꧁ Adalyn ꧂
Entró a la oficina donde se encuentra él, el hombre con el cuál pasó momentos agradables, no puedo decir que lo amo, lo nuestro solo es carnal y pasional, no hay compromisos entre nosotros, pero si hubo consecuencias en uno de nuestros encuentros, suspiro debo enfrentar esta situación cuanto antes. —Debemos hablar —mencionó al entrar. —Descuida nena esta noche podremos hablar todo lo que quieras —dice coqueto y acariciando mí rostro. Apartó sus manos con brusquedad y lo miró a los ojos. —¿Qué te sucede? —dice él confundido. —Hablaremos ya, es urgente —digo decidida, ya llevo tres días tratando de hablar con él. —Eso puede esperar nena —me toma de la cintura y empieza a besar mí cuello. Lo empujó y él se sorprende ante mí reacción. —¿Qué te pasa? —pregunta con un deje de molestia en su voz. —Es importante lo que te tengo que decir Colton —digo con tono amenazante. —No puede ser más importante que las ganas que te tengo —suspiro. —Estoy embarazada Colton, se que dijimos que nuestra relación sería sin ataduras, pero esto ocurrió por tú culpa —Empieza a reír a carcajadas. —¿Estás bromeando verdad? No es gracioso Adalyn —dice con voz nerviosa y parando de reír. —¿Me ves cara de estar bromeando? —contraataco. —Y crees que me voy a creer el cuento de tú embarazo, crees que me vas atar a tú lado con un mocoso si es que existe, te equivocaste conmigo Adalyn, no quiero hijos, ve a sacartelo si quieres. Es tu problema no mío, la que está embarazada eres tú no yo, no me interesa y ni siquiera estoy seguro de que sea mío, quien sabe con quien más te revuelcas además de mí, tengo una carrera por delante y no la voy a echar a perder por un hijo que estoy seguro que sea mío —ese fue un golpe duro y bajo, como puede tan siquiera decir eso. —¿Qué dijiste? —pregunto. —Me escuchaste bien Adalyn, pero te lo repito, no voy hacerme cargo de un hijo, no quiero esa clase de responsabilidades, si quieres seguir con lo que tenemos sabes que hacer, tengo un amigo que hace buen trabajo. —¿Cómo puedes pedirme eso, es tu hijo? —me estoy humillando ante él. —Como se que es mío Adalyn, y si lo fuera no lo quiero, hazte cargo tú de él si lo quieres, tal vez y solo quieres hacerme cargo de ese engendro que ni mío es —lo miró con enojo. Él sabe muy bien que mi tiempo lo dedico a la revista y a la empresa familiar, y lo que me queda, siempre la paso con él, cómo se atreve tan siquiera poner en duda mi honor, levantó la mano y se la estrelló en su mejilla derecha. —Te vas a arrepentir, Colton —digo enfurecida, salgo de la oficina del hombre que acababa de humillarme y despreciar a su propia sangre. No lo necesito y mi hijo tampoco lo necesitará en su vida. Colton y yo nos conocimos en un evento benéfico, es empresario igual que yo, pero es un hombre al que no le gustan los compromisos ni ataduras, todo fue tan rápido que cuando me di cuenta ya estábamos envueltos en una especie de romance sin ataduras. Y es que caí redondita ante él, con ese porte y elegancia que desprende, ese carisma para envolver a la gente, me envolvió por completo y caí como colegiala, era solo pasión y desahogo, y en ese jueguito jamás pensé que resultaría en un positivo. Hace precisamente cinco días me di cuenta que estoy embarazada, y hace días he buscado la manera de darle la noticia, pero simplemente él no dispone de tiempo o lo está evitando, se que yo me metí en este problema, ingenuamente pensé que él se haría responsable de su hijo. Es su hijo su propia sangre y yo no lo hice sola, pero me equivoque, jamás pensé que él negaría un hijo. Soy de una familia unida donde ha sido inculcado el compromiso, lealtad y amor, esas tres palabras van tomadas de la mano, es más lo son todo, es de esas familias donde un hijo no puede venir antes del matrimonio, donde la pasión no puede venir no sin antes poner un anillo en el dedo y decir sí en un altar frente al sacerdote, pero yo sobrepase y desobedecí las reglas familiares y me envolví con un hombre que para nada sería de agrado a mis padres y abuelos, estoy más que segura que seré una deshonra par la familia. Ahora debo pensar como hago para decirle a mi familia de mi embarazo, debo hallar una manera de hacerlo sin que me vean como la oveja negra de la familia o como la hija que salió torcida. Conduzco hasta Industrias de textiles Maxwell, debido a que tengo una reunión en el día de hoy. Estoy hecha una fiera, pero herida. Siento que me acaban de arrastrar por el piso, siento que pisotearon mi dignidad. Al llegar al edificio, camino como toda diva empoderada, demostrando la mujer que soy ante los demás, pero que en este momento no soy ni la quinta parte de ella. —Hablaste con el degenerado ese —pregunta mi asistente y amiga al verme entrar. —Sí. —¿Y? ¿qué dijo? —Qué crees que va a decir un canalla y sinvergüenza como él. —Te lo advertí Adalyn. —Lo sé, pero pensé con las piernas y no con la cabeza —entró a mi oficina. —¿Adalyn, que vas hacer ahora? —hace la pregunta del millón. La miró dubitativa, porque ni yo sé que voy hacer y menos que le diré a mi familia. —¡Ada y tu familia, ay padre tú familia! —exclama dramática. —Lo sé Irina, tengo la mente revuelta, no quiero pensar en ello. A qué hora es la reunión, necesito un analgésico me duele la cabeza. —Estás loca no puedes tomar nada de eso —suelto un bufido. —ya has sacado la primera consulta. —Sí —la pantalla de mi celular se enciende mostrándome el nombre de mi madre. Miró a Irina, quien pone cara de angustia. —Dime que no tengo cara de borrego a medio morir —le digo. —No, pero tienes una cara de angustia fatal —niego. Deslizó para aceptar la video llamada de mi madre. —¿Hola mami cómo estás? —le doy media sonrisa. —Y esa cara Adalyn, parece que estás estreñida. —Eso debe ser que está nerviosa por la reunión —nerviosa, lo que estoy es embarazada. —No es mi primera reunión papá, cómo la están pasando. —No te estreses mi amor eres una Maxwell —sonrió. —No lo estoy mamá. —La estamos pasando bien nena, llamábamos para avisarte que en un mes regresamos a casa y quiero verte. —Dirás que queremos verla —dice papá. Si voy a casa de mis padres se van a dar cuenta de mi embarazo y más la abuela, esa señora tiene vista de halcón, es como un sabueso. —Sí, queremos verte, además la abuela estará de cumpleaños así que no digas que estarás ocupada, te estoy avisando con tiempo —abro la boca para inventarle alguna excusa. —Adalyn si me inventas una de tus excusas baratas; juro que iré dónde te encuentres y te jalare la oreja —miró a Irina. —¡Mamá! —digo tocando mi oreja. —No te salvaré esta vez cariño, es la abuela y sus ochenta años —comenta papá. —Te quiero ahí Adalyn, sin excusas —sentencia. —Irina tú también estás invitada. —Hay estaremos señora Zoe. —¡Adalyn! —Sí mamá, te quiero mucho, papá te amo, saludos a la abuela —no espero que se despidan y cierro la llamada. —Irina, sabes lo que significa esto, la abuela es como un detector y estoy segura que se dará cuenta de mi estado. —Ya sabes lo que te va pasar si no vas. —Tendré que buscarle un padre a mi hijo cuanto antes —y la verdad no tengo muchas opciones. —¿Un papá de repuesto para tu hijo? —miró a Irina. —Un papá de repuesto…꧁ Adalyn ꧂ —Un papá de repuesto —repito, no suena mal. —Solo para que finja delante de mí familia ya después cada quien en su mundo. —Sí te soy sincera es una idea descabellada. —Pues no quiero ser la descarriada de la familia, no voy a ser la oveja negra, ya sabes como es Madeleyn y su supuesta vida perfecta. —Aún así Adalyn, no creo que alguien esté dispuesto a fingir ser el padre de tu hijo y menos cuando conozca a Doña Madelyn… mejor iré a preparar todo para la reunión. —Está bien —la verdad es que Irina tiene razón quien fingiría ser el padre de mi hijo en su sano juicio. —Estoy perdida, quién me mandó a meter la pata. Una hora después voy a paso firme a la sala de junta, ya todos están en la sala, saludó y pasó a mi silla. Miró a cada hombre sentado, ningún hombre me parece buen candidato como para presentarlo a mis padres como el padre de mi hijo. —Buenos días lamento la tardanza, espero que no hayan empezado sin mí —expresa Giovanni, el socio minoritario de esta empres
꧁ Adalyn ꧂ —Te gustaría ponértelo ¿no? Eso quieres —lo miro a los ojos, se acerca desafiante, me mira y se inclina colocando las manos en la mesa. Sus ojos centellean tal vez sea de disgusto o que se yo. —Con gusto lo haría, pero no lo haré voy a dejar que te estrelles sola —se para erguido, acomoda su corbata, da media vuelta y sale de la sala de juntas. —Lo detesto —digo golpeando la mesa. —Es un fastidioso y engreído. —No le hagas caso, estás haciendo un buen trabajo. —Sé que hago un buen trabajo, pero este tipo con acento italiano me la tiene montada Irina, nunca le parece nada, juro que lo voy hacer pagar. —¿Y como? —No lo sé, ahora debo encargarme de otro asunto, nos vemos luego —Salgo de la sala pasó a mi oficina y tomó mis cosas y unas carpetas para ir a la siguiente reunión. Hoy tengo una reunión con la editora en jefe de la revista además debemos escoger las mejores fotografías para sacar la edición de la nueva temporada. Al salir de la oficina voy al elevador, l
✰✰ Giovanni ✰✰Ver a esa mujer es como ver a mi ex, no es que se parezca, es por lo insoportable que es, cuando me asocie con el señor Maxwell, no pensé que dos años más tardes él le estaría cediendo su empresa a la niña caprichosa esa.No la conozco en lo absoluto y no deseo conocerla, nuestro trato solo es laboral y nada más.La miro atento mientras habla de sus planes para la exportación de textiles, es la mejor empresa de este país en cuanto a textiles. No solo manejan el mercado de la textilería sino que también crean sus propios productos y como consiguiente quise invertir en esta empresa, pero creo que me equivoque de aquí a final de año perderé mi inversión, estoy seguro.Niego lo que ella dice, la verdad es que pienso que debería hacer un registro de que se va importar, si pasa la calidad, la textura, si todo está en orden. Pero no ella va a la ligera, como para salir del cliente.La reunión termina con un enfrentamiento entre ella y yo, así que para no seguir discutiendo alg
✰✰ Giovanni ✰✰—El sentimiento es mutuo, no eres más que una odiosa y engreída que cree saber todo, pero no sabes nada, no tienes conocimiento de absolutamente nada —abre sus ojos como plato, la incredulidad se refleja en sus ojos.Tal vez me pase, pero ella se lo busco, ya estoy cansado de su desprecio y tono despectivo.—Irina, me avisas cuando llegue Frank —su voz suena rara.Su asistente me mira y niega, Adalyn no me mira, solo se marcha sin decir una palabra más.—No debería tratarla así, usted no sabe por lo que ella está atravesando —enuncia su asistente.—Y ella sí puede hablarme con desprecio verdad, porque soy un caballero debo aguantar sus insultos.—No, pero tampoco es para que le diga que ella no sabe lo que hace, ella está poniendo todo su esfuerzo para manejar esta empresa, aun cuando no quería está responsabilidad ella decidió tomar el control, me imagino que ni siquiera sabe de ello. Pero todos la juzgan por no saber cómo manejar una empresa como ésta —dibuja una lín
꧁ Adalyn ꧂ Ya en el lugar donde me iba a encontrar con la editora nos dispusimos a revisar lo que tenemos para la edición de la revista de este trimestre. Siempre he sido precavida con respecto a una nueva edición ya que a veces se suele filtrar información. Ya con los temas y fotografías ordenados, nos disponemos ir a almorzar. —Será un éxito como la anterior —comenta Edeliz. —Creo que sí. Te agradezco mucho que hayas Conseguido la entrevista con la escritora. —Batalle mucho para poder conseguirla, pero tenemos una entrevista con ella. Continuamos hablando de todo lo que debemos programar para empezar la edición, maquetación, editar el contenido y demás… Al regresar a la oficina seguí con mi trabajo, en la noche seguí trabajando con algunas fotografías, además debo trabajar en el diseño de la portada de la revista. Al día siguiente no vi a Giovanni y así pasaron los días, supongo que no viene ya que debe estar en su empresa, no es que me haga falta verle la cara. —Di
꧁ Adalyn ꧂Enciendo el ordenador y busco otro proveedor que pueda proveerme de los materiales que necesito, como dice papá siempre hay que tener un AZ bajo la manga, nadie me va hacer quedar mal si eso es lo que buscan.“Buscan” rayos se me había olvidado buscar un papá para mi bebé, con tantas cosas en la cabeza no he tenido tiempo, el reloj corre y los días se me agotan. Ya tendré tiempo, ahora debo arreglar este pequeño problema.El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos.—Adelante —digo para que pasen.Mientras sigo tecleando en búsqueda de la empresa que voy a utilizar para que me suplan los materiales que necesito. El olor de esa colonia exquisita llega a mis fosas nasales, levantó mi mirada para ver si es que no me lo estoy imaginando.Él está parado mirándome, frunzo el ceño.—¿Señor Giovanni, desea algo? —pregunto al verlo solo parado. Abre la boca pero no gesticula ninguna palabra. —¿Está usted bien? —vuelvo a preguntarle.—Sí, estoy bien yo solo venía a ver si ya
꧁ Adalyn ꧂¿Qué hago en sus piernas? ¿Cómo llegué aquí?Giovanni abre sus ojos y me mira, su mirada es calmada, pero yo lo miro sorprendida.—Espero que hayas dormido bien —sus palabras me sorprenden aún más, es como si yo hubiera buscado la comodidad de sus piernas.Me levanto de su regazo y me siento erguida, tal vez dormida busque la comodidad y termine en sus piernas.—¿Cómo? —me expreso, pero no termino la oración. —¿cómo fue qué…?—Te veías incómoda y yo solo te ayude, pero tú te aprovechaste de mi buena voluntad…Giovanni.Se suponía que iba a ofrecerle ayuda a Adalyn, pero casi termino yéndome, luego recordé porque había venido a su oficina. No dude más en ofrecerle mi ayuda, pensé que no aceptaría, pero me equivoque, aunque creo que por un momento dudo en aceptar.Baje y en conjunto con Frank, empezamos a separar las fibras de algodón procesadas para así meterlas a la hiladora.Unas horas después sentí esa fragancia, no voy a negar que su loción es una exquisitez, es más es o
—Giovanni, aquí estás —dice Perla entrando a mi oficina.—¿Qué sucede? —pregunto al verla.—¡Esa mujer! —exclama. —ella se atrevió a suspenderme de mis cargos —gimotea, sus ojos se llenan de lágrimas.—¿Cómo? ¿Bajo qué argumentación?—No sé, no me lo informo, solo dijo que cuando regrese tomará la decisión sobre mí cargo, no quiero perder mi trabajo Giovanni, ayúdame por favor.—Tranquilízate, ve a tu casa y espera que decisión toma, no creo que te vayan a despedir.—Es que no conoces a esa mujer, estoy segura que me va a despedir.—No tiene porqué Perla, descuida, yo hablaré con ella.—Harías eso por mí —asiento.—Te prometo que no te quedarás sin trabajo, ve a tu casa, saldré de viaje, pero encontraremos una solución.—Gracias Giovanni, eres un gran hombre —me abraza, gesto que le devuelvo porque está decaída.Salimos de la oficina y tomamos el elevador. Al bajar a la planta baja, Adalyn está en el lobby esperando.—Qué tengas un buen viaje —dice Perla abrazándome.—Gracias, todo es