Al llegar a la escuela, miré a Jack venir del estacionamiento, él tenía su propio auto, al parecer, había obtenido un permiso de conducir de estudiante, era como una súper estrella, y no era para menos, su cabellera oscura y ligeramente larga era brillante y sedosa, siempre se pasaba una mano por su cabello para quitarlo de su frente y ese gesto, se veía tan sexy en él, ¿Era consciente de lo atractivo que era?.Era alto, de complexión media, caucásico, y de un rostro limpio y hermoso como el de un modelo.Todo lo que usaba era de marca, por ejemplo: hoy traía unas gafas oscuras de la marca Garrett Leight, y zapatos de la marca Hermés, conducía un BMW, y aunque me costó un poco, pude encontrar su perfume, pero difícilmente podría regalarle uno sin un sueldo, pues no era más que un Shumukh.Era un chico caro, y yo no era la única que estaba fascinada con él, todas se morían por Jack Philips y no era para menos.Todas las mañanas lo correteaba por el estacionamiento y le entregaba su beb
Las clases fueron con normalidad, a la hora de educación física, Blanca me molestó, y luego de eso, durante el almuerzo comí con Sofía, hasta ahí, nada interesante, pero a la hora de la salida, el impulso de correr me ganó, corrí hasta la biblioteca, llegué un poco sofocada y no había nadie, apenas algunos alumnos, ¿Acaso Jack me había engañado?, empecé a sentirme tonta y de pronto.—¿Por qué corrías?.Pegué un salto y me giré con rapidez, no puedo describir lo sexi que se veía, perfecto ante mis ojos, lo idolatraría como un dios por el resto de mi vida…bueno, tal vez exagero, pero me sentía así de enamorada, o, tal vez, obsesionada, ¿Qué más daba?, el punto era que, era nuestro destino.¿Venía detrás de mí?.—No corría—Mentí algo avergonzada, pero feliz.Él se sentó y yo me senté junto a él, recargué mi codo en la mesa y me quedé mirándolo, contemplando al hombre de mis sueños, cuando fuera adulto, sin duda sería muy atractivo, mucho más que ahora, debía de esforzarme mucho y hacer m
Solo hasta entonces yo alcé el rostro, con mis ojos llenos de lágrimas, (me sorprendía a mí misma con mi gran facilidad para llorar, ni siquiera tuve que pensar en cosas tristes, lo cual era una fortuna, pues no había algo lo suficientemente fatídico que me pusiera así de mal), asentí y miré a Blanca quien estaba con un rostro consternado y unos labios que temblaban por el coraje, mientras que Jack hizo un gesto de alivio, o al menos esa fue la impresión que me dio.Supongo que también pensó que mi padre era mi Sugar o algo parecido.Sonreí victoriosa y volvimos a nuestra mesa.Mis padres me miraron algo preocupados. —¿Tienes que soportar eso todos los días?—Preguntó mi madre sin poder creerlo.Junté mis manos y pensé una respuesta. —Algo así— respondí y desvíe la mirada hacía mi plato, supongo que Blanca tenía algo de razón al odiarme, yo la odiaría si ella hubiera llegado a besar a mi novio, ¿Estaba mal desear tanto a alguien?.—Cariño, si la tratan así aquí afuera, ¿Cómo la tratará
Llegué temprano a la escuela, me senté en aquella banca y acomodé mi cabello, hoy especialmente me había arreglado más de la cuenta, cuidando cada detalle en mi aspecto. Y me sentí un poco entusiasmada al ver su auto llegar.Lo miré bajar, se veía tan pulcro, el uniforme de la escuela le quedaba muy bien, caminó en mi dirección y me hizo suspirar cuando se alisó el cabello con sus dedos.A veces creía que Jack tenía diferentes modos, si, (Modo guapo, modo serio, modo inteligente, modo sexy), y así, él solo encendía cualquiera de sus modos y bum.Se detuvo frente a mí y me miró fijamente. —¿Estabas esperándome?—Preguntó con aquella mirada carismática y esa sonrisa coqueta.Yo solo asentí tratando de no enloquecer.—¿Y ahora qué?—Preguntó.Yo me puse de pie y lo tomé de la mano, lo arrastré hasta detrás de los baños, donde no había nada más que la pared, un árbol qué se reusaba a secarse y algunos pupitres viejos que, por alguna razón, el camión de la basura no se los había llevado.Era
Había pasado poco más de una semana, y hoy era un día importante, porque iba a conocer a la madre de Jack, me sentía nerviosa, emocionada y al ver a Jack venir a la hora de la salida, empecé a sentirme un poco mareada.—¿Y esa cara?—Preguntó Jack al llegar hasta mi lugar, supongo que me empezaba a ver pálida, con sus largos dedos acarició mi mejilla y frunció el ceño. —No te vez bien.—¿Y si no le caigo bien a tu madre?—Cuestioné un poco alarmada.Jack sonrió tranquilamente. —Le caerás bien, mi madre no es ninguna bruja, ella tiene un corazón bondadoso y difícilmente puede juzgar mal a las personas, ya lo verás, ahora quita esa cara, parece que vas a desmayarte.Yo asentí, Jack tenía razón, no debía de alarmarme, solo tenía que ser yo misma, no fingir, no actuar, a ninguna madre le gusta que su hijo salga con una San turrona, solo tenía que ser yo.Subimos al auto y Jack condujo en silencio, a decir verdad, era un chico callado qué cuando hablaba era imposible no prestarle toda la ate
Mientras esperaba a Jack a la hora de la salida, jugaba con mis dedos, estaba un poco nerviosa, pero emocionada, muchas mujeres empiezan su vida sexual a los 13, no es lo más apropiado, pero yo ya iba a cumplir los 17, me faltaba mas de medio año, pero ya casi, además, Jack Philips iba a ser mi único, ser recatada y guardarme al matrimonio no tenía sentido, si iba a casarme con él, podíamos empezar desde ya, ¿No?.Lo miré venir y sonreí ampliamente.Él me sujetó de la mano y me llevó hasta su auto sin decir palabra alguna.—¿Estas bien?—Pregunté al ver que estaba más serio de lo habitual.—Si.Una respuesta simple, que me hizo pensar, ¿Estaba nervioso?, o, ¿Arrepentido?, difícil saberlo, Jack no era un libro abierto como yo.Llegamos a mi casa, mis padres trabajaban, así que no había nadie, nadie nos molestaría la siguiente hora, así que estaba bien.Abrí la puerta y lo dejé entrar, él examinó el lugar, me había llevado a casa, pero jamás cruzó el umbral, ahora que estaba aquí, miraba
La madre de Jack fue muy linda, dijo que podía quedarme, que no había problema, nos hizo una cena deliciosa y habló conmigo, me hizo preguntas sobre mí, sobre lo que me gustaba, sobre cómo me iba en la escuela y esas cosas, era agradable.Mientras que Jack, instalaba algunas lámparas para su hermana.—Es un chico muy maduro, es como un segundo padre para sus hermanos, lo quieren mucho, y ha sido de gran ayuda, a veces me siento una mala madre—Dijo la señora Philips un poco triste.—Jack la adora, créame.—Salía con esta chica, Blanca, y yo la detestaba, pero nunca se lo dije, solo me bastó verla una vez para saber que no me agradaría nunca, y un día llegó hablando de ti, “Iris es tan molesta”—Su madre sonrió al recordarlo. —Lo decía con coraje, pero tenía ese brillo en los ojos.Yo sonreí.—Me parecía divertido, ver como no se daba cuenta de lo que le estaba pasando.—Voy a cuidar de él, lo prometo.—Se que sí.—Listo, ya quedaron las lámparas— dijo Jack.—Que bien— dijo su madre. —La
Me miré en el espejo por quinta vez, quería verme perfecta, me acomodé el cabello y respiré hondo.Me había puesto un vestido blanco, corto, y unos tenis del mismo color, mi teléfono empezó a sonar y me apresuré a bajar las escaleras.Mis padres trabajaban los fines de semana también, así que no estaban, igual tenía que avisarle a mamá.Y mi padre siempre me marcaba antes de las ocho para saber en donde estaba, así que siempre estaban al pendiente de mí.Me apresuré a bajar y lancé un largo suspiro al verlo, traía unos jeans neg*ros y una camisa blanca, junto con una chaqueta negr*a.Me encantaba tanto verlo sin el uniforme de la escuela, todo lo que usaba se le veía bien.Sonreí ampliamente y él me devolvió la sonrisa.Me apresuré a ir a abrazarlo y me sujetó en sus brazos, me dio un beso en la frente y me tomó del mentón para alzar mi rostro y darme un beso en los labios.—Hola.—Hola.—¿Estas lista?—Preguntó.—¿A dónde iremos?.—No estoy acostumbrado a esto, pero, preparé un picnic