CAPITULO 31

SAMANTA

Al día siguiente, luego de la oficina, Linda fue llegando a casa como si nada.

—No pensé que tu tío esta vez se excediera tanto; el tipo de la entrada parece una montaña viviente —masculló mientras entrábamos a mi cuarto.

—Está muy molesto. Será difícil salir de aquí sin que sepa a dónde voy.

—Solo tengo que decirle algunas palabras y verás que nos dejará salir —se lanzó de espaldas a mi cama susurrando a modo de lamento aquellas palabras.

Me recosté a su lado, curiosa.

—¿Qué pasa entre ustedes, Linda? —Ella entrecerró los ojos y tragó con fuerza—. Dime que no te está lastimando…

—Él… él no me ha lastimado, Sam. Yo misma soy quien se martiriza sintiendo lo que sien

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo