Avery iba sumida en sus pensamientos, tenía miedo, quería tirarse del auto y huir, pero no sabía que tan poderosos podían ser Maggie y Harry, no sabía hasta dónde podían llegar, en especial porque no los conocía, nunca los conoció, todo fue un maldito espejismo de lo que ella quiso que fueran, al menos Harry.
¿Cómo había sido tan estúpida y no darse cuenta que esos dos eran amantes?
Había tenido tantas señales, tantas cosas cuando esos dos estaban juntos. En ese momento una duda se sembró en ella ¿Estaba casada con Harry? ¿O todo había sido una farsa? Salió abruptamente de sus pensamientos cuando sintió que una mano le recorría sus piernas, brincó del susto e instintivamente se quitó.
—¿Qué hace? — dijo asustada.
A Sander no le gustó la decisión de Charles, pues él ya se estaba haciendo a la idea de someter a esa hermosa mujer, pero con tal de que su hijo trabajara con él así cuando él muriera Charles quedaría a cargo de todo lo que había construido.—Bien, ¿la quieres en tu habitación o en otra? — Charles miró a Avery, su hermosa pelirroja, veía miedo y terror en los ojos de ella, él se iba a encargar de cuidarla y de hacerle pagar a Harry el venderla como si fuera un objeto.—La quiero en otra habitación, pero a la par de la mía.—Bien, así será hijo. Voy a decirle a Marta que prepare tu habitación de al lado — Charles asintió. Sander se fue en busca de su empleada con más años trabajando para él, y dejó a la nueva pareja
En cuanto llegaron al comedor Charles se tensó de inmediato, mientras que Avery solo se sorprendió de ver una mujer sentada al lado de Sander, pensó que seguro era otra pobre mujer sin derecho a la su propia libertad.—Avery te ves exquisita — dijo Sander mirándola con deseo, Charles miró a su padre de manera fría y muy enojado. — Quiero presentarte a Fiona, ella será mi nueva mascota, ¿verdad cariño? — La mujer veía a Charles con ganas de desnudarlo y hacerlo suyo como tantas veces lo había hecho.—Sí cielo, yo estoy super encantada. — Sander sonrió, sabía que a esa mujer le gustaba todo ese tipo de cosas, hasta el sado.—Cuando quieras volver a estar con ella puedes hacerlo, sé que ustedes tuvieron un romance. — dijo Sander, fue turno de Avery para te
Charles tomó la mano de Avery y no la soltó hasta que llegaron a la habitación, podía sentirla temblar, pero aún así ella no lo soltó tampoco. Cuando entraron él la soltó.—¿Quieres ir a la terraza? — ella solo asintió.Una vez en ese lugar, ambos respiraron el aroma de las flores.—Ese jardín lo mandé hacer en honor de mi mamá, le gustaban mucho las flores — Avery lo miró por un momento y pudo ver melancolía en los ojos del hombre, pero igualmente siguió callada y eso estaba exasperando a Charles. —Puedes hablar Avery, estoy tratando de ser amable, odio hablarle a las personas y que no contesten.—No sé qué decirte — dijo suavemente.—Si sabes, pero simplemente te da mied
Charles y Avery habían pasado una semana muy movida y juntos, él había decidido llevarla a su oficina, una dónde Avery podía ser ella. Él no era estúpido, sabía que Sander la deseaba, pero estaba muy equivocado si creía que él la dejaría sola, Avery era suya y de nadie más.En la empresa ya varios le habían habían visto con deseo a Avery, eso lo molestaba y lo ponía muy celoso, tanto que en cuanto llegaban a la oficina la besaba con arrebato, odiaba sentirse así, no quería hacerle daño, ya había concretado la primera cita con un psicólogo. Sería el lunes a primera hora, necesitaba cambiar por ella.Ese día no había llevado a Avery a su oficina, había quedado en casa ya que su padre ni Fiona estarían en ella, además de que debía ponerse hermosa
Charles quería agarrar a golpes a su padre, su cordura estaba ya dependiendo de un hilo, sabía que no era culpa de Avery, Sander quería a como diera lugar meterse entre las piernas de ese bello ángel y no iba a permitirlo.—¿Qué haces Sander? — su tono de voz era duro.—Sólo le decía a Avery que está hermosa esta noche — Charles la miró de pies a cabeza y algo en él se incendió, estaba más que hermosa, perfecta, divina, su mirada se deleitó en su pierna y la abertura del vestido en sus senos, su boca se hizo agua y su mirada se hizo aún más oscura. Luego miró otra vez a su padre y la rabia se hacía mayor al ver dónde tenía la mirada él.–Te ves más que perfecta Avery, es hora de irnos — su voz y su mirada fueron dura
Cuando Avery salió del baño observaba el lugar maravillada, en realidad todo era muy lindo, esa noche estaba siendo muy especial para ella, Charles se había estado comportando cómo un caballero, además de muy cariñoso, ella sabía que no podía confiar, debía proteger a su corazón, porque cada vez que el la besaba, miraba o la trataba como lo llevaba haciendo toda la noche, algo crecía en ella, podía sentir como eso era cada vez más fuerte de lo que alguna vez sintió por Harry, suspiró al recordarlo, aún no tenía claro que sentía por él, porque ella de verdad lo había querido.Avery estaba tan sumida en sus pensamientos que no vio al hombre con el que chocó hasta que casi estuvo apunto de caer.—Te tengo — dijo una voz gruesa, que ella conocía muy bien.&n
Charles la tomó en sus brazos y empezó a besarla, sus besos eran apasionados y le estaban dejando sin respiración, las manos de él no sé quedaban quietas, lentamente bajó el pequeño cierre que se encontraba en medio de las nalgas de Avery, luego quitó el pequeño botón detrás de su cuello, sus movimientos eran cuidadosos, delicados, Avery se sentía excitada, pero así no era la forma, cuando Charles empezó a bajar el vestido, ella usó toda su fuerza de voluntad para alejarse.—No lo hagas por favor, así no, Chaeles dijiste que no me harías daño. — debía hacerlo reaccionar, que sus ojos volvieran a mirarla como hacía siempre.—Él te tocó y no lo has rechazado, ¿Porqué a mí sí?—No te estoy rechazando, no
Charles no se había conformado con hacerle el amor a Avery una vez, por el contrario, se hacía adicto a ella cada vez que entraba y salía de ese lugar que lo hacía ver la gloria. Nunca había sido tan posesivo con alguna mujer como lo era ahora con Avery, ella lo había hechizado con su dulzura y pureza, era tan inocente, que quería sacarla de ese lugar lo más pronto posible, pero debía esperar, porque sencillamente debía seguir con su plan a como diera lugar. Tenía más de diez minutos de haber despertado y aún seguía suspirando con la imagen frente de sus ojos, Avery estaba con el cabello esparcido por la almohada y alguno mechones de cabello lo tenía en su rostro, estaba boca abajo, por lo que tenía toda su espalda desnuda y parte de las sábanas tapan sus hermosas nalgas y piernas, ella definitivamente era un hermoso ángel, uno que se había adueñado de él con solo mirarlo. Haber hecho el amor con ella había sido a otro nivel, nunca se había sentido tanto placer y satisfacción de es