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Capítulo 4. Practicarle un aborto.

Ashley

Al fin pude abrir los ojos a pesar de sentirlos muy pesados y me di cuenta de que estaba en una especie de hospital, era muy extraño, ¿Como terminé aqui? lo último que puedo recordar es que estaba en el auto con Elizabeth y me desmaye.

¿Ella me había hecho algo? ¿por que estaba sola aqui? no entendía nada, no tenia idea de cuanto había dormido, pero tenía que salir de aquí.

Me quise sentar en la cama y senti un terrible dolor que sentía en el vientre. ¿Qué me hicieron? ¿Por qué me siento de esta manera? Por alguna razón mi corazón empezó a entrar en pánico.

— Oh por Dios, señorita recuéstese por favor.— dijo una mujer entrando en la habitación.— sigue muy débil deberá recuperarse primero antes de irse.

— ¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? ¿Qué me hicieron?. — pregunté, esperando que ella pudiera apaciguar todas mis dudas, tenía mucho miedo en este momento pero no sabía exactamente porqué.

— Sé que debe tener muchas preguntas en su cabeza, pero debe calmarse. — dijo ella con voz suave.

— Tengo que irme, mi prometido debe estar preocupado por mí, esperándome y mi hermano esta muy enfermo, necesito ir con ellos.— le dije, aunque seguía sintiéndome mal, sabía que tenia que salir de este lugar.

— Ya casi la dejarán irse, primero recuéstese para que se recupere lo más pronto posible.

— Yo me quiero ir, ¿por que no puedo hacerlo? ¿donde están mis cosas? Necesito llamar a mi prometido. — aseguré mirando por todo el lugar intentando encontrar mi telefono, este lugar no me gustaba y ella no estaba respondiendo a mis preguntas.

— Cálmate por favor, tienes que descansar.

— Dígame qué me hicieron, ¿por que no me puedo ir o llamar a mi prometido? contéstame por favor.— Supliqué, sentía que algo muy malo estaba pasando, quería saberlo, necesitaba una respuesta que calmara esta gran presión en mi pecho.

— No sé lo puedo decir aún, pero cuando sea el momento la ayudaré, se lo prometo. — aseguró ella y luego me volvió a inyectar algún medicamento y caí rendida nuevamente. Una obscuridad absoluta y tormentosa me envolvió.

...

— Despierte.— escuche a lo lejos e intente abrir los ojos, pero los sentía demasiado pesados. — señorita.

Como pude abrí los ojos y no me sentía nada bien, principalmente esa opresión en mi pecho cada vez se hacía mucho más grande, asfixiante.

— ¿Qué día es?.— logré preguntar en mi estado de debilidad, mi voz se escuchaba rasposa y débil.

No tenía idea de cuanto había permanecido aquí, pero tenia la certeza de que no era el mismo día en el que me desmaye en el auto de Elizabeth y esto me preocupaba mucho, no sabía si hoy era el dia de mi boda o ya había pasado, si fue así William debe estar devastado al pensar que lo abandone en el altar.

— Lleva tres días aquí.— respondió la misma mujer y mi corazón se apretó — se complicó el procedimiento que le hicieron, pero ya la dejarán ir.

— ¿Qué procedimiento?.— cuestioné horrorizada, sentía en mi corazón que esto no era nada bueno y tenia miedo de su respuesta, pero no podía permanecer más tiempo sin saber lo que me habían estado haciendo en estos días.

— Aquí no podemos hablar.— dijo dejando mi ropa a un lado de la cama.— vístase debemos irnos ya.

Yo no comprendía nada, pero decidí creer en ella, igual no tenia a nadie más que me pudiera ayudar a salir de aquí y esto era lo que necesitaba, así que ella me ayudo a vestirme porque yo estaba demasiado débil como para hacerlo sola y luego buscamos salir de este extraño lugar sin que las personas lo notaran.

Cuando finalmente conseguimos alejarnos de ahí, me di cuenta de que estábamos en un sitio que no lograba reconocer, era algún pueblo de los alrededores de la ciudad, bueno eso era lo que me parecía a mí.

— Ahora sí, por favor dígame que fue lo que me hicieron y donde estamos. — pedí, aunque el dolor que estaba sintiendo me estaba dando una terrible premonición, pero me negaba a aceptar esto.

— Está bien, vamos a mi auto y se lo explico, no puedo arriesgarme a que me vean con usted. — dijo señalando a dónde estaba su auto y caminé con dificultad hasta el.

— No debería decirle nada de esto, pero siento que tengo que hacerlo, lamento mucho que usted tenga que pasar por esto, pero alguien pago mucho dinero para mantenerla aquí y practicarle un aborto.

Al escuchar sus palabras sentí que mi corazón se quebraba en millones de pedacitos, esto no podía ser, debía ser una mentira, nadie podía ser tan cruel.

Dios mío, esto me dolía tanto, me estaba destrozando, pegue un grito desgarrador mientras las lagrimas empezaban a fluir por mi rostro.

— No, no, no. — grité negando con la cabeza, no quería creer que me arrebataron a mi pequeño bebe de una forma tan despiadada, él no tenia la culpa de nada, era un inocente, no merecía algo así, yo ya lo amaba tanto, lo esperaba con ansías y me quitaron la posibilidad de tenerlo entre mis brazos, de verlo. — no puede ser, dime que esto es mentira por favor ¿Quién me hizo esto?

Hice esta pregunta, aunque solo pasaba una persona por mi mente, no podía ser otra persona que Elizabeth, en el momento en que me desmaye estaba con ella y ahora había aparecido en este horrible lugar y sin mi bebe.

— Lo siento mucho señorita, pero es la verdad. — respondió ella mientras encendía el motor y por más que yo quisiera seguir negándome a creer en esto ya no podía, toda mi mente y cuerpo gritaba que ella estaba diciendo la verdad, podía sentir un enorme vació en mi corazón. — Solo le puedo decir que hubo mucho dinero de por medio para callar muchas bocas. Yo solo la atendí, soy enfermera, no sabía muy bien de como iba esto, pero ahora al verla así comprendo un poco más y de verdad lo siento.

¿Ella lo sentía? Yo me sentía como muerta en vida en este momento, me habían quitado a mi bebe en contra de mi voluntad después de haberme impedido que me casara con el amor de mi vida.

¿La vida podía ser más cruel conmigo? ¿Qué tipo de karma yo estaba pagando? No recuerdo haberle hecho daño a nadie como para que me quitaran lo más preciado que tenia, para que me arrebataran a mi pequeño angelito de mi lado y solo dejando un profundo dolor a su paso.

Ni siquiera había alcanzado a darle la noticia a William y ahora quizás él nunca lo sabría, yo no me sentía capaz de destrozar su corazón al contarle de que pudimos ser padres y nos arrebataron a nuestro bebe, lo peor de todo es que la persona que probablemente era la causante de esto era su propia madre.

¿Él podría creer que su propia madre fue tan cruel y qué asesinó a su nieto? Esto seria realmente complicado, nadie imagina que sus padres podrían hacer algo así y esto le haría mucho daño a William, estaba totalmente acorralada y sin opciones.

Estaba tan abrumada y destrozada en este momento, podía sentir mis lagrimas cayendo por mi rostro, no podía dejar de llorar, hace unos días atrás yo debía haberme casado con el hombre del que estoy totalmente enamorada y en este momento debería con él, no pasando por todo esto, no era lo que se suponía que sucediera.

Pensé que este bebe vendría a cambiarlo todo y lo llenaría de amor, pero no nos dieron oportunidad, nos lo quitaron demasiado pronto, solo tenia poco más de un mes y él ya había pagado las consecuencias de algo que no hizo.

El dolor que estaba sintiendo en mi corazón me estaba ahogando y no podía parar de llorar, pero sabía que tenía que tratar de hablar con William, tenía que decirle lo que me hizo su madre a pesar de que sabía que lo iba a lastimar, pero él lo tenia que saber y esperaba que me creyera.

Necesitaba que lo hiciera, porque yo no podía lidiar sola con todo lo que me estaba sucediendo, con este dolor quemando mi pecho ante la perdida de nuestro hijo, me sentía muerta en vida.

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