Con los ojos llenos de lágrimas, Violet escuchaba sin entender, pero sintiéndose acusada de algo de lo que no tenía idea.—Me está acusando de algo Ignacio, pero no comprendo de que…—Basta de hipocresías Violet, ya basta, ya lo sé todo, solo quisiera saber si valió la pena lo que le pagaron por vender mi campaña, ya me lo dijo su compli…Ella lo abofeteó, furioso apretó la mandíbula.—Ahora se hace la digna, todo tiene sentido, el que no me permitiera ver la supuesta campaña en que estaba trabajando, supongo que Michael, también tiene que ver, que es cómplice de que ahora Tobías mi enemigo jurado tenga la desfachatez de dar a conocer mi campaña y la haya presentado como suya.Violet logró comprender todo, no dijo nada en su defensa, intentó marcharse y la detuvo.—Qué insolencia, espero que haya sido divertido, esto les va a salir caro, esto no se va a quedar así Violet usted y Michael van a ser responsable de las consecuencias por haber tenido el descaro de vender mi campaña a Tobía
—Caray, Violet no, no haga esto, por favor, lo siento, sé que me apresuré, que fui un imbécil, pero…—Salomé está durmiendo, lo mejor es que venga otro día, mañana Mariska la llevará un par de horas mientras se resuelve todo, Lana regresará pronto, buenas noches, Ignacio.Él pretendía hablar y fue dejado con la palabra en la boca. Violet cerró la puerta y se acercó a Mariska para abrazarla, necesitaba ser fuerte, por Salomé, estaba muy dolida, había confiado en Ignacio, le habia hecho ver que ella era diferente, pero él no confío en ella, simplemente la culpo ain darle el beneficio de la duda, la hirió con esas palabras que le habia dicho, refiriéndose a ella como una descarada, desleal, y no solo a ella, sino que también a Michael, la persona que lleva con él mucho tiempo y aún asi desconfío de él.Ignacio permaneció en el lugar unos minutos, le dejó algunos mensajes disculpándose, se sentía fatal por haber dudado así de ella y de Michael, se sentía desesperado por no saber que hacer
—Ok, pero repito, no quiero recibir las ganancias de su esfuerzo, como lo mencioné, quiero que se abra un fondo para Salomé.Mariska dijo que lo hablaría con Violet. Ignacio se despidió de Salomé y se quedó con las ganas de llamarla, le pidió a Richard ir a asegurarse de los castigos para Tobías y Fermina.Esa mañana, después de haber terminado con Mariska y lo que Violet pedía, Ignacio no pudo cumplir con su trabajo, decidió visitar a su padre a quien encontró bien, pero que no pudo contarle nada, para no preocuparlo, no supo explicarle la ausencia de Violet y Salomé, dijo una mentira piadosa, se había quedado más de lo normal ese día.Violet se la había pasado todo el día trabajando, logrando así un gran avance, solo faltaba la confección de sus diseños, la modelo, que sería pan comido para la capacidad de Ignacio y la manera en que tenía acostumbrados a sus empleados a laborar.Fermina, por su parte, decidió cumplir su servicio comunitario en dos escuelas donde pretendía enseñar de
—¿Te das cuenta de lo que te he dicho todo este tiempo? —preguntó impaciente.—Dices muchas cosas Ignacio, ¿Por qué no eres específico?Estampó furioso los documentos en su escritorio.—Hablo de esta muchachita, es la segunda vez que cancela la sesión de fotos, es una irresponsable, ya me encantaría rescindir de sus servicios.—Hazlo, ¿qué te impide despedirla? No te compliques, despídela y contrata otra.—Es la maldita novedad, todos los medios hablan de ella, todos quieren contratar con ella y no me daré el lujo de perder esta oportunidad, debo reconocer que será una buena imagen para la campaña, un éxito asegurado.—¿No tienes muchas opciones, eh?—Así es Simón, ya me encantaría despedirla, pero no es un lujo que pueda darme, esta campaña es muy importante.—Déjame ver a la joven novedad —dijo Simón—. Ah, pero sí que es hermosa, definitivamente será una buena imagen y un éxito.—Sí, es hermosa, pero ojalá tuviera de responsable lo que tiene de belleza, este es el motivo por el que
Ignacio respondió la llamada de su novia, ella era una prestigiosa cardióloga, mientras él conducía con dirección a la clínica a recoger a Fermina, Violet jugaba con su pequeña, cuando estaba con ella no existía nada más. Entre sus responsabilidades, su hija era la más importante.«Sé que no hace falta, me tienes a mí, pero no estaría nada mal saber quién es tu padre, antes de que tenga que explicarte la manera tan vergonzosa en que fuiste concebida» pensaba, en tanto le hacía cariños a Salomé.—Lana, ¿te importaría hacerte cargo unos minutos de Salomé? Le he pedido a la empleada tomarse el día, haré yo el almuerzo.Lana se acercó y se hizo cargo de la pequeña, Violet preparó todo y volvió con ellas.—¿Usted cree que la niña se parezca a su padre?—Puede ser, en mi familia nadie es rubio, y mucho menos de ojos de color.—De todos modos es usted una morena muy hermosa, la niña Salomé, por el contrario, es rubia y tiene ojos grises, tal vez tenga su suerte y siga sus pasos, una famosa m
Violet se había quedado asombrada, abrió los ojos como platos mientras escuchaba las amenazas de demanda del hombre, de lo que eso le haría a su carrera.Ignacio se retiró furioso, Violet se quedó parada cuál estatua.—Señorita Violet lo mejor es que nos vayamos —dijo Lana—. ¿Señorita Violet?Violet empezó a caminar, sin salir de su asombro, llegaron hasta el auto y su primer acto fue llamar a Mariska, su amiga y diseñadora a la que le debía su éxito.—Hola Violet, ¿Qué tal ha ido tu sesión de fotos? ¿Cómo está mi ahijada?—Encontré al padre de mi hija, Mariska, él, mi nuevo jefe es el padre de mi hija.—¿Qué, pero qué dices? Violet no puede ser posible, ¿no has leído? A Ignacio O’kelly no le gustan los niños.—No, no lo hice, pero no te miento, es él, Mariska es su rostro, es el rostro que recuerdo, mira sus fotos y ve los rasgos de Salomé.Mariska esperó en la línea mientras comprobaba la información.—Caray, sí, si tienen el color de ojos y cabello, ¿pero no será solo una coinciden
Violet se quedó sorprendida.—Papá, apa—repitió la pequeña.Ignacio sonrió.—Hola mujercita, no soy tu papá, ¿así que puede hablar? ¿Esperaban a su esposo señorita Williams?Violet estaba concentrada mirando al hombre delante de ella, mordía la manzana con pensamientos nada sanos.—Señorita Williams, ¿está usted bien?—Papá —repitió insistente Salomé.—No soy papá, pero he traído esto para ti —extendió la mano con un piano acto para bebés a partir de los 12 meses, en color azul.—Amor, no, el señor no puede cargarte, es alérgico a los bebés —reaccionó finalmente Violet—. Soy madre soltera, señor.Ignacio la miró con cierto asombro y carraspeó.—Veo que se ha tomado el tiempo de investigar, no entiendo, porque llevar a la niña, si sabía esa información.—No, no lo sabía, me enteré hace horas, estoy dispuesta a pagar lo que sea que cueste esa demanda, mi hija está primero, ¿Qué hace en mi residencia señor O’Kelly? Es decir, el asunto lo llevarán mi representante y nuestro abogado.—Quer
—Sí, si estamos bien Lana, y si el gruñón estuvo aquí, sabes, además de que comprobé que es el padre de Salomé, me he dado cuenta de que no es tan alérgico a los niños, como dice.—¿Está segura de que es él, señorita Violet?—Lo estoy, tiene el tatuaje en la espalda, un ave fénix, recuerdo ese rostro y bueno, por alguna razón Salomé lo llamó papá, debiste ver su rostro, claro intentó disimular con una sonrisa, tiene una sexi, por cierto, es muy apuesto —dijo Violet y mordió la manzana que previamente había cogido.—¡Hmmm! Es un hombre comprometido, por lo que tengo entendido, señorita Violet, en cuanto a que es el padre, me alegro de que la niña Salomé vaya a contar con su figura paterna, ¿cuándo le dirá o ya lo sabe?—Supongo que no me recuerda, y no te preocupes, leí que está comprometido, para mi mala suerte, no le gustan las jóvenes, con que acepte a Salomé estará bien. ¡En cuanto a decírselo!Violet suspiró y le recibió de nuevo a Salomé.—Supongo cuando esta princesa se gane su