Tres meses habían pasado desde que Avery se dio cuenta que tenía una familia, una familia de verdad, algo que toda su vida había anhelado, Maggie nunca fue alguien cariñosa o que le diera amor, y a sus padres nunca los pudo tener. Ella iba dos veces por semana con su Psiquiatra, y aunque había avanzado algo, aún no había conocido a nadie más de su familia, solo su tío y su primo la visitaban, este último se había hecho muy unido a ella, a menudo la invitaba a salir, la hacía reír y olvidar por momentos, aquella gran tristeza que tenía en el corazón. Pero cada vez que estaba sola, pensaba en él, en los momentos que pasaron juntos, en todas esas veces que decía amarla y que iba a protegerla, que eso pronto iba a acabar, rió con amargura mientras se miraba al espejo, aún esperaba que todo fuera una pesadilla, qué cuando ella despertara él iba a estar a su lado, cuidándola y protegiéndola. Negó con la cabeza mientras terminaba de arreglarse. —No seas estúpida Avery, nada fue cierto, re
Ella creyó haber encontrado el amor, por lo que cuando él le propone matrimonio acepta, pero en cuanto pone un pie en el lugar que sería su nuevo hogar, sabe que algo no anda bien y todo lo que tenía planeado se le viene abajo.Su sufrimiento y martirio empieza de la peor manera cuando se da cuenta que el hombre con quién se ha casado se encarga de vender y prostituir mujeres.Pero ese camino de dolor por recuperar su libertad y felicidad encontrará al verdadero amor de su vida, ese hombre que le enseñará lo que es la pasión desmedida, que los consumirá a ambos.¿Estarán destinados?¿Podrá él salvarla?¿Podrá ella ser capaz de huir de ese mundo tan corrompido?
Avery caminaba deprisa para poder terminar de comprar lo que necesitaba para la cena de esta noche, tenía cuatro meses de estar saliendo con Harry Rocha, un hombre de 35 años, muy apuesto, de ojos grises, cabello castaño, tenía un cuerpo de infarto, ella realmente estaba muy ilusionada con él, su tía Maggie se lo había presentado, y aunque casi nunca se había llevado con su tía, ahora pues lo hacían y muy bien.Él le había dicho que quería salir a cenar con ella a un lugar romántico, pero su tía la convenció de hacer una gran cena en la casa, para ellos tres, no entendía porqué tenía que ser una cena especial, pero al fin de cuentas estaba feliz de poder pasar un tiempo con Harry.Él era un hombre de negocios importantes, por lo que pasaba mucho tiempo trabajando y ella lo entendía per
Avery se encontraba tan feliz, faltaban muy pocos días para su boda, sería algo sencillo, ya que ella no tenía amistades, sería solo su tía, Harry y un amigo de él, quién iría como testigo por lo que dieron plazo de quince días para organizar la boda, una de la cual se encargaría Maggie.—Puedo ver que estás muy feliz — le dijo su tía en cuanto entró a la cocina, donde se encontraba Avery muy alegre charlando con Susy, quien era una señora mayor y la encargada de la cocina.—Sí, muy feliz, en dos días será mi boda, y estoy tan feliz tía. El vestido llegó hoy y está más que perfecto, gracias.—No hay de qué, niña. Avery no creas que por irte de la casa vas a trabajar como maestra de preescolar. — el tono duro que usó
El gran día había llegado, Avery se miraba al espejo y aunque se veía realmente hermosa no podía evitar sentirse nerviosa, además sentía que estaba cometiendo un error. Sacudió su cabeza para quitar esa idea, hoy sería su boda con un hombre ideal para ella, a su mente llegó el recuerdo de aquel hombre de ojos grises y cabello oscuro, suspiró como tanto.Hoy por fin podría ser libre de Maggie, aunque nunca la había maltratado, tampoco fue dada a darle amor, pero si fue de dar órdenes y prohibirle salir de casa a menos que fuera para ir a estudiar, le había extrañado tanto cuando le presentó a Harry y es que prácticamente se lo metió por los ojos, pero en realidad tenía que agradecérselo, porque Harry era una de las mejores cosas que le había pasado, él había sido muy bueno con ella y la llevar&iacut
—¿Qué has dicho? —Mira Avery, te presento a mis grandes socios — Avery vio a los seis hombres aterrada. — Tranquila cariño, ellos aún no te harán nada. — ella lo miró con lágrimas en los ojos sin poder creer lo que oía, sencillamente no entendía qué pasaba. — Ven cariño, se una niña buena y siéntate aquí — Harry la llevó a un sillón y la sentó a la fuerza. —No sé para qué vamos hacer esto Harry, yo ya te di una buena cantidad de dinero a ti y a Maggie por ella. — dijo Sander enojado. —Sé que así es, pero ya que todos la vieron personalmente quiero saber que piensan, si no valía la cantidad que pedimos por ella. — Los hombres presentes miraban a Avery como si fuera una coca cola en el desierto. —La verdad es que me gusta Harry, te pago el doble de lo que pagó Ferrer y a él le devuelvo lo que invirtió — Sander empezó a negar con la cabeza, él no la iba a dar por nada en el mundo. —No, no la voy a negociar, es mía y se acabó. — dijo Ferrer decidido. —¿Qué pasa amigo? Es más te doy
Avery había ordenado a su cabeza a levantarse de la cama e ir a darse cuenta de un baño, así poder quitarse el bendito vestido, quería que el agua se llevara todos los recuerdos que había vivido en las últimas, todo tenía que ser una horrible pesadilla, no podía dejar de llorar, de recordar todo lo que le habían hecho a esa mujer. Habían abusado de ella, mientras uno se lo hacía por un lado, otro desgraciado se lo hacía por atrás y un último se la hacía por la boca, ¿cómo eran capaces de hacer esas cosas? ¿Eso era lo que le esperaba a ella?.Busco entre las cosas que habían en su maleta una pijama, miró la que ella pensaba usar para su noche de bodas y lloró más fuerte, nada era lo que ella pensaba. Luego de vestirse se acostó en la cama, estaba en posición fetal, sus lágrimas no dejaban de salir, además tenía un dolor de cabeza horrible, sin saber en qué momento sus ojos se cerraron y quedó sumergida en un profundo sueño. —Despierta Avery, hoy es tu gran día — Avery se removió y si
Avery iba sumida en sus pensamientos, tenía miedo, quería tirarse del auto y huir, pero no sabía que tan poderosos podían ser Maggie y Harry, no sabía hasta dónde podían llegar, en especial porque no los conocía, nunca los conoció, todo fue un maldito espejismo de lo que ella quiso que fueran, al menos Harry.¿Cómo había sido tan estúpida y no darse cuenta que esos dos eran amantes?Había tenido tantas señales, tantas cosas cuando esos dos estaban juntos. En ese momento una duda se sembró en ella ¿Estaba casada con Harry? ¿O todo había sido una farsa? Salió abruptamente de sus pensamientos cuando sintió que una mano le recorría sus piernas, brincó del susto e instintivamente se quitó.—¿Qué hace? — dijo asustada.