Adeline me mira con los ojos abiertos y luego posa su mirada en el anillo que había recogido de la joyería esta misma mañana, era sencillo, con pequeños diamantes y un rubí en la punta.
Cuando la miro a los ojos, siento que la he cagado, al ver a la multitud de familiares a mi alrededor y lanzar esto tan precimpitadamente sobre ella, la estoy obligando a decir que sí.
Fuerza una sonrisa tensa y aprieta los labios antes de asentir y tenderme su mano
— Sí, sí quiero — asegura haciendo que todos aplaudan de contentos, deslizo el anillo en su dedo y le doy el beso de rigor, cuando la abrazo, susurra en mi oído — Te pedí que no me presionaras.
Con el corazón en un puño, la veo seguirme la corriente y enseñar su anillo a todas las mujeres, intento demostrar alegría, pero no puedo.
Había sido un idiota. Claro que no querí
Me duele el culo. Demasiado. Y Anthony lo sabe, pero además de su sonrisa engreída, se dedica a mimarme todo el día, aunque el sentimiento de culpa ha estado atormentándome desde esa noche, decido que mis miedos son estúpidos, amo a este hombre. Sin embargo, el remordimiento por lo egoísta que fui al dejar que mis miedos se apoderaran de mí, persiste. Anthony pasa el día conmigo y luce orgulloso de su cometido, sinceramente me había sorprendido la forma en que decidió tomar el control, sin eso...creo que jamás me habría admitido a mí misma la verdadera razón de mi negativa al matrimonio, en especial al ver el tatuaje que le dedicó a su esposa. — Tengo uno para ti — dice luego de un rato, me ha estado observando y me sonrojo al darme cuenta de lo obvia que fui, señala su antebrazo izquierdo, lo miro curiosa al notar un tatuaje nuevo, no lo había notado antes por la forma en que han estado sucediendo las cosas, hasta la noche anterior, no habíamos tenido contac
Me voy a casar. Jodidamente me voy a casar. Maldición, jamás pensé que realmente llegaría a este punto, y con una mujer preciosa, madre de mis gemelos. Maldición, verme de nuevo con el traje y listo para el altar trae algunas emociones serias, cuando me casé con Sharon ambos éramos jóvenes e inexpertos. Una vez que termino de arreglarme, voy con mis hermanos hasta la planta principal, donde había preparado todo para una boda clásica de los Connors. Solo está mi familia y los padres de Adeline, solo un par de sus amigos habían conseguido tiempo para venir. Mi madre luce radiante y es bueno verla contenta, ella se hace cargo de los gemelos, que en cuanto me ven se sacuden y empiezan a llorar. Despierto entre los brazos de Anthony, y la sensación es perfecta, hace un poco de frío y las mantas acabaron en algún lugar del suelo en medio de nuestra noche de bodas Me pego más a su lado en busca de calor corporal, sin poder creerme aún que soy la esposa de Anthony, y que finalmente...tendríamos nuestro momento de paz y tranquilidad. No quiero salir de la cama, pero tengo ganas de hacer pis, así que me deshago del abrazo de Anthony y corro dando saltitos hasta el baño, maldi61. Adeline
Nunca pensé que de hecho disfrutaría de la vida de casado de nuevo, en especial con las rutinas, y al parecer ahora que soy el "hombre de la casa” dedicarme a los niños y a la casa es de hecho bastante relajante. Adeline ha empezado a trabajar en la clínica desde hace un mes y ahora que nos hemos instalado por completo. La vida nunca fue mejor.Los gemelos han empezado a gatear, lo que me estaba volviendo loco, en especial Anthony, a quien había decidido empezar a llamar Tony, el chico era más rápido de lo que parecía. Tan pronto como lo alejaba de las cortinas nuevas, estaba haciendo su camino hasta la cocina. Otto en cambio era más tranquilo y era en definitiv
Embarazada.Estoy embarazada ¡De nuevo! Y aún no perdía los kilos extra por los gemelos. Y recién empiezo a trabajar de nuevo. Pero aún quedan unos meses antes de que suceda, pero Anthony y Otto aún demandaban muchísima atenciónNo me veo a mi misma con tres niños pequeños tan pronto, pero al despertar con Anthony acariciando mi vientre y abrazándome protectoramente, me derrite hasta el alma, y había accedido a la idea de tener otro hijo...un par de años en el futuro.&mda
Despertar con Adeline y mis hijos en la cama. Es malditamente genial.Al menos hasta que uno de ellos empieza a llorar. Suspirando, abro los ojos para encontrar a mi pequeño Otto llorando con fuerza, Tony empieza a removerse, por lo que tomo al gemelo llorón y salgo de la habitación, dejando a Adeline en la cama, su ojo se abre ligeramente, pero vuelve a cerrarlo de inmediato.Tomo a mi bebé y lo llevo hasta la cocina, donde busco el biberón para calentarlo, aunque Adeline propone que dejemos de darle, es lo único que consigue aquietarlos a esta hora de la mañana, por lo que me limito a cargarlo alrededor, son solo las cuatro de la mañana y definitivamente quería volver a la cama de inmediato, maldigo al ver que he dejado una ventana abierta y el frío se ha colado dentro.Le doy a Otto su biberón, pero el mocoso me sonríe mientras t
Intento no reírme demasiado de la actitud de Anthony ante Alan, quien es un chico bastante agradable, y chistoso, además hace reír a Talia. Pero cuando los otros cuatro Connors llegan, veo que traman algo, y probablemente sea asustar al chico. Miro a Anthony, advirtiéndole que no haga nada que pueda molestar a Taliana. Quien me había llamado mamá, lo que me ha gustado mucho, en especial porque ahora lo hace con naturalidad, pero me mira curiosa al ver que hay fotografías de ella sus hermanas en la encimera de la cocina, Lara...ir, Alena, creyó que sería un buen tratamiento, aceptar con naturalidad que tanto Anthony como yo estuvimos casados, y que nuestras respectivas parejas fallecieron, además pensó que podría ayudar a Anthony, hay una lin
alborotado le da un aspecto adorable, lo que me hace imposible tomarla en serio, en brazos, sostiene a nuestro pequeñín, Henry, como mi hermano mayor — dijiste que estarías aquí para entonces, y mira todo el desastre que tenemos ahora — oye, te lo compensaré — aseguro, besando su frente — lo prometo — más te vale — se queja — las quintillizas aún no saben que estás de regreso — iré a recogerlas a la escuela — prometo, estirándome.
Último capítulo