—¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?— Pregunto perpleja. —Cuando llegué aquí Lucas estaba igual que Magnussen y si el lo hubiera sabido en ese momento, todo habría empeorado— Musita mi madre negando con la cabeza. —¿Y por eso preferías que Lucas muriera?— Inquiero estupefacta. —Cariño, yo vi con mis propios ojos lo que es capaz de hacer una marioneta de Tenebris. Tú también lo viste. Lucas no era el mismo y cuando pasó lo de Magnussen no sabía que la maldición era rompible— Responde en tono de súplica, como si rogara por mi perdón. —¿Y cómo demonios estás tan segura de que Magnussen no hizo todo lo que hizo por voluntad de Tenebris?— Pregunto analizando cada detalle de su confesión, sumado a los daños que ocasionó Magnussen. —No tenía forma de saberlo hija. ¿Crees que sería capaz de haberlo matado de haber sabido que existía una manera de salvarlo? ¡No lo sabía!— Farfulla mi madre alterada. —¿Cómo esperas que te crea ahora que puedo ver todo el panorama? ¿Cómo sé que
Dando traspiés me arrodillo frente al inodoro y con la primera arcada que me genera un fuerte dolor abdominal, expulso lo poco que tenía en el estómago, lo cual es un líquido viscoso y amargo de color verde amarillento, casi fluorescente. —¡Maldición! ¡Qué asco! — Balbuceo mientras doy otra arcada que me genera más dolor que la anterior y vuelvo a vomitar esa asquerosa sustancia verdosa. —¿Cariño estás bien? —Pregunta Casius, quien entra corriendo ya vestido y peinado, como si fuéramos a una ceremonia de boda. —Sí… solo me sentí un poco mareada— Respondo mientras me pongo de pie con su ayuda. —Escuché tus latidos desde mi habitación, ¿Segura de que estás bien? ¿Quieres comer algo? —Farfulla preocupado. —Sí. Sí, estoy bien, no te preocupes… Solo me mareé— Respondo para tranquilizarlo mientras intento no verlo a los ojos. Quizá el estar recién despierto no le permitió notar el color de mis ojos y no quiero preocuparlo más —Ve a terminar de arreglarte, mientras yo me visto.
Me encuentro de pie frente a las puertas del gran salón principal esperando a ser coronada. Resultó difícil de creer que hace unos meses era una chica pobre trabajando junto a mi madre en el castillo de Regium para el rey que resultó ser mi padre y hoy estoy a pocos minutos de ser coronada como la reina del reino que por tanto tiempo creí que era enemigo del mío.Me siento muy cansada luego de haber entrenado todo el día anterior con el aquelarre Walk y también porque pasé la noche en vela, pensando en todo el caos que se avecina hacia mí sin impedimento y sin ser la culpable de haberlo iniciado. Pero a pesar de estar cansada al punto de desmayarme, no tengo sueño en lo absoluto, estoy más despierta que nunca.Entonces, cuando fue el momento, sonaron las trompetas y las puertas ante mí se abrieron, revelando el sendero rodeado de gente de la corte, periodistas, parlamentarios, la nobleza y por supuesto los invitados reales de otros reinos que no solo vinieron a la coronación, sino que
ColapsoPasó una semana desde que comencé mi entrenamiento con Logan y las hermanas Walk. Honestamente no pensé que soportaría tanto, he aprendido demasiadas cosas acerca de mis poderes y eso me ha dado mucha más seguridad. Cada combate ganado es una bendición y cada derrota es una enseñanza. Cada hechizo que aprendo me da vigor y cada poción que preparo es una oportunidad de salvar una vida o de quitar una… Lo único que aún no he logrado es arreglar las cosas con Casius.Sé que tiene sus razones para desconfiar de Logan, razones que desconozco aún, pero, si tenerlo como aliado me ayudará a vencer a Tenebris, es un riesgo que debo correr. Después de todo, si desconfiara de las personas con un pasado oscuro, solo porque cometieron errores en su pasado, quizá no me habría casado con él.De la nada siento un fuerte golpe en mi mejilla que me derriba y me regresa a la realidad.—¡Te he dicho cientos de veces que debes concentrarte! —Bramó Logan acercándose hasta donde estoy tirada.—Lo sie
Al caer la media noche acompañada de una feroz tormenta, los gritos, aullidos y destrozos llenan la atmósfera de todo el pueblo. Mamá y yo nos encontramos en la torre sur del castillo. En medio de la desesperación corrimos escaleras abajo con la esperanza de ocultarnos antes de que fuera demasiado tarde. Justo al llegar a la cocina, esta se encontraba totalmente vacía, a este punto todos esos gruñidos y gritos desgarradores en señal de muerte y desesperación ya se oían dentro del palacio. —Siria, quédate aquí— Ordena mamá abriéndome la puerta de la alacena. —¡Mamá, no! ¡No te vayas! — Le suplico, gritando en susurros húmedos, apenas audibles. —Todo estará bien, solo voy a distraerlos para que no te encuentren— Asegura abrazándome con fuerza —Y siempre recuerda que no debes usar tus poderes en público, no dejes que nadie se entere de quién eres y no uses tus habilidades para el mal. Te amo pequeña— musita, dejando un casto beso sobre mi frente para luego cerrar la puerta. —Yo tambi
La bestia me lleva por un pasillo hasta un enorme salón iluminado y con decoraciones perfectamente exquisitas. Para ser un imbécil sociopata, tiene muy buen gusto. En ese momento toda la ira que me hacía bruñir los dientes, solo desapareció al quedarme embelesada con todo lo que sucedía a mi alrededor, prácticamente estaba pedida en cada detalle de la habitación, al tiempo que la bestia le dictaba órdenes a sus sirvientes. —Morgana, lleva a nuestra invitada de honor a su habitación y dale de comer, se ve algo hambrienta y cansada— Le ordena el alfa a una empleada que apareció al pie de la gran escalera de mármol. —Si mi señor— Responde haciéndole una leve reverencia. —Ve con ella, come y duérmete, mañana será un largo día— Exige la bestia para luego retirarse sin esperar alguna respuesta de mi parte. —Acompáñeme, señorita Walk— Dice la empleada señalando las escaleras para que la siga. Por un momento una punzada eléctrica me recorre la columna y siento impulsos de correr para inte
—Bueno, déjame sola. Necesito llorar sin que me veas— Exijo sentándome en la cama. —No te dejaré sola, te vas a duchar y luego desayunaras conmigo— Ordena tomándome del brazo y llevándome hasta el baño de la habitación. —¿Y luego qué? ¿Me darás de nalgadas si no acomodo mi cuarto y me como todos mis vegetales? — Le reprocho con sorna. —Y pensar que cuando mantienes la boca cerrada pareces más madura— Comenta al soltarme el brazo dentro del enorme baño —Ahora, si no te duchas, tendré que ser yo quien te ayude a hacerlo— Añade con un atisbo de deseo en su voz. —No gracias, sé muy bien como asearme yo sola— Respondo revoleando los ojos para luego cerrarle la puerta del baño en la cara. —¡Apresúrate, muero de hambre! — Exclama desde fuera. Uuuuuffff… juro que en cuanto le ponga las manos encima voy a castrarlo y alimentaré a los cuervos con sus miserias. (***) Luego de ducharme salgo del baño con una toalla enrollada por encima de mi torso y otra envolviendo mi cabello, atr
Morgana me enseñó gran parte del castillo y la verdad es que fuera de la presencia de la bestia, todo el castillo es muy hermoso y acogedor, incluso me hizo imaginar por un momento el vivir aquí. Al caer la tarde, el sol comenzó a ponerse en el horizonte apenas visible entre los árboles, finalmente siento algo de paz al estar aquí parada en el jardín trasero observando las flores de diversos colores y especies, disfrutando de su aroma que se esparce por el lugar con la ayuda de la brisa nocturna que empieza a desatarse. Me inclino para olfatear unos tulipanes enormes que tengo en frente y su dulce aroma me hace sonreír de placer, pero hay algo distinto en estos tulipanes, he tenido tulipanes cerca antes y sin duda alguna su olor es distinto. Al apartarme de los tulipanes sigo sintiendo ese aroma tan particular que me resulta conocido; cerca de donde estoy parada veo un rosal así que me dedico a oler las rosas carmesí y tampoco son ellas las que despiden ese aroma, parece venir del