Ashley Pensaba que jamás volvería a estar en este lugar, cuando salí del apartamento de Valeria, lo hacía convencida en que no podría dar un paso atrás, sin embargo volvía a estar aquí, dándome cuenta que alejarme de William iba a ser algo prácticamente imposible.Josh parecía estar más contento en que no tomáramos ese vuelo, no tanto como Valeria, ella desde que me vio entrar al hospital, plasmó esa sonrisa en su cara tan característica en ella. Esto me hacía entender en que si iba a superar a William debía intentar hacerlo desde aquí, comprendía que sería igual de difícil luchar contra mis sentimientos en cualquier lugar del planeta en donde estuviera.Así que fui a dormir con la idea de mudarme igualmente, pero está vez de apartamento, ya había incomodado mucho a Valeria y si me quedaría en esta ciudad debía ser en mi propio lugar.— Buenos días chicos.— dijo Valeria al entrar en la cocina, yo estaba preparando el desayuno, Josh había despertado más temprano que yo incluso, de
Ashley Los tres subimos al auto de Valeria para dirigirnos al hospital, yo estaba muy nerviosa por ver a William, pero debía mantenerme firme y solo entrar a su habitación para saludarlo y hacerle saber que a pesar de todo yo hacía esto solo por gratitud hacía Josh, nada más.Llegamos y preguntamos por él, estaba en el último piso del hospital y mientras subíamos en el ascensor sentía como mis piernas empezaban a temblar levemente.Tuvimos que esperar en la puerta de la habitación, el señor Thomson estaba adentro con William y yo no podía entrar e incomodarlos, este era un momento en dónde quieres tener a tus familiares cerca de ti.— Valeria, te había dado el día libre hoy.— escuché decir al señor Thomson cuando salió de la habitación, yo estaba algo más alejada de la puerta.— Si señor, lo sé, solo vine a acompañar a Ashley.— respondió ella dirigiendo su mirada hacia donde yo estaba y el sonrió al verme.— Ashley, gracias por venir, William se pondrá muy contento al ver
William Sentía todo mi cuerpo realmente golpeado, era como si despertara después de que una multitud entera me hubiese estando pateando toda la noche, aunque afortunadamente el accidente no pasó a mayores y pude sobrevivir. Después de la visita de mi padre empezaba a sentirme algo mejor, pero esa mejoría no se comparaba a lo que empecé a sentir cuando vi a Ashley entrar por esa puerta. Estaba conectado a una máquina para medir mis pulsaciones, pero esa máquina no iba a ser necesaria para que todos escuchara, solo con ver a Ashley mi corazón empezó a latir con tanta fuerza que todo el mundo podría oírlo.Después de un par de semanas sin hablar con ella, dado que había decidido darle su espacio luego de aquel intento fallido donde le volví a pedir una oportunidad y nunca me hubiera imagina que ella vendría a visitarme. Fue maravilloso tenerla cerca, poder oler su delicioso aroma y sentirla pegada a mi cama, soñando poder estar sano para abrazarla y no querer soltarla nunca más.Pero e
Ashley A pesar de no visitar o hablar con William, sabía cómo estaba y como evolucionaba gracias a Valeria, pensaba que ella estaría muy incómoda con esta situación, pero al consultarle, ella solo sonrió y dijo estar agradecida de estar metida en medio de este remolino de emociones que éramos William y yo.Después de ser dado de alta, Valeria debía trabajar mucho más, ahora no solo atendería al señor Thomson, si no también a William, quien no esperó mucho tiempo para involucrar a Valeria y ese mismo primer día, decidió enviarme una carta de amor. Desde la escuela no recibía una nota de amor plasmada en papel de esta manera y antes de abrirla sentía que mi corazón se saldría de mi pecho.— Ashley, ábrela ya por favor, no sabes cuánto me han hormigueado las manos por no abrir este sobre desde que salí de esa casa.— dijo Valeria impacientada, estábamos sentada en la sala, afortunadamente Josh estaba en la ducha, no podría leer una declaración de amor al frente de él realmente.—
Ashley Pasaron cuatro meses y medio desde el día que William me pidió matrimonio, fueron días lleno de muchas emociones, entre ellas el amor, todo ese amor que durante varios meses nos vimos obligados a reprimir y mantener oculto en nuestro corazón por culpa de una jugada del destino, juego que casi perdemos, manteniéndonos alejados por el resto de nuestra vida a pesar de todo el amor que nos teníamos uno al otro.A diferencia de nuestra primera boda, está sería mucho más grande, William estaba decidido en hacer una gran celebración para festejar nuestro amor y yo no me pude oponer, después de todo lo que había pasado solo quería casarme, sin importar nada más, poder decir al fin que estaba casada con el hombre de mi vida, con el hombre que tanto amaba, pero está vez en serio, no como cuando salí de aquel juzgado siendo una prisionera.Josh había empezado a estudiar, quería salir a trabajar en cuanto estuvo cien por ciento recuperado, pero con la ayuda de William él tendría la oportu
Ashley — ¿Te casarías conmigo? — preguntó William sonriendo arrodillado ante mí, sosteniendo una cajita de terciopelo con un anillo hermoso en su interior. — Lo siento William, pero no puedo aceptar. — respondí sintiéndome terrible, él es un gran hombre y no se merece que lo rechace, pero no podía aceptar, mi hermano esta demasiado enfermo en este momento, yo no podía preocuparme por nada más que por él. — sabes que Josh esta enfermo, él me necesita, yo no tengo tiempo para ser una esposa ni organizar una boda, su tratamiento es demasiado costoso, tengo que seguir encargándome de él. Aunque me encantaria poder casarme con William porque lo amo demasiado, yo no podía ser egoísta, mi hermano era mi prioridad en este momento, su tratamiento era demasiado costoso, ya yo tenia muchas deudas debido a esto y si me caso con William mis deudas se convertirían en las suyas, yo no quería hacerle esto. Él tenia un negocio pequeño y no le iba mal, pero ayudarme a cubrir los gastos de mi
Ashley Tan solo faltaban un día para mi boda y había venido a visitar a mi hermano, quería abrazarlo y decirle que ya todo estaba listo y que era una lastima que él no pudiera asistir, pero que tomaría muchas fotos para enseñárselas después, pero esto no pudo ser, él estaba muy sedado y no me habían permitido pasar a su habitación, solo me dejaron verlo a través de un cristal. Él estaba acostado ahí, tan quieto, luciendo tan debil y palido, haciendo que un enorme dolor se propagara por todo mi corazón, no soportaba mirarlo así, quería verlo sonreír de nuevo, poder abrazarlo y bromear con él como antes, pero ni siquiera podía tocarlo en este momento ya que su sistema inmune estaba muy débil. No sabía cuanto más Josh podría seguir aguantando, pero el pronóstico no era bueno y eso me estaba matando, me sentía muy mal y no podía dejar de pensar en la propuesta de Elizabeth, ella había conseguido el donante para él, pero para que lo ayudara yo tenía que dejar a William. Era tan injusto q
William Por fin había llegado el día el cual seria el más feliz de mi vida, sabía que después de hoy me convertiría en el hombre más feliz de la tierra. Casarme con la mujer que amaba era un sueño hecho realidad y nada podía opacar toda la felicidad que sentía. Tenía algo de resaca por la despedida de solteros que me habían organizado mis amigos el día de ayer, pero el malestar se disipaba al pensar en Ashley, la mujer que había robado mi corazón desde que la conocí, había quedado completamente cautivado con ella por su belleza, pero a medida que la iba conociendo más, que iba descubriendo que no solo era hermosa, si no que una mujer increíble, era independiente, luchadora, amable, bondadosa y tenia un corazón tan hermoso como ella, por eso estaba seguro de que ella era la mujer perfecta para compartir mi vida. — Señor ya todo está listo.— dijo mi asistente Rebeca al teléfono. — Está bien Rebeca, sé que era tu día libre así que te agradezco mucho lo que haces por mí. — No se preoc