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Capítulo 2. ¿Estas embarazada?

Ashley

Tan solo faltaban un día para mi boda y había venido a visitar a mi hermano, quería abrazarlo y decirle que ya todo estaba listo y que era una lastima que él no pudiera asistir, pero que tomaría muchas fotos para enseñárselas después, pero esto no pudo ser, él estaba muy sedado y no me habían permitido pasar a su habitación, solo me dejaron verlo a través de un cristal. Él estaba acostado ahí, tan quieto, luciendo tan debil y palido, haciendo que un enorme dolor se propagara por todo mi corazón, no soportaba mirarlo así, quería verlo sonreír de nuevo, poder abrazarlo y bromear con él como antes, pero ni siquiera podía tocarlo en este momento ya que su sistema inmune estaba muy débil.

No sabía cuanto más Josh podría seguir aguantando, pero el pronóstico no era bueno y eso me estaba matando, me sentía muy mal y no podía dejar de pensar en la propuesta de Elizabeth, ella había conseguido el donante para él, pero para que lo ayudara yo tenía que dejar a William.

Era tan injusto que ella pusiera esta absurda condición, yo no quería separarme de William, no estaba dispuesta a hacerle daño a pesar de los inconvenientes que tuvimos con respecto a su identidad, pero tampoco quería dejar a mi hermano morir, desde hace mucho solo nos habíamos tenido el uno al otro, yo tenía que ayudarlo, los doctores me habían dicho que él necesitaba un donante con urgencia, solo tenia una opción.

— Hola mi amor, disculpa que te he tenido un poco olvidada estos días, pero es que he tenido demasiado trabajo. — dijo William de inmediato cuando contesto a mi llamada.

— William, creo que lo mejor es que cancelemos la boda, no estoy preparada para casarme en este momento, el estado de mi hermano se ha deteriorado ni siquiera pude entrar a su habitación. — le dije, sintiendo que cada palabra pronunciada me dolía enormemente, tanto por mi hermano como por William, esta situación era dolorosa y asfixiante.

— Tranquila mi amor, no te apresures, ya solo falta un día, no hay que cancelar la boda, me estoy poniendo en contacto con recursos en el extranjero, pronto tendremos un donante para Josh.

— ¿Estas seguro de que puedes encontrarlo? — pregunté con una leve esperanza, si William podía conseguir el donante para Josh no tendría que alejarme de él.

— Claro que si, confía en mí Ashley, te aseguro que Josh pronto va a estar bien. — espetó él con tanta seguridad que le creí.

— Gracias. — susurre.

— No tienes nada que agradecer, seré tu esposo, es lo que tengo que hacer. Bueno mi amor me despido, estoy un poco ocupado con algunas cosas.

— Esta bien, adiós. — dije antes de colgar la llamada.

Esperaba estar tomando la decisión correcta y que William efectivamente pueda conseguir el donante para mi hermano, me dolía demasiado tener que verlo tan enfermo, él merecía ser un joven normal y estar viviendo su vida feliz, eso era lo que yo quería para Josh.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, recibí una notificación de que me habían depositado 200.000 dólares y me quede pensando por un momento y revise quien lo enviaba pero no venía de la cuenta de William, pero solo podía ser él, quizás decidió enviarme esto para seguir ayudándome con lo que respecta a Josh, más tarde lo llamaría para preguntarle y asegurarme que se tratara de esto.

Vi la hora y me di cuenta que ya debía volver al trabajo así que fui hasta mi auto. Encendí el motor y empecé a conducir, pero de inmediato me sentí un poco mal, tenía muchas ganas de vomitar a pesar de no haber comido nada, así que estacione el carro hacia un lado de la carretera para sacar mi cabeza y tomar un poco de aire y me di cuenta de que otro auto que venía detrás bajo la velocidad, no se porque pero tuve un mal presentimiento y decidí volver al hospital para estar más segura y ver que ocurre conmigo, me he estado sintiendo bastante mal estos días y no se si en realidad se debe a los nervios y mis preocupaciones u otra cosa.

En el hospital, entre a consulta y el doctor me evaluó y luego me saco una muestra de sangre. Poco después la enfermera volvió con el resultado de mis exámenes y se los entrego al doctor.

— Señorita Ashley, felicidades esta embarazada. — anunció el doctor, dejándome aturdida y muy sorprendida, no esperaba estar embarazada, ni siquiera había pasado por mi mente esa posibilidad.

Sabia que William se pondría muy feliz al saber esta noticia, a él le gustaban mucho los niños y siempre hablo de tenerlos conmigo, ahora pensaba que quizás si era lo correcto no cancelar la boda, este bebe tenia que llegar a una familia feliz.

Toque mi vientre con suavidad sin aun poder creer que estaba esperando a un angelito, estaba segura que con su llegada todo debería comenzar a mejorar, enterarme de que estaba embarazada en este momento era como un rayo de luz en medio de la oscuridad.

— Muchas gracias doctor. — dije sonriéndole y él me sonrió de vuelta.

— De nada señorita, ya tiene seis semanas, debería ponerse en control con un obstetra pronto.

— Esta bien, haré una cita más tarde. — le dije y luego nos despedimos.

Cuando salí del consultorio vi que alguien se alejaba de prisa de manera sospechosa, pero decidí no darle mayor importancia, estaba muy contenta por mi bebe, así que volví al estacionamiento para ir a mi trabajo, ya iba un poco retrasada, pero en ese instante veo a la señora Elizabeth caminando hacia mí, luciendo molesta y por instinto cubrí mi vientre con una de mis manos.

— ¿Estas embarazada? — cuestionó ella apretando los dientes y yo de inmediato aparte la mano de mi vientre, no entendía como se había enterado ni de si solo lo intuía por el gesto que hice, pero su pregunta me tomo por sorpresa.

— Señora Thomson, ¿de donde saca eso? — pregunté, quería contarle primero a William del bebe antes que a ella, yo ya tenía muy claro que ella no me quería cerca de su hijo y podía pensar que me embarace o que estoy mintiendo solo para no alejarme de William.

— No quieras mentirme, ya lo se, si estas esperando un bebe de la familia Thomson es mejor que vayamos a un lugar más cómodo para conversar. — propuso ella.

— Esta bien. — Accedí, aunque sentía que algo no iba del todo correcto, pero ella era mi suegra, no quería que las cosas empeoraran entre nosotras, era mejor intentar arreglar todo cuanto antes ya que seriamos familia, este bebe tal vez podía hacerla cambiar de opinión. Quería creer que él había llegado en el momento justo para mejorar las cosas y quizás podía empezar con mi relación con su abuela.

— Perfecto, vamos en mi auto. — dijo ella y su chofer abrió la puerta para nosotras.

— Estas un poco pálida, debe ser por los malestares del embarazo, toma agua. — dijo ella cuando ya estábamos en el auto, extendiéndome una botella la cual agarre.

Tenia un poco de sed, así que sin pensar demasiado bebí un trago, pero rápidamente luego de dejarla a un lado, empecé a batallar contra el sueño, mientas mi vista se hacía más borrosa hasta que ya no pude ver nada y me desmaye.

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