Sorpresa

Bien temprano en la mañana, apenas cantó el gallo, mamá entró en la recámara de Astrid. Ambas estábamos dormidas, por supuesto. Fue una larga noche, llevaba el libro por la mitad y ya me faltaban diez páginas para terminarlo, así tuve de tiempo despierta.

–¿Cómo está? –Me preguntó mamá, pero ella se encargó de ir a tocarla en la frente. –Está muy sudada.

–Sí. La fiebre volvió a subir a eso de las cuatro después que parecía que no regresaría.

–¿Y qué le diste?

–Mucho más de la bebida caliente y la arropé muy bien, así logré que sudara como está ahora y se le bajara la fiebre.

–Debiste llamarme.

–Estabas cansada y creí que podía resolverlo sola.

–¿Te ha dicho algo?

&ndas

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo