Estimadas lectoras y lectores Esta será una larga despedida, Luciano se va y no sabe bien cuando volverá.
Massimo ahora sabía que, gran parte de la familia, influía el núcleo, es decir, el padre y la madre. Lo había visto él mismo y lo comprobaba con su padre y, en su momento, con su abuela.Luego de una larga y a la vez corta sobremesa, llegó el momento de decir adiós… Un adiós que sabía raro, un adiós que nadie quería decir, un adiós que tanto Massimo como Luciano no querían darse, pero que era necesario.Ellos habían hecho un pacto y habían dado su palabra, así que, con tristeza, tuvieron que ponerse los pantalones de adultos y sonreír.- Luciano… Antes de que te vayas, cuando termines de despedirte de todos, pasas a verme al estudio, ahí te estaré esperando. – dijo Massimo tratando de aguantar el nudo en la garganta.- Sí, Massimo… - respondió el chico.Los primeros en despedirse fueron los viejos Matteo y Magnus, que, con sus sabios años de experiencia, sabían que esta no era otra más que una despedida momentánea.Sabían que el tiempo era sabio y que el joven regresaría en menos de lo
El hombre que se despedía, poco a poco, sentía que cada paso que daba le pesaba más y más. Su familia estaba ahí, la dejaba para irse a un lugar muy lejano. En esta ocasión iba acompañado, pero preferiría quedarse, sabía que esa familia necesitaba de él y él necesitaba de todos ellos.Cuando llegó el turno con Paolo, él se esforzó en no llorar, ya que, al verlo, solo podía recordar cómo fue que ya había pasado tanto tiempo.Si mal no se equivocaba, su hermanito casi tenía la misma edad de Maurizio, cuando comenzaron a dejarse de ver tan seguido.Luciano era su héroe, como ahora lo era para Maurizio, pero el primero no pudo ver cómo regresaba hasta ahora.La situación que tenía Paolo no era fácil, así que, antes de mostrar alguna debilidad. Luciano tomó aire y sonrió.- Paolo… Ven, hermano, ven… Oye… Sea cualquiera que sea, la decisión que tomes, yo siempre te voy a apoyar.Coincido con papá, tal vez sea bueno que le des el beneficio de la duda a Pierre. Tal vez solo quiere conocerte,
Una vez hecho esto, Luciano salió y caminó hacia la oficina donde Massimo ya lo esperaba mientras revisaba algunos documentos de la fusión. - ¿Ya te despediste de todos? – preguntó Massimo mirando con tristeza a su hijo. - Ya, Almendra se está despidiendo de ellos también… ¡Gracias, Massimo! De verdad, ¡Gracias, por dejarme estar con mis hermanos! ¡Gracias, por dejarme volver a verlos! – dijo Luciano con nostalgia. Massimo lo miró, se levantó de su asiento, rodeó el escritorio y se acercó a su hijo para poder abrazarlo fuertemente. - ¡Tú, Luciano! ¡Tú eres mi hijo! ¡Jamás creas que te voy a negar el venir aquí! Si ahora mismo me dices que no te quieres ir, yo mismo voy a ir a hablar con Moretti para que te deje quedarte, así tenga que vender mi alma al diablo. Si tú así lo decides, yo hablo con él y consigo que te quedes. - ¡Gracias…! Pero, ya soy un hombre y, ¿Qué clase de hombre sería si te dejo pelear mis batallas…? - dijo Luciano, muy seguro de lo que decía. - ¡Está bien, h
Para Massimo no era ningún secreto que su hija atravesaba por un momento crucial en su vida. Él se miraba y era obvio que conforme sus hijos crecían, los problemas también. Solo pedía a todos los santos habidos y por haber, que le dieran la iluminación correcta para poder aconsejarlos de la mejor manera.Massimo ya había mandado a investigar a Adrien Bianchi, esto lo hizo casi desde el momento en que su hija le confesó que ella quería que el padre de su hija tuviese contacto con la bebe. Por lo que en secreto había investigado toda la vida y obra de aquel joven.Sinceramente, Massimo no se sentía con la calidad moral para reclamarle algo, ya que él, precisamente recordando su pasado con Guadalupe, era el menos indicado para hacerlo; sin embargo, en este caso se trataba de su hija y por ella tenía que tomar cartas en el asunto.Después de mucho pensarlo, decidió que era momento de tener una plática de hombre a hombre con aquel joven. Así que sin decirle nada a nadie, el contacto al jo
Guadalupe estaba parada en el balcón de la habitación en la que dormía desde hace 3 años. No quiso encender las luces, para que con la oscuridad de la noche se cubrieran las lágrimas que rodaban por sus mejillas.“¡Esto se acabó! No puedo seguir así, no puedo más” – Pensaba mientras observaba hacia el frente.De pronto la luz de un auto la sacó de sus pensamientos, su amado esposo regresaba a casa y sabía muy bien lo que sucedería. Su esposo Massimo Pellegrini era el presidente del Conglomerado Pellegrini, el cual es de los más importantes de la provincia de Lazio. Hoy por la mañana había olvidado un folder lleno de documentos que, al pensar por Emma y Guadalupe, posiblemente utilizaría y tendría problemas si no los tenía.Trato en varias ocasiones de marcarle para comunicarle sobre sus documentos, pero al no recibir respuesta, salió de la mansión con la misión de llevar los documentos ella misma, solo le avisó a Emma Fiore, su ama de llaves.Emma no contesta, Massimo. ¿Estás segura d
Guadalupe estaba cansada de tanto llorar, mientras se ponía el pijama vio un gran hematoma en el estómago, este lo produjo el golpe que le había asestado su marido durante el día. Una lágrima rodó por su mejilla, pero prefirió no pensar más en el tema, no era la primera vez que esto sucedía, así que no era nuevo ver su piel con marcas, se recordaba así misma que todo esto era por su abuelo y no podía decepcionarlo.Cuando pudo quedarse dormida, se perdió en un sueño oscuro que el cual se llenó de luz, de pronto comenzó a ver pequeños cortos de lo que sería su vida, eran breves, pero cada uno de ellos le dejaba un hueco en el corazón. Su vida no cambiaría para bien, al contrario, a pesar de los esfuerzos que hiciera, se quedaría sola y sin familia; su abuelo fallecería en la cárcel, Massimo y Alessia vivirían felices después de haber entregado a la familia de Guadalupe a la embajada. Ella, al final, terminaría viviendo en la calle, pasando hambre y no pudiendo alimentar a su pequeño be
Guadalupe estaba recostada tratando de calmarse, trataba de encontrar las mejores palabras para hablar con la abuela y explicarle que lo único viable en su matrimonio era el divorcio. De pronto su teléfono sonó y un mensaje de texto apareció en pantalla.- "¿Qué tal la escena de ayer?"- "¿Sabes? No es la primera vez que pasa, lo hacemos una o dos veces al día. Tú marido es insaciable". - "Normalmente, esto pasa en parejas que se aman de verdad".- "Supongo que tú no lo sabes, porque tu matrimonio es solo una farsa y la única que está feliz, así eres tú".El mensaje aparecía como pie de una foto muy comprometedora entre ella y su marido. Toda la tranquilidad que había estado mostrando Guadalupe se rompió y comenzó a llorar desesperadamente. Él nunca la había tocado de esa manera, ella, solo había estado una vez con él, pero, actualmente, aunque estuvieran casados, ni siquiera la deseaba como se veía en la foto con aquella mujer.De pronto, entró en crisis y comenzó a tirar todo lo q
Después de lo que pareció un largo viaje, la ambulancia llegó al hospital, Guadalupe estaba pálida e inconsciente. Los paramédicos, al llegar al lugar, dijeron:- La señorita ha perdido demasiada sangre, de verdad, esperemos que aún podamos hacer algo.- Debemos de, es una mujer muy joven, no puede morir así. ¡Tranquila, vamos a hacer todo por salvarte! - Dijo uno de los médicos.- No sé qué debió pasar por su cabeza para decidir quitarse la vida, es una mujer muy joven. - Dijo uno de los médicos.Mientras tanto, Guadalupe, en su subconsciente, luchaba contra una realidad muy diferente, ya que, internamente, volvió a tener la misma pesadilla.Guadalupe se veía encerrada en una mansión, estaba sola y con el vientre hinchado, era evidente que ella, estaba embarazada. Al menos su vientre mostraba un avanzado estado de gestación, derramaba lágrimas y pedía que la dejaran salir, se veía realmente angustiada. A su lado estaba Emma, quien trataba de consolarle.- Señora, ¡Tranquila el bebé,