Fermina pretendía responder, pero Ignacio se puso en frente de ella.—Vete, por favor, no veo lo necesario de tus prejuicios, Fermina.—Hipocresía, no lo ves ahora, pero antes de ellas, pensabas igual Ignacio.—Ven, amor, creo que fue mala idea venir.—Mi hija no va a ningún lado, y tú Fermina, me tienes cabreado con tu actitud, caray mujer, no actúes como una adolescente inmadura, no te molesta su vestuario, es más que eso, y deberías de darte cuenta de que incluso a sus 23 años es mucho más madura que tú, y lo siento, pero mira como actúas.—Me estás avergonzando Ignacio.—No, no lo hago, lo haces tú, tus actitudes no solo son decepcionantes, Fermina te pones en ridículo, piensas y actúas contrario a lo que dices ser.—Muy bien, me queda claro, Ignacio ya me darás la razón, ese par te van a llevar a la ruina, yo solo estaré para verte caer, ya empezaste a darle pie a la competencia estando delante de ti, ahora lo entiendo todo, dices que es por la moco… Que es por esa niña, pero bie
—Bien, Violet, acepto —dijo sin pensarlo y al recapacitar se justificó—. No es que me interese su vida, es por el bienestar de Salomé, y porqué me parece una buena idea, lo que sugiere, Violet.—No estaba con el doctor, aún no me propone salir, solo estaba en el spa.—Hola, hola, hol… —simón irrumpió en la oficina y se quedó asombrado al ver a Violet—. Caray hombre, lo siento, no sabía que estabas ocupado, puedo volver más tarde.Con su entera atención en Violet, Simón esperaba la respuesta de Ignacio.—No, no te preocupes, Simón, ella es Violet y esta hermosa mujercita es mi hija, Salomé.—Mucho gusto, señorita, soy Simón —le dejó un beso en la mano que hizo que Ignacio rodeara su escritorio hasta ellos—. Es mucho más hermosa que en las fotos señorita.—Sí, simón, apártate, es decir, deja a Violet en paz, mira, ella es mi hija.—No, pero, si no me está molestando Ignacio, mucho gusto señor, es usted muy amable.Violet sonrió amable e Ignacio frunció el ceño al ser de nuevo Ignorado.
Ignacio se quedó mirándola, Violet no pudo evitar mirarlo del mismo modo hasta que Salomé interrumpió rebelde buscando pararse en las piernas de Violet.—Apa, papá —extendió los brazos.—No, no amor, papá, no puede cargarte ahora, debe conducir, Ignacio no sé si fue un cumplido, ni si debo agradecer, pero gracias, viniendo de su parte, lo mejor es agradecer y asumir que lo es, confieso que empiezo a creer que no era tan cierto eso de que no le gustaban los niños y las mujeres jóvenes.Ignacio sonrió, sí que era cierto que no le gustaban, pero ellas lo habían cambiado con la rapidez de los segundos.—Es complicado —dijo antes de cerrar la puerta del auto.Subió adelante y empezó a conducir, Violet permaneció con su atención en Salomé, jugaba con ella acostada en sus piernas, Salomé reía a carcajadas, provocando que Ignacio sonriera satisfecho con la escena.Conducía mirándolas de vez en cuando.—Cuénteme sus ideas o planes con la campaña, Violet.—Permítame sorprenderlo, si no le gusta
Violet bajó del auto y quiso ayudar con Salomé, pero él se negó, le indicó el camino y Violet pudo notar lo nervioso que estaba.—¿Se encuentra usted bien, Ignacio?—Sí, es solo que espero que el este lúcido, es como un niño, pero es un hombre agradable, sé que si está de buen ánimo le gustará conocer a Salomé.Ella sonrió, habían llegado con la enfermera encargada, quien le dijo que se encontraba bien, lo que generó satisfacción a Ignacio.El hombre se encontraba viendo desde su cómodo sillón un programa, sintió la puerta abrirse y no se molestó en mirar.—Señor Josh, tiene visita —informó la enfermera siendo ignorada.—Papá, papá —balbuceó Salomé, logrando llamar la atención del hombre.—Hijo, mi hijo, has venido, ¿y este par de señoritas? —se puso de pies con la dificultad que el paso de la edad había provocado a su cuerpo, erguido, caminó hacia ellos—. Salomé... se parece a mí Salomé.—Hola padre, así es, se parece a mamá, ella es Salomé, es mi hija.Salomé se quedó mirándolo, hiz
Ignacio recibió una llamada de Liana y se retiró para responder, Violet miraba a Salomé feliz disfrutar de las ocurrencias del hombre, quien parecía haber recuperado del todo la lucidez.Ignacio dejó su llamada y se acercó y le pidió a Violet hablar.—Quería agradecerle el querer hacer esto, significa mucho para mí, ver bien a mi padre, verlo feliz.Ella no dejaba de mirar en la dirección del hombre con su hija en brazos, las risitas de Salomé se escuchaban en los pasillos.—También lo hago por ella, y su padre me agradó, parece que es un gran hombre.—Lo es, ¿qué va a pasar con el doctor?Violet lo miró y frunció el ceño.—¿Está seguro que no le gusta el doctor, Ignacio?—No, pero es evidente que a usted si Violet, y como será mi mujer…Ella logró que se detuviera cuando empezó a reírse.—No, no diga eso ni en bromas, estaremos fingiendo ser una familia algunas semanas, pero no seré su mujer, Ignacio lo escucha Fermina y me puede jalar por los cabellos.—Lo que sea, Violet, Fermina,
Las horas pasaban y Fermina, en casa de su hermana, le contaba como iban sus planes, el cómo había entregado a la competencia, las ideas de la campaña de Ignacio, ellos la lanzarían primero y lo acusarían de fraude, de ese modo podría culpar a Violet.—Como vas a hacer para que parezca que fue ella, no tienes fotos ni nada de ella en la competencia.—No comas ansias, ya está solucionado, es amiga de Zaid, haré que Ignacio, crea que es complicidad, confía en mis planes, esta vez ni su hada madrina, podrá salvarla —aseguró Fermina y bebió su bebida baja en calorías.Continuaron una larga conversación, ideando planes que según ellas eran el modo correcto no solo de que Ignacio se decepcionara de Violet, sino de que esta perdiera su fama y apoyo de sus fans.Las horas habían pasado y el tiempo de la visita finalizado, encantado, Josh se despidió de las dos mujeres, Violet dijo que podría visitarlo en algunas ocasiones en lo que se gestionaba su salida por breves periodos.Después de la de
A Ignacio le había costado dormirse, no estaba acostumbrado a dormir tan temprano; sin embargo, con el pasar de los minutos logró hacerlo.En casa de Violet, ella escuchaba atenta a Mariska, mientras lo hacía, vigilaba a Salomé ya en su cuna.—Ya que estás de acuerdo con el proyecto y que no hemos hablado más que de trabajo, ¿por qué no me cuentas qué está sucediendo entre el robot y tú?—No, nada fuera de lo laboral y los asuntos de Salomé, es muy controlador, sabes, quiere controlar con quién salgo, según él, para proteger a Salomé.—¡Hmm! Bueno, desde mi experiencia te diría que le interesas, lo digo porque vi como te miraba en el centro médico, existe la posibilidad de que esté celoso y no puedes negar que de algún modo es más que tu tipo.Violet se giró sobre su espalda y llevó las manos sobre su vientre.—Es apuesto, pero no creo que pueda pensar en él, como algo más que el padre de Salomé, aunque créeme, no es difícil imaginarme otras cosas, debe ser la falta de actividad.—Te
Le recibió el morral con sus equipos.—Así es, las vi y pensé que se verían bonitas en algún lugar de la casa —se justificó.—Claro, no tiene que explicar, iré a ponerlas en agua, Violet está en la terraza, puede ir allá.Entró y empezó a jugar con Salomé, Mariska salió y se sentó a trabajar, preguntó si le habían dado el medicamento, ella lo envió a la terraza.Ignacio se dirigió al lugar con la intención de preguntarle, la vio estirándose, y se detuvo.La risita de Salomé, interrumpió a Violet, quien muy nerviosa cogió su toalla, se secó el sudor y desde distancia prudente saludó.Ignacio se acercó, la saludó y realizó su pregunta, obteniendo una confirmación.Al verla recoger su equipo se puso de cuclillas, ayudarle con Salomé en brazos.Ambos cogieron la misma mancuerna y se quedaron mirando sin soltarla.Un inevitable acercamiento que prometía un beso a no ser por la intervención de Salomé, quien sin querer le dio un golpe en el rostro a Ignacio, haciendo a ambos reaccionar.Ambo