Oculto
Oculto
Por: Flores Jaz
Prólogo.

[Esta novela puede contener temas sensibles para algunas personas, se recomienda proceder con criterio…:)]

……….

©️Flores Jaz 2025. Todos los derechos reservados, se prohíbe la reproducción o adaptación por cualquier medio sin autorización previa del autor, la infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual y se tomarán medidas legales.

………..

    ~La primera vez que te vi.~

Ella sabía, que él se ocultaba por una buena razón, aún así, no pensaba detenerse, había llegado tan lejos y no iba a perder la oportunidad.

Su corazón emocionado, latía cada vez más rápido con cada paso que daba hacía él.

Él se había vuelto más alto, tenía un cuerpo perfecto y tonificado, aún debajo de ese traje neg*o, Iris podía ver la majestuosidad de ese hombre, no le asustaba ver su cara llena de vendas, por el contrario, se sentía emocionada y fascinada, aquellos ojos grises estaban fijos en ella y no había nada que fuera más gratificante qué eso.

—Vete— Ordenó él con voz firme, no soportaba la idea de que ante los ojos de ella, él fuera repugnante.

Le asustaba lo que ella pudiera pensar.

—¿A dónde iría?—Preguntó ella sin poder parar.

—Ya me has visto, ahora vete.

Ella sonrió con aquellos hermosos labios rojos, dio el ultimo paso y lo admiró de cerca. —Si, yo si te veo— dijo ella llevando una mano hasta el fuerte pecho de él.

Aquel tacto, hizo qué él sintiera un poco de miedo, ninguna mujer lo había tocado voluntariamente desde aquel accidente.

La miró con intriga y se sintió asustado cuando ella acercó sus manos a su rostro.

—Déjame esconderme contigo, por favor— suplicó ella demasiado impaciente, y lentamente empezó a quitar las vendas qué cubrían su rostro.

Los ojos grises de aquel hombre estaban llenos de miedo, pero ella no se detuvo hasta que la última venda calló al suelo, lo miró fijamente y con mucho cariño, acarició su rostro.

—Si vas a irte, hazlo ahora, y no vuelvas nunca— Dijo él a la defensiva.

Sabiendo eso, ella se aferró a su cuello y pegó sus labios a los de él, provocando que una explosión llena de deseo y amor, estallara dentro de ambos…

………..

(Años antes…)

Iris:

No podía creer que a mitad de mi primer año de preparatoria, mi padre hubiera tenido la hermosa idea de mudarnos, estaba fastidiada, asqueada de aquel lugar, y apenas habían pasado dos días, eso era un adelanto suficiente de lo miserable que sería mi estancia en aquel lugar.

Y ahora, aquí estaba en esta estúpida escuela que se veía tan horrible, al igual que la nueva casa a la que nos mudamos.

¿Cómo se suponía que iba a entrar a una buena universidad si salía de esta escuela sin reputación alguna?, tal vez estaba siendo demasiado dura con mis padres.

Trataba de entenderlos, mi padre era médico cirujano y mi madre era enfermera.

Se habían enamorado en un hospital, mi padre estaba obsesionado con mi madre y parecían novios recién enamorados, lo cual era algo vergonzoso de ver, ninguna adolescente quiere ver a sus padres besuquearse y escucharlos golpear paredes a mitad de la noche.

Aunque por otro lado, me ponía feliz que se amaran tanto.

Ellos tenían dinero, pero no siempre se enfocaban en hacer crecer más su fortuna, habían venido aquí porque estaban ayudando a un hospital en crecimiento.

Prácticamente estaban trabajando de gratis, pues lo que les iban a pagar, no era ni la mitad de lo que ganaba mi madre en su anterior trabajo.

Ellos eran como unos súper héroes, no podía odiarlos por eso.

En fin, algo debía de encontrar para divertirme y….

De pronto mi mirada se clavó en ese chico, sumamente apuesto.

No puedo describir lo que sentí al verlo, de él salía un brillo resplandeciente qué hizo mi corazón latir lleno de emoción.

¿Esto era lo que llamaban, amor a primera vista?.

—¿Quién es él?—Pregunté casi sin aliento, con mi vista fija en ese hermoso sujeto.

La chica que me daba el recorrido por la escuela, miró en la dirección en la que mi vista estaba puesta y luego sonrió.

—Oh, ya veo, es Jack Philips, es el hijo mayor de la familia más rica de este lugar, no te molestes, siempre está rodeado de chicas y su novia es la tipa bonita que está junto a él, Blanca Casir, es lindo ¿No?.

Alcé una ceja y sonreí, creo que al fin, este lugar se estaba poniendo interesante. —Lo es— dije volviendo mi vista al edificio.

—Blanca es la cruela de este lugar, no vas a poder acercarte a él, créeme, muchas lo han intentado, y es mejor no estar en la mira de Blanca, es una perra, te hará la vida imposible, y su padre es policía, así que…¿Quién se metería con ella?.

—Entiendo— dije, sin importarme mucho, Jack Philips, que nombre tan majo, le quedaba bien.

—Puedo preguntar, ¿Por qué te mudaste?.

Suspiré y miré a esa chica, de la cual no recordaba su nombre, pero parecía buena persona, aún así, prefería mantener mi vida privada.

—Porque eran muy aburridos— dije sin entrar en detalles sobre mi familia, o de lo ricos que eran.

—Oh, ¿Eres una problemática entonces?—Preguntó ella con una sonrisa.

—Depende— Respondí mirando de nuevo a ese tal Jack, en verdad era guapo.

—¿De que?.

—De que tan aburrida esté— Respondí decidida a hacer algo.

Sin pensarlo más, caminé hasta ese grupo de chicos, todos ellos estaban sentados en una banca, riendo y platicando, y ahí estaba mi futuro esposo, no importaba si me rechazaba, iba a tener tiempo suficiente para enamorarlo.

Mi padre decía que debía de detenerme a razonar las cosas. La verdad era, que nací sin miedo en mi interior, pero con el tiempo aprendí que el no tener miedo, no significaba que podría caminar despreocupadamente por un tejado.

Había recibido terapia desde niña, y aprendí a fingir bien, para dejar de tomar esas pastillas qué solo me hacían sentir mal.

Pero en ocasiones no podía evitarlo.

En especial si tenia un motivo lo suficientemente grande para caminar por la borda.

Llegué hasta Jack y lo miré fijamente, tenía unos ojos hermosos y grises, brillantes y llenos de intriga, me miró algo confundido, mientras que todos en aquel lugar guardaron silencio.

Sonrió sin entender, un poco nervioso de que tuviera mi mirada fija en él.

Si, sin duda sería mi esposo algún día.

—¿Te…

Tomé su hermoso rostro entre mis manos, era un poco más alto que yo, así que tuvo que inclinarse ligeramente.

Y sin más preámbulos, pegué mis labios a los de él, aquella sensación dentro de mi, fue fabulosa, pegué mi cuerpo por completo al suyo y enredé mis brazos alrededor de su cuello, mientras escuchaba a sus amigos volverse locos.

Al principio él estaba tenso, pero de un momento a otro, relajó su cuerpo y me sujetó de la cintura, abrió su boca ligeramente para dejarme entrar, y yo abrí la mía para darle la bienvenida a un beso más atrevido.

El dulce sabor de ese chico me hizo sentir deseosa, él olía bien, era alto, súper guapo y un excelente besador, era todo mi tipo.

No podíamos alejarnos, era como si nuestros cuerpos tuvieran mente propia, empecé a sentirme demasiado excitada, mientras que sus manos me apretaban con más fuerza…

—¿Qué crees que haces m*****a?.

Era verdad, mi futuro esposo tenía novia.

—¡Te estoy hablando, suéltalo!.

Sentí un tirón de mi hombro, que me hizo apartarme de él.

Y entonces, la vi a ella, si, era una tipa bonita, súper enojada y algo superficial.

—No te molestes, pero tengo que informarte, que él va a ser mi novio—Dije mientras relamía mis labios.

Nadie podía creer lo que estaba pasando.

—¡Maldita zorra!.

Y entonces, todo se jodio, que buen primer día.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP