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Capítulo 3. Ámame solo un poco.

Sus desplantes no me detuvieron, todas las tardes a la hora del almuerzo, le regalaba su bebida favorita, la que siempre sacaba de la máquina, pero él ni siquiera la abría, la tiraba en la basura y sacaba una él mismo.

Cada que lo veía, me apresuraba a seguirlo y a conversar con él, aunque él no me respondiera más que con una mirada frívola.

Pueden decir que soy patética, pero el que no lucha, no gana, ¿Cierto?, y vaya que yo estaba luchando con todas mis fuerzas.

O al menos eso solía decir mi padre.

Me había vuelto su fan más fiel, y no me rendí durante el primer mes, aunque durante todo ese tiempo, él jamás me correspondió de algún modo, pero tampoco me rechazó, hasta este día.

—Me está yendo fatal en álgebra, sé que tú eres muy bueno, ¿Puedes ayudarme?—Le pregunté a Jack mientras estábamos en la biblioteca, por supuesto él no me invitó a sentarme en la misma mesa, yo lo había seguido y estaba ahí con él, mientras que él estaba concentrado en un libro, ignorándome totalmente.

—Jack, ¿Me estas escuchando?, ¿Qué harás el fin de semana?.

Sujeté su mano y él la apartó de golpe, me miró algo cansado y de pronto pareció que se le ocurrió algo, cerró su libro y sonrió, se inclinó un poco hacía a mi y sentí que mi corazón galopaba mas rápido con cada milímetro qué él se acercaba.

—No me gustas, eres demasiado fea para mí, así que, esfúmate—Dijo y se puso de pie, juntó sus cosas y se marchó.

“¿Fea?”, era la primera vez que alguien me decía que yo era fea.

Y eso…dolió.

……..

Una hora más tarde…

—¿A caso no entiendes?, aléjate de mi novio, resbalosa.

Blanca me empujó en los vestidores, mientras sus amigas se reían de mí y otras chicas me veían con lástima.

Me había roto mi uniforme, no podía ponérmelo así.

Me estaba empezando a sentir una tonta y no me gustaba.

—Él jamás te hará caso, me ama y lo amo, deja de buscar problemas.

Si, yo debía de dejar de buscar problemas, pero, ¿Por qué era tan difícil?.

Aceptar que me había equivocado era mucho más duro que darme por vencida.

Sonreí mientras miraba a Blanca y a su séquito marcharse, y me quedé ahí, pensando en que debía hacer.

—Esa bruja, ¿Estas bien?—Preguntó Sofía mientras me miraba con compasión, acomodé mi cabello y suspiré.

Jack y Blanca habían estado juntos desde que él entró aquí, tenían una relación extraña, rompían y volvían una y otra vez, eso fue lo que me dijeron, creí que sería fácil.

—Estoy bien.

—Se que Jack es súper guapo, listo y todo eso, pero hay otros chicos lindos aquí, ¿Por qué no cambias de objetivo?.

Sonreí y miré a Sofía. —Él me ama, solo que aún no se da cuenta.

—Iris, si continúas así, Blanca jamás te dejará en paz.

—Tienes razón, necesito otro plan—Dije mientras me sacudía los golpes qué me dieron.

—¿Estás loca?.

—Necesito estudiar, ¿Vamos a la biblioteca?.

Sofía asintió sin poder comprenderme, no era necesario explicarle algo a ella, me caía bien, pero no confiaba en nadie.

Decidí no buscar más a Jack por ese día, él jugaba fútbol americano por las tardes y yo siempre estaba en las gradas animándolo, a pesar de que él ni siquiera me miraba, pero en serio, necesitaba estudiar y no quería más rechazos o insultos por el día de hoy.

—Oye, escuché que le gustas a Desmond— dijo Sofía en voz baja, mientras yo trataba de entender aquellos números que parecían un idioma de alguna civilización antigua, no era buena en matemáticas.

Yo la miré y traté de recordar quien era Desmond.

—¿El amigo de Jack?, ¿El chico pelirrojo?—Pregunté.

—Si, lo escuché preguntando por ti.

Eso me dio una idea.

—¿A si?.

Después de una hora Sofía se fue a su casa y yo me quedé un poco más, después de veinte minutos más, junté mis cosas y salí de aquel lugar, mientras caminaba hacia la salida.

Me encontré a ese tal Desmond, al parecer el entrenamiento había terminado, me miró y pude notar cierto nerviosismo en él, si, definitivamente yo le gustaba, no estaba mal, pero no era lo que quería.

—¿Iris?.

Me detuve y me giré para verlo. —Si.

—No fuiste al entrenamiento hoy, ¿Tu obsesión por Jack ya pasó?.

Yo sonreí. —Tal vez.

—Bueno…yo…me preguntaba si…¿Quieres ir al cine?, escuché que hay una buena película justo ahora, podemos ir mañana, saliendo de clases.

Sonreí ante la invitación y lo nervioso que estaba ese pobre chico, yo no era fea, estaba segura de eso, muchos chicos me invitaron a salir en mi escuela anterior, y en san Valentín, me llegaban muchas cartas de amor, el problema no era yo, era la miopía de mi Jack.

—Es que no puedo, tengo que estudiar— dije sinceramente, le mostré mi libreta y suspiré. —¿Eres bueno en álgebra?.

Desmond negó. —No, lo siento, siempre le copeo la tarea a Jack.

—Qué pena…— dije un poco decepcionada, si tan solo Jack me diera unas clases privadas, podríamos estudiar y besarnos, tal vez.

—¿Así que por fin encontraste a alguien más para acosar?.

Sonreí al escuchar esa voz, me giré sobre mi propio eje y si, efectivamente era Jack Philips, con ese semblante frío y una mirada nueva.

Parecía enojado.

—Deberías de estar feliz, ya no voy a molestarte— dije muy emocionada, obviamente no lo demostré, era la primera vez que él era quien iniciaba una conversación, si eso no era dar un primer paso, no sabía que era.

—Que bien, así mi novia no va a estar reclamándome todo el tiempo.

Mis ojos casi brillaron de alegría, ¿Estaba celoso?, parecía que sí, o tal vez si estaba aliviado de deshacerse de mí.

—Iris, ¿Te acompaño a tu casa?—Preguntó Desmond.

Tuve una idea aún mejor. —Si, por favor, tengo miedo de encontrarme con Blanca, esta mañana me golpeo sin razón alguna— me quejé fingiendo un poco de miedo.

—¿De que estas hablando?—Preguntó Jack.

Miré a Jack y aproveché para desahogarme. —Dijo que no te hable más, o que voy arrepentirme, así que es mejor olvidarme de ti, mejor para ti ¿No?, vamos Desmond.

Podía sentir su mirada quemándome en la espalda, sujeté del brazo a Desmond mientras que él hablaba de algo y miré de reojo a Jack, él nos observaba mientras su mandíbula estaba ligeramente tensa.

Fabuloso.

Llegamos hasta la salida y solté a Desmond. —Bueno, me voy— dije algo fastidiada.

—¿Qué?, pero iba a acompañarte.

—No gracias—Dije dándome prisa a marcharme.

Me pasé toda la tarde estudiando, usualmente me la pasaba mandándole mensajes a Jack, mensajes que no respondía, conseguir su número no fue difícil, y me amenazó con cambiarlo si seguía mandando mensajes, pero eso no me detuvo y él nunca lo cambió.

Al caer la noche, me metí a la cocina, y me tomé una foto, la subí a mi estado con una leyenda que decía: Cuando estemos juntos, voy a cocinarte.

Los compañeros del salón empezaron a mandar mensajes, pero no Jack, ese tonto no iba a mandarme nada.

«Yo quiero que me cocines».

«Yo voy a cocinarte a ti».

«Tu comida va ser lo único que coma».

Me puse a comer y de pronto una notificación me hizo casi atragantarme.

Me apresuré a abrir mis mensajes, Jack me había enviado algo, una captura de mi post y estaba escribiendo.

《Me alegra que ahora acoses a Desmond, así no voy a morir de una indigestión》.

Yo sonreí, era la primera vez que él respondía algo.

《SI, espero enamorarme pronto de él y olvidarte a ti》. Respondí.

Tardó unos minutos y luego escribió algo más.

《Eres patética》.

Yo sonreí y no le respondí, continúe comiendo, hoy sin duda había sido el mejor día de mi vida.

………..

Extra:

La mirada de Jack iba y venía hacia las gradas del campo, su humor estaba empezando a ponerse hostil, y todos podían notarlo.

—¿Qué te pasa hoy Jack?, estas fallando los pases— dijo Desmond mientras le daba una palmada en la espalda.

La mirada de Jack de nuevo fue a las gradas, donde varias chicas gritaban, negó y se agachó por el balón. —No me pasa nada.

—Yo sé que es—Dijo Peter mientras corría hacia atrás y sonreía con burla. —Es porque Iris hoy no vino a verlo jugar.

—Creí que no te agradaba.

Jack casi rechinó los dientes y le aventó el balón a Peter. —Dejen de decir tonterías, tengo novia.

—Iris es mucho más bonita y agradable—Continuó Desmond.

—Es lo mismo que yo le dije— comentó Peter y se echó a correr con el balón en mano.

—Pues entonces sal tú con ella.

—Tal vez lo haga.

Jack lo empujó y lo sujetó de la camisa mientras lo miraba en forma de advertencia.

—Relájate Jack, solo estoy jugando, de cualquier forma, eres tú el que le gusta.

—¡Basta chicos, ¿Van a jugar o no?—Preguntó el entrenador.

Jack soltó a su amigo y continuó su entrenamiento.

Después de terminar el entrenamiento, Jack se cambió y salió de los vestidores, caminó por el pasillo hacia la salida y sintió su sangre calentarse al ver a Iris conversando con Desmond, algo dentro de él no se sentía bien, y se preguntaba, ¿Qué era?.

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