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Capítulo 4. El primer paso al éxito.

Al llegar a la escuela, miré a Jack venir del estacionamiento, él tenía su propio auto, al parecer, había obtenido un permiso de conducir de estudiante, era como una súper estrella, y no era para menos, su cabellera oscura y ligeramente larga era brillante y sedosa, siempre se pasaba una mano por su cabello para quitarlo de su frente y ese gesto, se veía tan sexy en él, ¿Era consciente de lo atractivo que era?.

Era alto, de complexión media, caucásico, y de un rostro limpio y hermoso como el de un modelo.

Todo lo que usaba era de marca, por ejemplo: hoy traía unas gafas oscuras de la marca Garrett Leight, y zapatos de la marca Hermés, conducía un BMW, y aunque me costó un poco, pude encontrar su perfume, pero difícilmente podría regalarle uno sin un sueldo, pues no era más que un Shumukh.

Era un chico caro, y yo no era la única que estaba fascinada con él, todas se morían por Jack Philips y no era para menos.

Todas las mañanas lo correteaba por el estacionamiento y le entregaba su bebida favorita, la que siempre terminaba tirando a la basura, pero hoy no, hoy no planeaba correr detrás de él.

Hoy solo lo miré a la distancia y continúe mi camino.

“Ignóralo Iris, es difícil lo sé, pero ignóralo, ten fuerza de voluntad”.

Me mordí el labio inferior, quería voltear a verlo, solo un poco, giré mi cabeza y me detuve en el último segundo, ¿Por qué era tan difícil?.

—¡Iris!.

A, esa era mi salvación, me acerqué a Lizbeth y sonreí. —Hola.

—Estuve revisando y aun no estas en algún club, necesitas inscribirte a alguno, la mayoría están ocupados, pero hay lugares en literatura, danza, dibujo y esgrima.

—Mmmm, creo que voy a inscribirme en literatura.

Lizbeth hizo una mueca.

—¿Qué?, ¿Qué pasa?—Pregunté.

—Este año casi nadie se inscribió ahí, así que, para no cerrar el club, los miembr*os ayudan en la biblioteca, ¿No te molesta o si?.

—No, supongo que no, ¿Cuántos son?.

—Solo tú y otro alumno.

—Oh…mmm okey, sí.

—Bien, una hora después de clases, todos los miércoles, ¿Está bien?.

Yo asentí, miré con cautela hacia un lado y Jack ya no estaba.

Me dirigí a mi salón y lo esquivé por el resto del día, creo que tenía habilidades de espionaje y evasión, no quería terminar suspirando por él, hoy no.

Tenía que estudiar y tenía una hora libre antes de mi club, así que fui a la biblioteca, me había esforzado mucho para no ir detrás de mi novio, tenía que dejarlo respirar y dejar de humillarme, algo así como, dejar que me extrañara, ese era el plan, aunque no sabía si iba a funcionar, lo había acosado tanto que tal vez estaba aliviado de no haberme visto en todo el día.

Me senté en un asiento vacío y suspiré, era realmente complicado, las cuestiones del amor.

Esa estúpida de Blanca tenía mucha suerte, ¿Cómo lo había conquistado?, ¿O es que acaso él tenía tan mal gusto?.

—Te estabas tardando.

Pegué un salto al escuchar esa voz, no podía ser, me sentí tan tonta.

Jack estaba justo a dos sillas, en la misma jodida mesa, ¿Por qué?.

Me miró con esa cara de pocos amigos y yo sonreí. —¿Me hablas a mí?.

—No me estés molestando Iris, no estoy de humor.

Yo rodé los ojos y borré mi sonrisa, ¿Por qué tenía ese carácter conmigo?. —No sabía que estabas aquí— dije y tomé mi mochila, me levanté de golpe y fui a sentarme en una mesa más enfrente.

“Que engreído”.

Saqué mi libro de álgebra y mi cuaderno, traté de no pensar en Jack, de hecho, él había dicho que lo dejara y eso iba a hacer, hasta que pasara álgebra con una buena nota, no podía decepcionar más a mis padres.

—No entiendo nada—Dije totalmente rendida, había pasado alrededor de media hora, y de mi cerebro estaba saliendo humo, así de mala era.

Cuando me desesperaba me daba por llorar, si, lo sé, ridículo, limpié mis lágrimas y suspiré.

De pronto una mochila cayó justo junto a la mía, alcé la vista y miré a Jack sentarse junto a mí.

—¿Este es uno de tus trucos?—Preguntó mientras me miraba con esos hermosos ojos.

Yo limpié mis lágrimas de nuevo con la manga de mi suéter y lo miré sin entender.

Él parecía fastidiado, jaló mi libreta y apenas y la ojeó.

—Voy a enseñarte, pon atención y deja de llorar.

Creo que, en ese momento, todo mi mundo se iluminó.

Verlo así de cerca, era fascinante, ver como sus labios se movían, o como sus ojos grises de vez en cuando me miraban, era tan listo y olía tan bien, tenía ganas de acariciar su cabello, de abrazarlo y ver un atardecer junto a él, de amanecer entre sus brazos…¡Cielos!.

—¿Iris?.

Lo miré un poco sobresaltada.

—Pon atención—Me ordenó.

Yo asentí, tenía razón, tenía que aprovechar que los chacras se alinearon a mi favor y ponerle atención, así que eso hice.

Media hora después, junté mis cosas mientras que él se ponía de pie. —Estudia lo que te subrayé, mañana vas a necesitarlo.

Yo lo miré asombrada. —¿Mañana?.

Él desvió la mirada, evitando el contacto visual conmigo. —Si, voy a ayudarte, solo porque me das lástima, como sea, te veo aquí después de clases, solo los miércoles te toca club ¿No?.

Yo asentí.

—¿Cuándo es tu examen?.

—En dos semanas.

—Pues te veo aquí— dijo para después marcharse.

Yo sentí que una emoción golpeo mi pecho y me puse de pie para dar brincos de alegría y un baile raro que me salió del alma.

Lo sabía, siempre lo supe, el destino de Jack y mío, era estar juntos.

Esa noche apenas y pude dormir, necesitaba ser cautelosa.

Y a la mañana siguiente, me levanté llena de energía, cantaba una de mis canciones favoritas mientras bajaba las escaleras, mi padre quien bebía una taza de café solo me dedico una mirada, mientras que mi madre sonrió.

—¿Y eso?, ¿Por qué tan feliz?—Preguntó mi madre con mucha curiosidad, me acerqué a ella y la abracé con fuerza.

—Hoy va a ser un buen día mamá, lo presiento.

—Ese buen día, lo presiento, ¿Cómo se llama?—Preguntó mi padre mientras hacía a un lado su aburrido periódico.

Miré a mi madre y ella negó, no, mi madre no dijo nada, mi padre era demasiado perspicaz.

—Jack—Respondí.

Mi padre negó. —No puedes tener novio hasta los veintiuno, y es un tal vez.

—No será solo mi novio, voy a casarme con él—Aseguré muy orgullosa.

Mi madre alzó una ceja y sonrió aún más. —Pobre chico.

—¿No vas a decirle nada?, solo tiene dieciséis—Dijo mi padre algo alarmado.

—Claro, hablemos de sexo Iris—Dijo mi madre.

—¡Mamá!— dije un poco asqueada. —No quiero hablar de sexo contigo, eso sería…raro.

—Entonces háblalo con tu padre.

Yo miré a mi papá y él negó. —No novios Iris.

—Novio papá, solo será él, cuando lo conozcan, lo van a amar, y no se preocupen por el se*xo, seré virgen hasta el matrimonio, ahora, me voy…

—¡Iris, tu almuerzo!.

Yo volví y tomé mi almuerzo para después huir.

Al llegar a la escuela, todo se sentía tan diferente, todo era mucho más hermoso, fui a dejar mis cosas a mi casillero y me apresuré a ir a una de las bancas que estaba cerca del estacionamiento, me senté en una y me acomodé el cabello.

—Hey, llegaste temprano.

Miré a Desmond y sonreí. —Si.

—¿Quieres un poco?.

Yo miré el sándwich que traía en su mano y negué. —No gracias.

—Hoy tenemos partido a las seis, ¿Vas a venir a vernos?—Preguntó él mientras se sentaba.

—¿Partido?.

—Si, jugaremos contra la preparatoria de Exter.

Yo asentí. —Claro, vendré a verlos.

—Genial, después, algunos iremos a casa de Peter a jugar video juegos y eso.

Yo sentí mi corazón latir al ver a Jack, como de costumbre, los jueves llegaba temprano, no sabía porque, pero aquí estaba, era asombroso.

Creí que pasaría de largo, y no esperaba algo más, solo verlo, pero para mi sorpresa, él se acercó a nosotros.

—Hola Desmond— dijo y chocó su puño con el de él, me miró y se sentó junto a mí. —Acosadora, ¿Por qué llegaron tan temprano?—Preguntó de modo casual mientras su pierna se pegaba a la mía.

—Mi madre tuvo que salir temprano hoy, así que me pasó a dejar antes— dijo Desmond.

—¿Y tú?.

Yo miré a Jack y sentí que me perdía en esa hermosa mirada. —Quería ver…algo.

—Algo—Repitió él y se puso de pie. —Voy a terminar la tarea de ayer.

—Oye, ¿Me pasas lo de Geometría?—Preguntó Desmond y se puso de pie para seguirlo.

—Claro, ven.

Ambos se fueron y yo solo me sujeté el pecho.

………

Extra:

Jack:

Desde aquel primer beso con Iris, todo se me complicó, era bonita, de estatura media, de cabellera castaña y de ojos hermosos, me tomó por sorpresa y eso…me gustó, pero estaba con Blanca y algo que repudiaba, era la gente deshonesta, creí que para Iris todo fue un juego, una apuesta tonta o algo parecido.

Pero empezó a seguirme como una sombra, me esperaba en el estacionamiento, me saludaba con esa hermosa sonrisa y me traía mi bebida favorita, me seguía durante la hora del almuerzo y me dejaba recados tontos en mi mesa banco, pero yo seguía con Blanca.

Y no supe cómo manejar la situación, mi hostilidad y mi apatía, simplemente salían cuando ella estaba cerca, algo raro, considerando que ella me empezaba a gustar, simplemente no supe cómo tratarla.

Y cuando dijo que iba a olvidarme, le creí, no parecía ser alguien que jugara, y simplemente dejó de venir a mí, de un día para otro, ¿Tan decidida estaba?.

Todos mis compañeros estaban enamorados de ella, era muy alegre y sociable, ¿Quién no iba a amarla?.

Necesitaba hacer algo, cambiar mi estúpida actitud o muy pronto, en verdad iba a perder la oportunidad.

Y de pronto, ella se sentó junto a mí, estaba perdida en sus pensamientos que dudo que me haya visto, y de mi estúpida boca salió un:

—Te estabas tardando.

El patético era yo, si tan solo ella lo supiera.

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