Violet había llegado a casa, Mariska no estaba, sin tener a quién contarle del modo en que se sentía, empezó hablar con Salomé, quien solo le sonreía como si pudiera entenderle. Era feliz incluso cuando su círculo social a pesar de su fama era pequeño. Lo que le había pasado la había hecho mantener un bajo perfil, en cuanto alcanzó la fama que le precedía. Se había convertido en una persona asocial y en cuanto nació su hija todo giraba entorno a ella.Fácilmente podrían confundirse con su forma de ser, como lo había hecho Ignacio en aquella primera impresión que tuvo de ella, sin siquiera imaginarse que solo intentaba dar prioridad a su hija. Solían juzgarla sin conocerla, puesto que era una modelo, la gente asumía que era alguien con muchas amistades, tanto como la fama que le precedía, pero no era cierto, apenas si tenía con quién hablar, agradecía haber encontrado a su manager y a su niñera, que a veces hacía de su asistente personal, la escuchaban y le daban los consejos que le ha
Ignacio, al ver que, como pocas veces, Salomé no estaba prestándole atención, accedió hacerlo, entró a la habitación, justo cuando Violet salía de la ducha.—Lo siento Ignacio, parece que la cena le sentó mal y me ha vomitado, ya estaba lista, pero…Se acercó y la silenció con un beso. El cual ella respondió rodeándolo con sus brazos y profundizando el beso.—Me encanta como huele Violet —rozó su brazo con los pulpejos de sus dedos, consiguiendo que se erizara—. Qué hermosa.Se acercaron de nuevo, se besaron, él soltó el lazo de su bata y tragó grueso al ver sus curvas, y aunque las había visto en fotos, las veía mucho mejor.Al ver su reacción, Violet se encogió de hombros, él se acercó y le dejó un beso en el cuello, para después susurrar que la deseaba, mientras se pegaba más a ella para que sintiera lo duro que se estaba poniendo, al verla en aquella bata que marcaba su definida figura.El móvil de Ignacio sonó y estos se apartaron, antes de responder, él le dio el detalle, quiso
Con los ojos llenos de lágrimas, Violet escuchaba sin entender, pero sintiéndose acusada de algo de lo que no tenía idea.—Me está acusando de algo Ignacio, pero no comprendo de que…—Basta de hipocresías Violet, ya basta, ya lo sé todo, solo quisiera saber si valió la pena lo que le pagaron por vender mi campaña, ya me lo dijo su compli…Ella lo abofeteó, furioso apretó la mandíbula.—Ahora se hace la digna, todo tiene sentido, el que no me permitiera ver la supuesta campaña en que estaba trabajando, supongo que Michael, también tiene que ver, que es cómplice de que ahora Tobías mi enemigo jurado tenga la desfachatez de dar a conocer mi campaña y la haya presentado como suya.Violet logró comprender todo, no dijo nada en su defensa, intentó marcharse y la detuvo.—Qué insolencia, espero que haya sido divertido, esto les va a salir caro, esto no se va a quedar así Violet usted y Michael van a ser responsable de las consecuencias por haber tenido el descaro de vender mi campaña a Tobía
—Caray, Violet no, no haga esto, por favor, lo siento, sé que me apresuré, que fui un imbécil, pero…—Salomé está durmiendo, lo mejor es que venga otro día, mañana Mariska la llevará un par de horas mientras se resuelve todo, Lana regresará pronto, buenas noches, Ignacio.Él pretendía hablar y fue dejado con la palabra en la boca. Violet cerró la puerta y se acercó a Mariska para abrazarla, necesitaba ser fuerte, por Salomé, estaba muy dolida, había confiado en Ignacio, le habia hecho ver que ella era diferente, pero él no confío en ella, simplemente la culpo ain darle el beneficio de la duda, la hirió con esas palabras que le habia dicho, refiriéndose a ella como una descarada, desleal, y no solo a ella, sino que también a Michael, la persona que lleva con él mucho tiempo y aún asi desconfío de él.Ignacio permaneció en el lugar unos minutos, le dejó algunos mensajes disculpándose, se sentía fatal por haber dudado así de ella y de Michael, se sentía desesperado por no saber que hacer
—Ok, pero repito, no quiero recibir las ganancias de su esfuerzo, como lo mencioné, quiero que se abra un fondo para Salomé.Mariska dijo que lo hablaría con Violet. Ignacio se despidió de Salomé y se quedó con las ganas de llamarla, le pidió a Richard ir a asegurarse de los castigos para Tobías y Fermina.Esa mañana, después de haber terminado con Mariska y lo que Violet pedía, Ignacio no pudo cumplir con su trabajo, decidió visitar a su padre a quien encontró bien, pero que no pudo contarle nada, para no preocuparlo, no supo explicarle la ausencia de Violet y Salomé, dijo una mentira piadosa, se había quedado más de lo normal ese día.Violet se la había pasado todo el día trabajando, logrando así un gran avance, solo faltaba la confección de sus diseños, la modelo, que sería pan comido para la capacidad de Ignacio y la manera en que tenía acostumbrados a sus empleados a laborar.Fermina, por su parte, decidió cumplir su servicio comunitario en dos escuelas donde pretendía enseñar de
—¿Te das cuenta de lo que te he dicho todo este tiempo? —preguntó impaciente.—Dices muchas cosas Ignacio, ¿Por qué no eres específico?Estampó furioso los documentos en su escritorio.—Hablo de esta muchachita, es la segunda vez que cancela la sesión de fotos, es una irresponsable, ya me encantaría rescindir de sus servicios.—Hazlo, ¿qué te impide despedirla? No te compliques, despídela y contrata otra.—Es la maldita novedad, todos los medios hablan de ella, todos quieren contratar con ella y no me daré el lujo de perder esta oportunidad, debo reconocer que será una buena imagen para la campaña, un éxito asegurado.—¿No tienes muchas opciones, eh?—Así es Simón, ya me encantaría despedirla, pero no es un lujo que pueda darme, esta campaña es muy importante.—Déjame ver a la joven novedad —dijo Simón—. Ah, pero sí que es hermosa, definitivamente será una buena imagen y un éxito.—Sí, es hermosa, pero ojalá tuviera de responsable lo que tiene de belleza, este es el motivo por el que
Ignacio respondió la llamada de su novia, ella era una prestigiosa cardióloga, mientras él conducía con dirección a la clínica a recoger a Fermina, Violet jugaba con su pequeña, cuando estaba con ella no existía nada más. Entre sus responsabilidades, su hija era la más importante.«Sé que no hace falta, me tienes a mí, pero no estaría nada mal saber quién es tu padre, antes de que tenga que explicarte la manera tan vergonzosa en que fuiste concebida» pensaba, en tanto le hacía cariños a Salomé.—Lana, ¿te importaría hacerte cargo unos minutos de Salomé? Le he pedido a la empleada tomarse el día, haré yo el almuerzo.Lana se acercó y se hizo cargo de la pequeña, Violet preparó todo y volvió con ellas.—¿Usted cree que la niña se parezca a su padre?—Puede ser, en mi familia nadie es rubio, y mucho menos de ojos de color.—De todos modos es usted una morena muy hermosa, la niña Salomé, por el contrario, es rubia y tiene ojos grises, tal vez tenga su suerte y siga sus pasos, una famosa m
Violet se había quedado asombrada, abrió los ojos como platos mientras escuchaba las amenazas de demanda del hombre, de lo que eso le haría a su carrera.Ignacio se retiró furioso, Violet se quedó parada cuál estatua.—Señorita Violet lo mejor es que nos vayamos —dijo Lana—. ¿Señorita Violet?Violet empezó a caminar, sin salir de su asombro, llegaron hasta el auto y su primer acto fue llamar a Mariska, su amiga y diseñadora a la que le debía su éxito.—Hola Violet, ¿Qué tal ha ido tu sesión de fotos? ¿Cómo está mi ahijada?—Encontré al padre de mi hija, Mariska, él, mi nuevo jefe es el padre de mi hija.—¿Qué, pero qué dices? Violet no puede ser posible, ¿no has leído? A Ignacio O’kelly no le gustan los niños.—No, no lo hice, pero no te miento, es él, Mariska es su rostro, es el rostro que recuerdo, mira sus fotos y ve los rasgos de Salomé.Mariska esperó en la línea mientras comprobaba la información.—Caray, sí, si tienen el color de ojos y cabello, ¿pero no será solo una coinciden