No hablamos después de eso, creo que cualquier cosa que dijéramos, arruinaría nuestro encuentro, él volvió a su oficina y yo a la mía, tenía cosas que atender y al parecer, él también.Fue un primer paso, no volvió a poner el vidrio opaco, esta vez él podía verme y yo a él, ya era un poco tarde, me estiré en mi silla y me sujeté el cabello con una liga fingiendo tener calor, en este lugar hacía mucho frío, y era debido a él, y a todo eso que traía puesto encima.Pero, quería verme interesante, provocarlo hasta hacerlo hablar.Era evidente que iba a seguir a la defensiva, no era ingenua, hizo lo mismo la primera vez, y ahora sí que tenía razones válidas para no quererme en su vida, su aspecto, era el único obstáculo, para él, me encantaría poder entrar a su mente y formatearlo.Me sobé el cuello y sentí su mirada sobre mí, que fácil sería la vida si todos tuviéramos un botón de reset.“Voy a casarme”, ¿Por qué dije esa estupidez?.Mi teléfono vibró, y me apresuré a ver quién era. «Cua
Estaba un poco inquieta, había pasado ya media hora, y por suerte, Sofía se puso de pie mientras se estiraba, bostezó y miró a Mathias.—Ya hay que irnos, ya es tarde y Anne ya se quedó dormida.Yo miré a Anne y ella estaba acostada en un sofá, totalmente dormida, me preocupaba un poco qué durmiera con todo ese maquillaje encima, pero no quería despertarla, en verdad parecía muy cansada.—Si, tienes razón, ya es tarde. Bueno, vamos Nolan—Dijo Mathias.—Oye, mañana hablamos bien, ¿De acuerdo?— Preguntó Sofía.Yo asentí y los acompañé a la puerta, cerré y regresé al sofá.Habían pasado cincuenta minutos, iban a dar las once, apagué las luces y me quedé ahí, terminando de ver la película, tratando de no pensar.“No vendrá”.La señora Mónica dijo que, rara vez salía de su casa, no sabía dónde vivía yo, así que no debía de preocuparme.Me estaba quedando dormida cuando, escuché que golpearon a la puerta.Me levanté de golpe y miré a Anne, quien aún estaba en el quinto sueño, golpearon de
Jack:Mi fin de semana se convirtió en algo rutinario, los sábados por la mañana, salía a correr, me ponía una sudadera ne*gra con capucha, un cubre bocas y corría por casi una hora y media, hasta que mi corazón no daba para más, volvía a casa y me duchaba, me preparaba el desayuno…, a veces, pues a mi madre no le gustaba que comiera solo.Así que, a veces tenía que hacer acto de presencia en su comedor, o la tendría encima de mí, diciéndome cosas como:“No deberías de pasar tanto tiempo solo. Ni siquiera te importo tanto como para que vengas a verme. No sé si estás vivo o no”.Era preferible no angustiarla.Después de eso, mi terapeuta venía a mi casa, era una mujer de 30 años, creo que sabía más yo de ella, que ella de mí.En ocasiones me ayudaba, en ocasiones solo se me hacía una pérdida de tiempo.—Hola Jack, ¿Te has ejercitado mucho esta semana?, se nota— dijo mientras se acomodaba en un sofá de la sala.Ella era bonita, soltera, demasiado gentil, no parecía que se enojara por na
Me miré al espejo y sobé mi cuello, estaba lleno de marcas dejadas por él, me arreglé el labial y el cabello, acomodé mi ropa y sonreí, pero aún no podía cantar victoria, salí del baño tratando de mantenerme enfocada.Jack estaba hablando por teléfono.Hoy no traía ese traje ejecutivo, traía unos jeans azules, una camisa blanca, una chaqueta neg*ra, y aquella gorra.De espaldas se veía jodidamente atractivo, tenía hombros anchos y un trasero de ensueño, tenía el cuerpo perfecto, pero decírselo, le parecería una burla.Se giró para verme y yo me aclaré la garganta, tal vez pensaría qué era una desquiciada del se*xo, acabábamos de tener un fabuloso encuentro y ya me moría por más.Me preguntaba ¿si todas las parejas sienten lo mismo?, ¿Debería de pedir más?, no, era mejor que no.Esperé hasta que terminó su llamada y entonces estiré mi mano hacia él.—Mi pulsera—Pedí mientras me miraba con aquellos hermosos ojos brillantes y atormentados. Él la sacó de su bolsillo y me la dio sin prote
—Bueno, tu tobillo se ve bien, tal vez fue un desgarre leve, te daré unas pastillas, solo en caso de que tengas mucho dolor, un ungüento y por ahora hay que poner una venda para que quede lo más inmovilizado posible, hay que guardar reposo, al menos por hoy, ya veremos mañana como sigue.Yo tenía mi vista fija en el doctor, era un señor mayor de cabello canoso, de gafas gruesas y de elegante traje.—Muchas gracias, seguiré sus indicaciones al pie de la letra— dije muy agradecida.—Bien, te pondré….—Yo lo hare— dijo Jack al ver que el doctor iba a vendarme el pie.—De acuerdo— dijo el doctor y dejó una venda y un ungüento. —Entonces, me retiro.—Lo acompaño— dijo Jack.Los miré salir y aproveché para mandarle un mensaje a Sofía, seguramente estaba que se volvía loca por saber que pasaba.Dejé mi teléfono con prisa al escuchar pasos y me acomodé el cabello.Miré a Jack entrar a la habitación, se sentó en la cama y puso mi pie con cuidado en sus piernas, me puso de aquel ungüento, y me
Estábamos comiendo de maravilla, mirándonos sin decir algo, y sonriendo demasiado felices.Hasta que un teléfono empezó a sonar, era el teléfono de Jack, contestó y yo solo continúe con mi comida, sin prestarle tanta importancia, Jack era un hombre ocupado, era inversionista y eso le había generado ganancias considerables.—Dime….no, no espero a nadie…ya es muy tarde para que mis padres se hayan quedado de ver con alguien…no, no lo dejes pasar, no sé quién es…bien, gracias.Colgó y bebió un poco de agua.—¿Todo bien?—Pregunté muy fascinada de verlo, se había convertido en un hombre en todos los sentidos de la palabra.—Si, hay un tipo que quería entrar, no importa.Terminamos de comer y volvimos a la cama.A la mañana siguiente, despertamos muy temprano, Jack revisó mi pie, cambió mis vendas y me trajo una taza de café a la cama.Si ésta iba a ser mi vida de casada, wow, iba a ser maravillosa junto a él.—Creo que mi pie ya está mejor, ya casi no duele— dije mientras me sentaba en la
Me quedé sin palabras, Owen siempre fue amable conmigo, le había tomado cierto cariño, y sabía lo que él sentía por mí, pero siempre fui clara con él, mis sentimientos le pertenecían a alguien más, y no quería lastimar a nadie, así que nunca di falsas esperanzas.Aun sabiendo todo eso, Owen se quedó a mi lado y se comportó muy bien, se comportó como un verdadero amigo, y es por eso que lo dejé quedarse a mi lado.No me insinuaba cosas, no me obligaba a nada, inclusive yo le había contado de Jack, y él lo tomaba bien, lo entendía, entendía mis sentimientos.Así que no comprendía muy bien, ¿Qué era lo que estaba pasando ahora ?, ¿Por qué era tan directo?, casi parecía desesperado.—Owen…—Ya lo sé— Interrumpió él. —Se que amas a Jack, pero quiero intentarlo al menos, así que por favor, no me rechaces así como así.—Es que… — dije soltándolo por completo. —Volví con él, Jack y yo estamos intentándolo, estamos saliendo y en verdad voy hacer que funcione.Owen me miró algo decepcionado, so
Lunes en la mañana y ya me sentía agotada, apenas pude dormir, me alisté para el trabajo y me detuve en seco, justo al abrir la puerta. —Buenos días— dijo Owen con aquella gentil sonrisa.Él siempre fue muy popular durante la universidad, era guapo, se sabía vestir, era educado, inteligente, el tipo perfecto, con el que todas querían entablar una relación.Pero no era para mí.Me caía bien, aunque… toda esa perfección me alteraba un poco los nervios, pero aprendí a tolerarlo.—Hola— dije un poco sorprendida.—Entonces, ¿Me llevarás contigo?.—Si, por supuesto.—Podemos ir a desayunar algo, después, yo invito.Yo sonreí. —No hace falta.—¿Qué dices?, deja que te consienta, aunque solo sea por un día.Si tan solo esas palabras vinieran de la boca de Jack.Nos subimos a mi auto y conduje a casa de los Philips, solo esperaba que Jack no se molestara.No quería retroceder todo lo que ya había avanzado.Pero no debía de preocuparme, como dije, Owen era muy sensato y amable.Al llegar, fuim