Nunca pensé que de hecho disfrutaría de la vida de casado de nuevo, en especial con las rutinas, y al parecer ahora que soy el "hombre de la casa” dedicarme a los niños y a la casa es de hecho bastante relajante. Adeline ha empezado a trabajar en la clínica desde hace un mes y ahora que nos hemos instalado por completo. La vida nunca fue mejor.
Los gemelos han empezado a gatear, lo que me estaba volviendo loco, en especial Anthony, a quien había decidido empezar a llamar Tony, el chico era más rápido de lo que parecía. Tan pronto como lo alejaba de las cortinas nuevas, estaba haciendo su camino hasta la cocina. Otto en cambio era más tranquilo y era en definitiv
Embarazada.Estoy embarazada ¡De nuevo! Y aún no perdía los kilos extra por los gemelos. Y recién empiezo a trabajar de nuevo. Pero aún quedan unos meses antes de que suceda, pero Anthony y Otto aún demandaban muchísima atenciónNo me veo a mi misma con tres niños pequeños tan pronto, pero al despertar con Anthony acariciando mi vientre y abrazándome protectoramente, me derrite hasta el alma, y había accedido a la idea de tener otro hijo...un par de años en el futuro.&mda
Despertar con Adeline y mis hijos en la cama. Es malditamente genial.Al menos hasta que uno de ellos empieza a llorar. Suspirando, abro los ojos para encontrar a mi pequeño Otto llorando con fuerza, Tony empieza a removerse, por lo que tomo al gemelo llorón y salgo de la habitación, dejando a Adeline en la cama, su ojo se abre ligeramente, pero vuelve a cerrarlo de inmediato.Tomo a mi bebé y lo llevo hasta la cocina, donde busco el biberón para calentarlo, aunque Adeline propone que dejemos de darle, es lo único que consigue aquietarlos a esta hora de la mañana, por lo que me limito a cargarlo alrededor, son solo las cuatro de la mañana y definitivamente quería volver a la cama de inmediato, maldigo al ver que he dejado una ventana abierta y el frío se ha colado dentro.Le doy a Otto su biberón, pero el mocoso me sonríe mientras t
Intento no reírme demasiado de la actitud de Anthony ante Alan, quien es un chico bastante agradable, y chistoso, además hace reír a Talia. Pero cuando los otros cuatro Connors llegan, veo que traman algo, y probablemente sea asustar al chico. Miro a Anthony, advirtiéndole que no haga nada que pueda molestar a Taliana. Quien me había llamado mamá, lo que me ha gustado mucho, en especial porque ahora lo hace con naturalidad, pero me mira curiosa al ver que hay fotografías de ella sus hermanas en la encimera de la cocina, Lara...ir, Alena, creyó que sería un buen tratamiento, aceptar con naturalidad que tanto Anthony como yo estuvimos casados, y que nuestras respectivas parejas fallecieron, además pensó que podría ayudar a Anthony, hay una lin
alborotado le da un aspecto adorable, lo que me hace imposible tomarla en serio, en brazos, sostiene a nuestro pequeñín, Henry, como mi hermano mayor — dijiste que estarías aquí para entonces, y mira todo el desastre que tenemos ahora — oye, te lo compensaré — aseguro, besando su frente — lo prometo — más te vale — se queja — las quintillizas aún no saben que estás de regreso — iré a recogerlas a la escuela — prometo, estirándome.
Estaba en el sótano cuando escuché el disparo. Lo recuerdo como si fuera ayer. El sonido del disparo, el terror de haber tenido que esperar a que Otto viniera por mí, pero en lugar de eso, escuché un cuerpo caer en el piso de la cocina, pasos corriendo alrededor y todo siendo destrozado. Sabía que Otto estaba muerto incluso antes de que llegaran los hombres en trajes de camuflaje irrumpieran en el sótano, dejé caer los platos de mi madre que había ido a buscar y salí corriendo en cuanto vi la primera bota oscura en las escaleras, Otto había instalado una vía de escape hace años, pero el pánico me embarga de inmediato, no soy una mujer violenta, así que corro de cualquier manera y les arrojo un par de cajas. El sótano es un laberinto, y lo agradezco, pero correr en contra de dos hombres armados con mi vientre hinchado es demasiado para mí, en especial cuando el zumbido de las balas atraviesa el espacio, el cemento y la madera explotan a mi alrededor. P
El teléfono suena, y miro el identificador de llamadas con ceño fruncido, es un número de Vienna, solo conozco a un par de personas allí, pero este era mi número personal. Solo mi familia tiene mi número personal. — ¿pasa algo? — pregunta David, tomando una cesta con biberones y mirándome, le hago una señal para que permanezca en silencio. — Connors — saludo, del otro lado de la línea, escucho un débil suspiro, es femenino, y envía un escalofrío por mi espalda — Anthony —
La primera noche, no consigo dormir. Hice todo lo que Anthony ordenó, al pie de la letra. Pero la sensación de soledad y el terror me embargaban por completo, ¿quiénes eran esos hombres? ¿Que querían? Temblando, me atrevo a mirar las noticias, nerviosa por lo que pueda aparecer en ellas, Otto es un héroe de guerra, él y Anthony habían sido foco de atención luego de rescatar a todo un grupo de rehenes y soldados heridos. Pero no hay noticias de la muerte de mi esposo o de mi desaparición. Probablemente no pase nada luego de un par de días. Nunca se sabe. Mis niños patean en mi vientre, hago una mueca cuando uno de ellos se encarama en mis costillas, enviando una punzada de dolor en el costado. — Tranquilos — murmuro, levantándome con dificultad, ni mis hijos ni mis pies estaban contentos por haber corrido el día anterior, y pasar en vela la mayor parte de la noche. Muero de hambre, estoy en esa etapa del embarazo donde solo soy capaz de
Embarazada.Adeline estaba embarazada.Y yo no había tenido las pelotas para buscarla hasta hace exactamente nueve horas. Había decidido escuchar a mi hija, Otto era un blanco importante, era probable que la dejaran sola en cuestión de horas.Pero querían a sus hijos,hijos,en plural.— ¿te hirieron? — pregunto, intentando no dejarle ver mi confusión. Adeline es una mujer menuda, no más de metro sesenta y tres. con cabello del color del cobre y piel bl