Había pasado poco más de una semana, y hoy era un día importante, porque iba a conocer a la madre de Jack, me sentía nerviosa, emocionada y al ver a Jack venir a la hora de la salida, empecé a sentirme un poco mareada.—¿Y esa cara?—Preguntó Jack al llegar hasta mi lugar, supongo que me empezaba a ver pálida, con sus largos dedos acarició mi mejilla y frunció el ceño. —No te vez bien.—¿Y si no le caigo bien a tu madre?—Cuestioné un poco alarmada.Jack sonrió tranquilamente. —Le caerás bien, mi madre no es ninguna bruja, ella tiene un corazón bondadoso y difícilmente puede juzgar mal a las personas, ya lo verás, ahora quita esa cara, parece que vas a desmayarte.Yo asentí, Jack tenía razón, no debía de alarmarme, solo tenía que ser yo misma, no fingir, no actuar, a ninguna madre le gusta que su hijo salga con una San turrona, solo tenía que ser yo.Subimos al auto y Jack condujo en silencio, a decir verdad, era un chico callado qué cuando hablaba era imposible no prestarle toda la ate
Mientras esperaba a Jack a la hora de la salida, jugaba con mis dedos, estaba un poco nerviosa, pero emocionada, muchas mujeres empiezan su vida sexual a los 13, no es lo más apropiado, pero yo ya iba a cumplir los 17, me faltaba mas de medio año, pero ya casi, además, Jack Philips iba a ser mi único, ser recatada y guardarme al matrimonio no tenía sentido, si iba a casarme con él, podíamos empezar desde ya, ¿No?.Lo miré venir y sonreí ampliamente.Él me sujetó de la mano y me llevó hasta su auto sin decir palabra alguna.—¿Estas bien?—Pregunté al ver que estaba más serio de lo habitual.—Si.Una respuesta simple, que me hizo pensar, ¿Estaba nervioso?, o, ¿Arrepentido?, difícil saberlo, Jack no era un libro abierto como yo.Llegamos a mi casa, mis padres trabajaban, así que no había nadie, nadie nos molestaría la siguiente hora, así que estaba bien.Abrí la puerta y lo dejé entrar, él examinó el lugar, me había llevado a casa, pero jamás cruzó el umbral, ahora que estaba aquí, miraba
La madre de Jack fue muy linda, dijo que podía quedarme, que no había problema, nos hizo una cena deliciosa y habló conmigo, me hizo preguntas sobre mí, sobre lo que me gustaba, sobre cómo me iba en la escuela y esas cosas, era agradable.Mientras que Jack, instalaba algunas lámparas para su hermana.—Es un chico muy maduro, es como un segundo padre para sus hermanos, lo quieren mucho, y ha sido de gran ayuda, a veces me siento una mala madre—Dijo la señora Philips un poco triste.—Jack la adora, créame.—Salía con esta chica, Blanca, y yo la detestaba, pero nunca se lo dije, solo me bastó verla una vez para saber que no me agradaría nunca, y un día llegó hablando de ti, “Iris es tan molesta”—Su madre sonrió al recordarlo. —Lo decía con coraje, pero tenía ese brillo en los ojos.Yo sonreí.—Me parecía divertido, ver como no se daba cuenta de lo que le estaba pasando.—Voy a cuidar de él, lo prometo.—Se que sí.—Listo, ya quedaron las lámparas— dijo Jack.—Que bien— dijo su madre. —La
Me miré en el espejo por quinta vez, quería verme perfecta, me acomodé el cabello y respiré hondo.Me había puesto un vestido blanco, corto, y unos tenis del mismo color, mi teléfono empezó a sonar y me apresuré a bajar las escaleras.Mis padres trabajaban los fines de semana también, así que no estaban, igual tenía que avisarle a mamá.Y mi padre siempre me marcaba antes de las ocho para saber en donde estaba, así que siempre estaban al pendiente de mí.Me apresuré a bajar y lancé un largo suspiro al verlo, traía unos jeans neg*ros y una camisa blanca, junto con una chaqueta negr*a.Me encantaba tanto verlo sin el uniforme de la escuela, todo lo que usaba se le veía bien.Sonreí ampliamente y él me devolvió la sonrisa.Me apresuré a ir a abrazarlo y me sujetó en sus brazos, me dio un beso en la frente y me tomó del mentón para alzar mi rostro y darme un beso en los labios.—Hola.—Hola.—¿Estas lista?—Preguntó.—¿A dónde iremos?.—No estoy acostumbrado a esto, pero, preparé un picnic
Al llegar al hospital, seguí a Anne, hasta que la llevaron a una sala dentro de urgencias, me sujeté el pecho y miré que ya traían a Jack, su madre no quiso despegarse de él, hasta que la hicieron soltarlo, pues iba a entrar a urgencias también.Nos quedamos ahí, ella y yo, mirándonos y llorando por la misma razón.La abracé y traté de darle el consuelo qué no podía tener ni yo misma, y de pronto, mi fuerza se esfumó.—¿Iris?.Empecé a llorar como una bebé al ver a mi madre, ella se acercó a mi con un rostro preocupado y me abrazó con fuerza.—¿Estás bien?, ¿Qué haces aquí?—Preguntó sin entender nada..—Mamá…— dije con un nudo en la garganta que amenazaba con asfixiarme. —Jack y su hermana tuvieron un accidente, dile a papá que los salve, por favor—Supliqué con los ojos llenos de lágrimas.—Pero ¿qué pasó?.—Su casa se incendió, Jack entró a rescatar a su hermana y ahora…tiene quemaduras muy graves.—Tranquila si, ¿Tú estás bien?.Yo asentí.Mi madre fue a ver a la señora Mónica que n
Cuando era una adolecente, muchas cosas no me importaban, ahora siendo una mujer mayor, no estaba segura de que tan mal trecho estaba mi corazón, había llorado por Jack y me había resignado a perderlo, y también cambié de opinión al darme cuenta de que mi amor por él, no se olvidaba, así como así, había tratado con todas mis fuerzas, y todas las noches, soñaba con él.Si cerraba los ojos y pensaba en él con fuerza, podía sentir sus labios tocando los míos, y era todo un tormento.Estuve a punto de terminar con mi vida por él, y luego entendí, que no hay peor lucha, que la que no se hace.—Me siento un poco mal de tener que pedirte esto, pero…mis opciones se agotaron, no sé qué hacer y…Miré como las manos de la señora Mónica temblaron, al igual que sus labios, parecía que difícilmente contenía sus lágrimas.—Veo cuanto le importa esto, pero por doce años él no me buscó, ni me contactó, así que…no sé que pueda lograr.—Él te amaba.—Y yo aun lo amo, pero me pregunto si ¿eso será sufici
‘Toc Toc Toc’.Alcé la vista y sonreí al ver al señor Philips, me sorprendí un poco, miré la hora y entendí porque me sentía tan cansada.Iban a dar las ocho de la noche, estaba tan concentrada que no me di cuenta de que ya era tan tarde.—¿Qué tal?, no creí que seguirías aquí— dijo el señor Philips mientras miraba la oficina con cierta desaprobación, mi oficina en el estudio era más grande y mucho más bonita.—Perdí la noción del tiempo— dije mientras me estiraba un poco, empecé a juntar mis cosas y él asintió.El señor Jasón, fue un hombre difícil de tratar en un principio, pero logré congeniar bien con él, era educado y muy inteligente, me enseñó muchas cosas, Jack me había dicho que lo admiraba mucho, ahora entendía por qué, al principio él señor Philips no quiso aceptarme, pero fui insistente, me dio una oportunidad y tuve que aferrarme a eso, como un gato aferrándose con todas sus uñas.Y aquí estaba.—Mi esposa me dijo que, él no lo tomó muy bien.Yo sonreí. —No, no lo hizo.—V
—Honestamente me da igual, cuando termines las reformas te irás y eso será todo— dijo él, usando ese tono de voz tan agobiante.Yo hice una mueca. —¿Tú padre no te lo ha dicho?.—¿Decirme que?.—Me volví socia del estudio, y ya que tu no vas, yo vendré a ti, me refiero a mantener la comunicación entre tú y los empleados.—De eso se encarga Abel—Dijo sin mostrarse sorprendido, lo que me dejaba claro que ya había conversado con el señor Philips.—No, Abel, se encarga de darte información, yo me encargaré de darte información y soluciones, tú no eres arquitecto, yo sí.—No te creas tan importante.—El punto es, que no te vas a librar de mí, así que…¿Compañeros?—Pregunté ignorando su comentario, y estiré mi mano hacia él, para sellar un acuerdo con un saludo formal.—No te hagas ilusiones—Me rechazó sin dudar.Yo bajé mi mano y me puse seria. —¿Puedo saber por qué me odias?.—¿Puedo saber porque sigues acosándome?.—¿Acosándote?, ya no tengo dieciséis— Necesitaba una buena excusa, hasta