Episodio 03

Tanta champagne hizo efecto en Liam desde hace poco más de media hora, necesitaba orinar cuanto antes o lo haría ahí mismo sobre sus pantalones en medio de aquel elegante salón. Se disculpó con las personas delante suyo y susurró en el oído de su esposo que iría al baño.

Se apresuró a la salida y le preguntó al primer empleado que se cruzó por su camino por el baño. Siguió las indicaciones con rapidez, sin detenerse para maravillarse con todo lo que le rodeaba, ya de regreso se tomaría su tiempo para apreciar cada detalle.

Entró en el baño con pasos rápidos y se aproximó a uno de los orinales, bajando el cierre de sus pantalones para poder orinar. Suspiró mientras terminaba de abrochar su botón, aliviado de sentir su vejiga vacía.

Mientras se lavaba las manos, miró su reflejo en el espejo. Su peinado seguía intacto pero su moño estaba ligeramente inclinado. Tras secar sus manos intentó arreglarlo pero pronto la frustración lo consumió, se sintió acalorado y decidió mejor desabrochar, llevándose consigo también los primeros dos botones de su camisa. Necesitaba aire fresco pero eso era todo lo que podía obtener, así que se conformó con eso.

Estaba cansado y un poco borracho, había dejado de tomar hace un rato pero no había probado los bocadillos porque Jaison no dejaba de conversar con cuanta gente se interponía. Oraba por que la noche llegara a su fin cuánto antes. Añoraba su cama en esos momentos.

El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse le sobresaltó. Era el único que estaba ahí y con la entrada de la otra persona, sus 5 minutos de relajación se vieron terminados. A través del espejo, pudo reconocer ese atractivo rostro.

Derek acababa de entrar en el baño y se dirigía hacia los lavabos, a su lado. Le sonrió mientras le miraba a través del espejo.

— Liam ¿Cierto?

Él asintió mientras le observaba quitarse el saco y subirse las mangas de su camisa, mostrando todos aquellos tatuajes que cubrían ambos brazos. Derek se inclinó para mojarse la cara y tallarla un poco, antes de enderezarse.

— No eres el único que necesita un tiempo fuera — Derek señaló su cuello, de donde colgaban los lazos de su moño desecho y sus botones seguían desabrochados — Me sentía un poco sofocado ahí dentro, ¿Tú también?

— Sí, uhm, demasiadas conversaciones sobre negociosos y ganancias.

Rió ligeramente, abrochando de nuevo los botones y haciendo el moño de nueva cuenta con rapidez frente al espejo. Era un desafortunado completamente, que Derek no le recordara lo llenaba de una tristeza profunda inespicable y a pesar de que él no era como su esposo y no buscaba engañarle por verganza, en el fondo pedía a gritos que Derek le diera una señal, algo que le diera a entender que si lo recordaba y que había pensado en él todo ese tiempo. Ahora mismo se sentía como un completo tonto por pensar que Derek lo recordaría, a alguien tan simple y poco memorable que había visto por pocos minutos.

— Liam — le escuchó llamarle. Se giró para verle mientras Derek cortaba la distancia entre ambos y se paraba frente a él, muy cerca. El pelinegro elevó ambas manos y las llevó hasta su cuello, acariciando su piel con la punta de los dedos antes de tomar su moño y enderezarlo con suavidad — ¿Has estado bien?

Liam sintió un fuerte espasmo tras escucharlo y sus labios se separaron formando una pequeña "o" y tragó saliva, asintiendo ligeramente y quedándose impactado, —Tú ¿Me recuerdas? —preguntó en un chillido involuntario, luego se aclaró la garganta y apenado desvió la vista hacia otro lugar.

—Esto me demuestra que tú también lo haces, —dijo Derek apretando los labios con suavidad, —me moría por verte, otra vez.

Liam sentía su corazón desbocado, en cualquier momento salirse.

»—No existió un sólo día, en el que no te pensara, —prosiguió Derek acortando la pequeña distancia que lo separaba del rubio y acercó su rostro al suyo, casi rozando su nariz con la suya y sus labios, a punto de tocarse. Liam cerró los ojos, sintiendo el pulgar de Derek rozar sus labios y casi cae al suelo de los nervios, sus pies no dejando de temblar. —¿Pensaste en mí?

—Yo...—Liam mordió sus labios, como decirle que se moría de ganas de verle otra vez y que no existió un sólo día en el que no lo pensara, se sentía tan raro querer quemarse en las llamas del infierno con él, pero tenía miedo, miedo a defraudar a su familia, a que su padre pensara lo peor de él, porque ahora mismo sólo pensaba en su padre, Jaison le estaba importando muy poco.

—Liam, tal vez no sentiste lo mismo que yo aquel día, pero yo sentí ese clic, esa conexión contigo y sé que en el fondo tú...

—Derek, yo... estoy casado, —dijo Liam interrumpiéndolo, mirando la boca de Derek.

—Te pido disculpas, —dijo él separándose — me acabo de equivocar, lo siento, ya sabía que estabas casado, perdóname no quería incomodarte.—Cuando Derek tuvo la intención de alejarse de Liam y dejarle solo en el pequeño espacio que estaban compartiendo. Liam lo tomó de la mano y se aferró a sus dedos, entrelazándolos con los suyos.

—Yo sentí lo mismo, —dijo en un susurro poco audible, pero la cercanía de Derek le permitió escucharle, —yo...no dejé de pensarte, quería saber de ti, si estarías bien luego de aquel...—hizo una pausa,— pero estoy casado y nunca podría engañar voluntariamente a mi esposo.

Derek sonrió, —entonces haré que no te quede más remedio que enredarte en mis sabanas—Liam sintió su corazón golpetear con fuerza.

No pudo responder, simplemente se alejó un poco, —me debo ir, mi esposo debe estar buscándome—fue lo último que dijo antes de salir y dejar a Derek, el cuál sonrió mirándose en el espejo.

Los minutos trascurrían lentos y parecían eternos. Derek hablaba con otros invitados, pero no dejaba de dedicarle miradas coquetas, algo que Liam había entendido desde el primer momento en el que se conocieron, era que ambos estaban hechos el uno para el otro, y no existía fuerza humana en el mundo que pudiese separarlos, Derek haría hasta lo imposible por tenerlo, pero aún ponía en duda a que costo o como lo haría. La velada estaba por llegar a su fin y su esposo comenzaba a despedirse de los nuevos contactos que había hecho en aquel evento, al menos, si el señor Carbone no estaba interesado en la alianza, podría buscar apoyo en alguien más, aunque no sería igual, como Derek Carbone no existía ningún empresario a su altura.

Liam podía sentir que se relajaba un poco mientras caminaba junto a Jaison hacia la salida, estaban aproximadamente a 5 metros de esta, cuando la figura imponente de Derek se interpuso entre ellos, rozando sus manos.

— Disculpa, vi que ya se iban y he venido cuanto antes — Derek sonrió y miró a Liam antes de proseguir — Sobre la reunión que querías acordar, ¿Está bien para ti éste próximo martes?

Jaison abrió los ojos ampliamente y se apresuró a asentir. Carbone sacó su tarjeta de presentación y se la entrego, por supuesto que Jaison no se quedaba atrás e hizo exactamente lo mismo.

»— Nos veremos más adelante, entonces — la voz de Derek era calmada y baja, sin embargo no revelaba el trasfondo de sus palabras.

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