Ashley Había caído en un sueño profundo, sentía demasiado cansancio en mi cuerpo por todo lo que había pasado. No sabía qué me dolía más, si mi corazón o mi herida, pero debía descansar para tener toda la fuerza necesaria para enfrentarme a esa mujer.A mitad de la noche vino a mi mente un sueño que me arrugó el corazón por completo, estábamos Wiliam y yo en lo que parecía una especie de un parque y a lo lejos escuchaba las risas de unos niños y uno de ellos con un gran parecido a él, nos sonreía. Me desperté con el corazón acelerado, fue un sentimiento horrible, solo pude llorar desconsoladamente y no pude volver a conciliar el sueño, afortunadamente los primeros rayos del sol empezaron a pasar a través de la ventana y me levanté para hacerle desayuno a Valeria, ella ayer había aceptado ayudarme a pesar de que era un enorme riesgo el que estaba tomando y yo estaba muy agradecida por eso, porque así podía tener al menos un rayo de esperanza en que esa mujer pague por lo que hizo. Si
William Abrir los ojos era casi tan doloroso como respirar, había hecho de mi habitación el sitio perfecto para pasar mis días y recuperarme de todo el dolor que sentía.Entre tanto alcohol y sufrimiento ya había olvidado lo que era tener una vida normal, me levanté con mucha dificultad para ir al baño, estaba completamente desnudo y ver mi reflejo en el espejo me hizo entender qué por más fuerte que seamos, siempre llega un momento que te desploma completamente.Encendí la luz de la habitación para buscar algo de ropa y noté la gran cantidad de botellas de whisky en el suelo, parecía que había dado una gran fiesta aquí, pero era solo el resultado de un corazón roto, el mío el cual no dejaba de doler por más alcohol que consumiera.Debía volver a la realidad, superar de una vez por todas a la mujer que jugó conmigo y nos robo. En ese preciso momento recordé el caos que debía haber en la empresa y yo, el presidente ejecutivo, estaba con la mayor resaca que había tenido en mi vida.Busq
Ashley Desperté muy temprano en la mañana, esto me recordaba los días que empecé a trabajar cuando tenía diecisiete años, en ese momento mi mamá había fallecido, dejándonos solos a mi hermano y a mí, por lo que había tenido que trabajar mucho y en lo que encontrara para poder sostenernos, había sido bastante duro, pero lo soporte por mi hermano, él siempre me ha dado fuerza. Esta vez era diferente, mi único objetivo era encontrar las pruebas necesarias en contra de Elizabeth Thomson.— Buenos días Valeria.— dije al entrar en la cocina y encontrármela cocinando.— es muy temprano ¿Ya te vas al trabajo?.— Buenos días Ashley, si, ingresaron varias personas heridas el día de ayer.— respondió, mientras le daba la vuelta a unos emparedados rápidamente.— Al parecer pertenecen a la mafia. — Espero estés bien en ese terrible lugar.— Si, no te preocupes por mí, y tú, ¿A dónde vas tan temprano?.— Creo que di un pequeño paso, por casualidad encontré un empleo en la empresa que compró el softwa
William Luego de salir del trabajo mi papa me había insistido para que lo acompañara a cenar a un restaurante y como estos días solo he estado comiendo mal, acepte. En el restaurante la comida sabía bien, aunque yo me sentía incapaz de disfrutar de algo, pero la compañía de mi padre era reconfortante, él era el único de mis familiares que ha estado pendiente de mí después de mi boda fallida, mi papá era la única persona de mi familia que de verdad se preocupaba por todos e intentaba mantenernos unidos.— Fue agradable ir a comer contigo papá, gracias por insistirme. — le dije cuando íbamos saliendo del restaurante para esperar que nos trajeran los autos. — De nada hijo, deberíamos repetirlo más seguido. — dijo él con esa sonrisa amable que lo caracterizaba. — Si, la próxima vez podríamos ir por una cerveza. — sugerí, porque mi cuerpo lo único que me pedía era más alcohol para intentar llenar el vacío que sentía debido a la ausencia de Ashley. — No lo creo, seguro que has estado tom
William Salí de la empresa endemoniado, sentía que echaría fuego desde mi interior. Encendí el motor de mi auto y conduje a toda velocidad sin tener un rumbo fijo, quería buscar a Ashley, pero también temía que al verla nuevamente cayera en sus garras como la primera vez.Sin estar cien por ciento seguro, me dirigí a su apartamento, ya era hora de confrontarla y decirle de una vez por todas que se había metido con el hombre equivocado. Lamentaría haber estado junto a mí un año solo para apuñalarme por la espalda, la quería hacer arrepentirse de meterse conmigo.Estacioné el auto de golpe frente al edificio de Ashley y subí a las carreras hasta su apartamento.— Ashley sal de inmediato.— grité golpeando con fuerza su puerta.— se que estás ahí, deja de esconderte y da la cara.— Disculpe joven, me temo que la señorita Ashley no sé encuentra.— dijo una anciana, saliendo al pasillo.— hace varios días que Ashley no aparece por aquí.— Disculpe el escándalo. — me disculpé recomponiéndome, m
Ashley La oportunidad de haber conseguido un empleo en la empresa que compró el software robado, y dónde podía encontrar pistas sobre el fraude en el que me involucraron, se había convertido en un verdadero tormento. Sabia bien como eran los tipos como Hans, y ahora que me lo había encontrado este no me dejaría en paz hasta conseguir acostarse conmigo.Ya conocía esa mirada, desde que empecé a trabajar fue así, jefes, empresarios y clientes, que se creían con el poder de meterme a sus camas por el simple hecho de tener más dinero que yo. Nunca olvidaría cuando tenía diecinueve años y trabajaba como asistente para un banquero importante, este me encerró en su oficina para comenzar a acosarme, de no ser por el señor de mantenimiento que escuchó mis gritos, no sé lo que hubiera ocurrido.Desde ese día sabía que debía cuidarme siempre, los hombres con esa mirada como la de Hans, no se detienen cuando les dices que no y se creen con el derecho de querer tomarte por la fuerza. Con ese pensa
Ashley Debía ocultarle a Hans el mayor tiempo posible mi pasado con William, pero mi plan se desmoronaba al encontrarme a este último frente a Hans. Sería imposible que no se enterará, puesto que era un tipo muy astuto y además no se me ocurría ninguna excusa creíble que pudiera decirle.— ¿Entonces no responderás a mi pregunta?.— volvió a cuestionar él mientras yo seguía inmóvil, ya todo se había acabado, podía ver en sus ojos que él sabía quién era yo y qué hacía trabajando en su empresa.— Puedo explicarlo.— balbucee, era obvio que él no permitiría que yo volviera a poner un pie en su empresa.— Estaba seguro de que te llevaría a la cama está noche, pero creo que enterarme de esto me beneficiará mucho más.— dijo poniéndose de pie y tirando unos billetes en la mesa.— no te preocupes yo invito la cena, por cierto creo que es mejor que no te metas en lo que no te incumbe y dejes todo como está.— esto último lo dijo en un susurró acercándose a mi oído, lo dijo en un tono muy bajo, pero
William Ver a Ashley de nuevo y tratarla de esa manera me costó mucho, no me gustó ver tanta tristeza en su mirada así supiera que solo fuera parte de su actuación, pero no la podía dejar hablar, tenia miedo de que me mintiera y yo le creyera de nuevo, no podía permitir que siguiera jugando conmigo, por eso estaba haciendo esto, porque la odiaba con la misma intensidad que la amaba y no podía soportar verla con otro hombre, mucho menos con Hans. Por eso estaba dispuesto a obligarla a que se case conmigo, verla ayer con ese imbécil me dejó muy mal y hoy cuando desperté ya había tomado una decisión, por lo que lo primero que hice fue arreglarme e ir al hospital a buscar a Ashley, me imaginaba que no debería estar en su apartamento porque parecía que ya no vivía ahí, así que me vine a esperarla y cuando la vi, sentí como mi corazón se aceleraba descontrolado por la mujer que lo había destruido, eso era tan tonto, bueno era igual de imbécil que el dueño. Hice mi propuesta de manera rápi