Tanta champagne hizo efecto en Liam desde hace poco más de media hora, necesitaba orinar cuanto antes o lo haría ahí mismo sobre sus pantalones en medio de aquel elegante salón. Se disculpó con las personas delante suyo y susurró en el oído de su esposo que iría al baño.
Se apresuró a la salida y le preguntó al primer empleado que se cruzó por su camino por el baño. Siguió las indicaciones con rapidez, sin detenerse para maravillarse con todo lo que le rodeaba, ya de regreso se tomaría su tiempo para apreciar cada detalle. Entró en el baño con pasos rápidos y se aproximó a uno de los orinales, bajando el cierre de sus pantalones para poder orinar. Suspiró mientras terminaba de abrochar su botón, aliviado de sentir su vejiga vacía. Mientras se lavaba las manos, miró su reflejo en el espejo. Su peinado seguía intacto pero su moño estaba ligeramente inclinado. Tras secar sus manos intentó arreglarlo pero pronto la frustración lo consumió, se sintió acalorado y decidió mejor desabrochar, llevándose consigo también los primeros dos botones de su camisa. Necesitaba aire fresco pero eso era todo lo que podía obtener, así que se conformó con eso. Estaba cansado y un poco borracho, había dejado de tomar hace un rato pero no había probado los bocadillos porque Jaison no dejaba de conversar con cuanta gente se interponía. Oraba por que la noche llegara a su fin cuánto antes. Añoraba su cama en esos momentos. El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse le sobresaltó. Era el único que estaba ahí y con la entrada de la otra persona, sus 5 minutos de relajación se vieron terminados. A través del espejo, pudo reconocer ese atractivo rostro. Derek acababa de entrar en el baño y se dirigía hacia los lavabos, a su lado. Le sonrió mientras le miraba a través del espejo. — Liam ¿Cierto? Él asintió mientras le observaba quitarse el saco y subirse las mangas de su camisa, mostrando todos aquellos tatuajes que cubrían ambos brazos. Derek se inclinó para mojarse la cara y tallarla un poco, antes de enderezarse. — No eres el único que necesita un tiempo fuera — Derek señaló su cuello, de donde colgaban los lazos de su moño desecho y sus botones seguían desabrochados — Me sentía un poco sofocado ahí dentro, ¿Tú también? — Sí, uhm, demasiadas conversaciones sobre negociosos y ganancias. Rió ligeramente, abrochando de nuevo los botones y haciendo el moño de nueva cuenta con rapidez frente al espejo. Era un desafortunado completamente, que Derek no le recordara lo llenaba de una tristeza profunda inespicable y a pesar de que él no era como su esposo y no buscaba engañarle por verganza, en el fondo pedía a gritos que Derek le diera una señal, algo que le diera a entender que si lo recordaba y que había pensado en él todo ese tiempo. Ahora mismo se sentía como un completo tonto por pensar que Derek lo recordaría, a alguien tan simple y poco memorable que había visto por pocos minutos. — Liam — le escuchó llamarle. Se giró para verle mientras Derek cortaba la distancia entre ambos y se paraba frente a él, muy cerca. El pelinegro elevó ambas manos y las llevó hasta su cuello, acariciando su piel con la punta de los dedos antes de tomar su moño y enderezarlo con suavidad — ¿Has estado bien? Liam sintió un fuerte espasmo tras escucharlo y sus labios se separaron formando una pequeña "o" y tragó saliva, asintiendo ligeramente y quedándose impactado, —Tú ¿Me recuerdas? —preguntó en un chillido involuntario, luego se aclaró la garganta y apenado desvió la vista hacia otro lugar. —Esto me demuestra que tú también lo haces, —dijo Derek apretando los labios con suavidad, —me moría por verte, otra vez. Liam sentía su corazón desbocado, en cualquier momento salirse. »—No existió un sólo día, en el que no te pensara, —prosiguió Derek acortando la pequeña distancia que lo separaba del rubio y acercó su rostro al suyo, casi rozando su nariz con la suya y sus labios, a punto de tocarse. Liam cerró los ojos, sintiendo el pulgar de Derek rozar sus labios y casi cae al suelo de los nervios, sus pies no dejando de temblar. —¿Pensaste en mí? —Yo...—Liam mordió sus labios, como decirle que se moría de ganas de verle otra vez y que no existió un sólo día en el que no lo pensara, se sentía tan raro querer quemarse en las llamas del infierno con él, pero tenía miedo, miedo a defraudar a su familia, a que su padre pensara lo peor de él, porque ahora mismo sólo pensaba en su padre, Jaison le estaba importando muy poco. —Liam, tal vez no sentiste lo mismo que yo aquel día, pero yo sentí ese clic, esa conexión contigo y sé que en el fondo tú... —Derek, yo... estoy casado, —dijo Liam interrumpiéndolo, mirando la boca de Derek. —Te pido disculpas, —dijo él separándose — me acabo de equivocar, lo siento, ya sabía que estabas casado, perdóname no quería incomodarte.—Cuando Derek tuvo la intención de alejarse de Liam y dejarle solo en el pequeño espacio que estaban compartiendo. Liam lo tomó de la mano y se aferró a sus dedos, entrelazándolos con los suyos. —Yo sentí lo mismo, —dijo en un susurro poco audible, pero la cercanía de Derek le permitió escucharle, —yo...no dejé de pensarte, quería saber de ti, si estarías bien luego de aquel...—hizo una pausa,— pero estoy casado y nunca podría engañar voluntariamente a mi esposo. Derek sonrió, —entonces haré que no te quede más remedio que enredarte en mis sabanas—Liam sintió su corazón golpetear con fuerza. No pudo responder, simplemente se alejó un poco, —me debo ir, mi esposo debe estar buscándome—fue lo último que dijo antes de salir y dejar a Derek, el cuál sonrió mirándose en el espejo. Los minutos trascurrían lentos y parecían eternos. Derek hablaba con otros invitados, pero no dejaba de dedicarle miradas coquetas, algo que Liam había entendido desde el primer momento en el que se conocieron, era que ambos estaban hechos el uno para el otro, y no existía fuerza humana en el mundo que pudiese separarlos, Derek haría hasta lo imposible por tenerlo, pero aún ponía en duda a que costo o como lo haría. La velada estaba por llegar a su fin y su esposo comenzaba a despedirse de los nuevos contactos que había hecho en aquel evento, al menos, si el señor Carbone no estaba interesado en la alianza, podría buscar apoyo en alguien más, aunque no sería igual, como Derek Carbone no existía ningún empresario a su altura. Liam podía sentir que se relajaba un poco mientras caminaba junto a Jaison hacia la salida, estaban aproximadamente a 5 metros de esta, cuando la figura imponente de Derek se interpuso entre ellos, rozando sus manos. — Disculpa, vi que ya se iban y he venido cuanto antes — Derek sonrió y miró a Liam antes de proseguir — Sobre la reunión que querías acordar, ¿Está bien para ti éste próximo martes? Jaison abrió los ojos ampliamente y se apresuró a asentir. Carbone sacó su tarjeta de presentación y se la entrego, por supuesto que Jaison no se quedaba atrás e hizo exactamente lo mismo. »— Nos veremos más adelante, entonces — la voz de Derek era calmada y baja, sin embargo no revelaba el trasfondo de sus palabras.El día de la reunión había llegado en un abrir y cerrar y por supuesto que Jaison no iba a dejar que el nerviosismo le arrebatara ésta excelente oportunidad. Se arregló el saco una última vez antes de acercarse a la señorita de la recepción y brindarle sus datos, asegurando que tenía una cita con Derek Carbone.— Adelante señor Robles, el señor Carbone lo está esperando, ¿Viene usted solo?La señorita miró en dirección al elevador rápidamente. Él asintió y se dispuso a seguir a la recepcionista hacia dos puertas altas de madera. La mujer dio dos toques y luego las abrió, entrando primero ella para anunciar que Jaison Robles había llegado.Entró en la habitación, que supuso era la oficina de Derek, quien se encontraba sentado tras un largo y ancho escritorio, con todo tipo de documentos esparcidos en él. A la derecha, había una pequeña salita con una mesita de café al centro, a la izquierda, se encontraba una mesa más larga con 8 asientos a lo largo de ella. Derek se puso de pie y mir
Jaison no podía dejar de pensar en cómo la propuesta de Derek de firmar el contrato, que traería grandes beneficios para la empresa para la cual trabajaba, incluía como condición entregar a Liam a cambio, todo aquello le parecía una locura, y estaba atormentado por la idea de tener que considerar algo tan disparatado. Como una persona tan inteligente e importante como lo era Derek Carbone, podía tan siquiera llegar en pensar en algo tan absurdo como aquello, Muchas dudas llenaban la mente de Jaison, y una de esas, era realmente, a que Derek, llamaba cortejar, podía ser tener citas con su esposo o llevarlo a la cama.—¿Por qué no me dices algo, Liam? Estás tan callado — dijo Jaison, mirando a su esposo que parecía distante, sentado a su lado pero sumido en sus propios pensamientos.Liam se levantó, caminando por la amplia oficina y admirando los detalles del lugar como si buscara distraerse de la conversación que estaba evitando. Derek era un hombre muy organizado, tenía todo tan bien
Liam salió de la oficina de Derek, con una sonrisa dibujando su rostro que era imposible borrar, su corazón latía a una velocidad apremiante, intentando mantenerse en calma, para no darle a entender a Jaison que algo había pasado, y realmente no llegó a suceder nada, pero el simple hecho de tener a Derek tan cerca de su cuerpo y de su boca, era motivo suficiente para tenerlo hecho un manojo de nervios. Al cruzar la puerta, se encontró con un desesperado Jai que había estado dando enormes zancadas de un lugar a otro poniendo a la secretaria de Carbone nerviosa, Liam la miró y ella solo le dedicó una mirada fugaz.Al percatarse de que ya su esposo había salido de aquella oficina, fue hasta él sin perder tiempo, y lo agarró con fuerza del brazo —¿Qué tenías que hablar tanto con él? —preguntó Jaison, temblando de rabia.Liam respiró hondo, mostrando una sonrisa totalmente fuera de contexto, pero era su felicidad, su momento de gloria que nadie se lo iba a joder, mucho menos su marido.—E
Faltaban 20 minutos para que dieran las seis en punto. Jaison estaba sentado en la sala de estar mientras Liam terminaba de vestirse. Ambos estaban enloqueciendo lentamente cada uno por su parte, pero ninguno había mencionado nada durante la tarde, pues Jaison se había quedado en casa, avisando en el trabajo que se había sentido mal. El ruido a su espalda le hizo girarse para mirar a su esposo. Lucía glorioso en ese traje, su piel blanca y lechosa resaltaba con la combinación de colores. Era simplemente maravilloso, una joya hecha persona. Su corazón dio un vuelco, ¿Qué carajo había hecho? Liam no estaba arreglado así esa noche para él, sino para el maldito de Derek Carbone. Entonces un horrible pensamiento asaltó su cabeza, Liam lucía maravilloso en ese traje, y sin embargo, a media noche, esas ropas estarían sobre el suelo, muy lejos del cuerpo de Liam.Había sido un imbécil, había accedido sin darse cuenta a la propuesta que Derek, y que Liam hubiese estado de acuerdo aquello tan
Esperaba ser conducido a la casa de Derek y luego directamente a su habitación, sin embargo, el estar cruzando la entrada de aquel restaurante era una sorpresa para Liam. Derek ni siquiera había tenido que anunciar que tenía reservación, pues las empleadas del lugar le reconocieron y condujeron directamente a una mesa reservada para dos.Era un lugar magnífico, tal como todo lo que rodeaba a Derek, pero Liam comenzaba a sentirse acostumbrado, ya no le sorprendían los lujos en los que Derek solía desenvolverse.Tomaron asiento y Derek ordenó algún vino del que Liam desconocía su existencia, pero preservó el nombre en lo profundo de su mente.— Necesitas mucho más que tu dinero y los lujos que puedes obtener con él para sorprenderme.Derek elevó una ceja ante las palabras del contrario. Por supuesto que él lo sabía, podía ver en el rostro de Liam que el dinero que él poseía no le importaba en lo más mínimo. Desde el encuentro en la hamburguesería, cuando prácticamente estuvo a punto de
La casa de Derek era más sencilla de lo que hubiera imaginado, aunque seguía estando bien ubicada en uno de los fraccionamientos más ricos de Italia. El decorado interior, de alguna forma, era acogedor y moderno, le hacía sentir extrañamente cómodo.— ¿Quieres una copa de vino?— Creo que ha sido suficiente vino por hoy — musitó con una media sonrisa, mirando los cuadros colgados en el largo pasillo que llevaría a alguna parte al interior de la casa.— Nunca es suficiente vino. Sólo una copa más.Liam rió, escuchando la frase que hace unos momentos él mismo había recitado en el restaurante, al servirse la tercer copa de vino. Aceptó la propuesta de Derek, siguiéndolo hacia la cocina cuando éste lo invitó a acompañarle.Lo observó desplazarse por su cocina con total confianza, ubicando correctamente en donde estaba cada utensilio que necesitaba. Lo observó destapar la botella, los músculos de su brazo flexionándose a través de su camisa de vestir. Mentiría si dijera que no estaba desea
Inició dejando un suave beso al lado de su rodilla, y entonces deslizó la lengua por todo el largo del interior del muslo ajeno, llegando lentamente hasta su ingle, donde volvió depositar un beso y mordió ligeramente, Liam gimió su nombre y enredó los dedos de nueva cuenta en su cabello. Derek le miraba desde ese ángulo antes de enderezarse un poco.— No tienes idea de lo hermoso que luces así, excitado y deseoso de mí.La charla sucia que Derek estaba comenzando hacía que un pequeño impulso de alzar sus caderas surgiera en su interior. Comenzaba a sentirse tan excitado que estaba perdiendo la cordura completamente, quería que le tocara más, que le besara y mordiera cuánto quisiera, quería sentirlo en su interior.— Derek, yo...Se llevó una mano a la boca cuando el nombrado besó y mordisqueó su otro muslo, sintiendo entonces el toque de Derek sobre su ingle. Ansiaba que envolviera su miembro y bombeara de él, quería sentirlo tocarle pero parecía que Derek evitaba acercarse a esa zona
— Todo tuyo mi vida.Derek lo azotó un par de veces más con su palma. Sus glúteos picaban debido a los golpes, aunque éstos no hubieran sido demasiado fuertes. Liam se sorprendió cuando Derek le separó los glúteos de pronto y se hundió en él de una sola estocada. Gimió su nombre altamente y sus caderas se alzaron solas. En esa posición, Derek podía llegar más lejos en su interior.Lo embistió con fuerza y rapidez, y luego de pronto cambiaba la velocidad y lo penetraba con lentitud para luego comenzar de nueva cuenta rápido y hondo. Le volvía loco que Derek cambiara de velocidad de esa forma, le llevaba al límite y le hacía gemir su nombre cada vez que iba lento.Su miembro rozaba deliciosamente contra la almohada en cada embestida, debido a que Derek le empujaba en cada una de ellas por la fuerza.— Voy a, ngh, Derek voy a correrme, estoy cerca.Su voz sonaba tan quebrada y vibrante, jamás se había sentido así anteriormente. Derek envolvió su mano derecha en el miembro de Liam y la iz