72: No lo dudes.
Kenneth.

Al hacer mi confesión sus ojos se cristalizan; sus lágrimas caen, y mi mano no pierde tiempo en recogerlas antes de que se resbalen por sus mejillas. Mi mano se mantiene allí dándole una pequeña caricia con mi dedo pulgar, y siento todo mi cuerpo hormiguillar cuando su delicada mano va hacia la mía, apretándola con fuerza.

Nos miramos mientras una sonrisa se dibuja en ambos.

—Yo también te extraño mucho, Kenneth —confiesa, cerrando los ojos, dejando que caigan más lágrimas, lo que me parte el corazón—. Pero tenemos una vida ahora. Y yo…

—No tienes que decir nada, lo sé —expreso—. Te hice una promesa, y la voy a cumplir. Y voy a esperar el tiempo que sea necesario para cuando estés lista para volver conmigo, princesa.

Su rostro se arruga mientras el llanto aumenta, y tengo que levantarme de mi asiento para sentarme a su lado. Tomo sus hombros y la acerco a mí. Su cuerpo se estremece y suelta un suspiro en mí pecho que me eriza.

“Santo Dios, yo nunca te he pedido nada, pero por
Vox Cor

YA SE ARMÓ, YA SE ARMÓ. Ponganse el cinturón porque a partir de ahora iremos en línea recta con capítulos definitivos. ¡Gracias por leer!

| 2
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App