestra de sangre y además de hacer una ecografía para conocer el tamaño del saco gestacional.Pietro estaba sonrojado, no esperaba que el med
Pietro y Guadalupe regresaron a casa, ella tomó una larga siesta mientras él conducía. Mientras iba por el camino, Pietro pensaba en que había muchas cosas por arreglar, había un bebé en camino y nada sería igual, necesitaba contarle las buenas nuevas a alguien y había papeles que arreglar.Llegando a casa, al parar el auto, Guadalupe despertó y Pietro le abrió la puerta y dio su mano para ayudarle a salir. Al salir la abrazó y levantó, diciendo: - ¡Estoy emocionado! ¿Te imaginas una copia tuya corriendo por el amplio jardín? ¿Corriendo por la playa? - ¡Pietro aún es muy pronto! - ¡Si, pero imagínalo! ¡En poco tiempo esta casa estará llena de juguetes y cosas de bebé! - ¿Han dicho cosas de bebé, señor? - Dijo Angostina con duda. - ¡Si Angostina, en poco tiempo habrá un bebé aquí! Pero nadie más que tú debe saberlo por el momento. - Dijo Pietro seriamente. Guadalupe no pudo hacer más que sonrojarse, era obvio que Angostina estaba sorprendida, pero era innegable que en pocos meses
Desde aquella noche, Pietro le pidió a Guadalupe dormir en la habitación principal, esa petición le salió de manera natural sin pensar. Esa misma noche después de cenar, ambos se fueron a sus respectivas habitaciones, Pietro tomó un baño, se puso el pijama y se recostó en la cama, reconoció que esa petición fue demasiado precipitada, ella apenas había llegado a casa, recién se había divorciado y estaba embarazada, se sintió tonto al pensar lo que le había pedido durante el día. Después de pensarlo un rato, se puso sus lentes y comenzó a leer un libro que tenía en la mesita de noche, su lectura fue interrumpida cuando escucho que llamaban a la puerta. - ¡Adelante! - Dijo Pietro cerrando su libro y sintiendo emociones encontradas. Guadalupe había ido a su habitación, estuvo parada frente a su ventana viendo la oscuridad de la noche, reflexionó en cómo su vida estaba cambiando, llevaba en su vientre un bebé, el fruto de un amor no correspondido, pero, ahora la vida le presentaba la op
Guadalupe y Pietro fueron a su visita con el Ginecólogo, todo marchaba bien, el saquito gestacional ya había crecido unos cuantos milímetros más y todo se veía bajo control. Preguntaron al médico si podían hacer viajes largos, Pietro se preocupaba de más y no quería dejar pasar ningún detalle, el cumpleaños de la abuela Caterina estaba a la vuelta de la esquina y el viaje en auto era largo.Luego de ahí, Guadalupe y Pietro salieron y caminaron por las calles que estaban cerca del hospital, ella despertó con un antojo incontrolable por pastel de fresas, así que andaban en búsqueda de aquel bocadillo que tanta agua en la boca le producía a su mujer. Ultimadamente Guadalupe se había vuelto muy glotona, le agradaba todo aquello que fuera dulce, muy dulce, eso le había hecho ganar un poco de peso, a ojos de Pietro eso era encantador.- Guadalupe, mira ¡Aquí hay una pastelería! – Dijo Pietro señalando el local.- ¡Entremos! – Dijo Guadalupe entusiasmada.Ya dentro del local, había variedad d