—Narra Lucas—

Han pasado un par de horas desde que dejé a Siria y Morgana atrás, estoy tan furioso que me arde los ojos de llorar por la impotencia que me carcome. Siempre supe que mi padre era una mierda disfrazada de santo, pero jamás pensé que el había sido capaz de serle infiel a mi madre estando casados. Y lo que más me enfurece es que Siria sea mi hermana, la única mujer en este mundo que a la que amo con todo mi ser y me conoce como nadie nunca lo hará. Siempre me imaginé casándome con ella, pero ahora sería algo atroz si llegara a besarla.

Alzo mi vista y noto que he llegado a un claro dentro del bosque, no hay más que árboles, hierba y rocas a mi alrededor. Agudizo mi oído y no percibo nada en kilómetros, en efecto estoy totalmente solo. Justo ahora la luna llena está en el punto más alto del cielo, justo sobre mi, dándome de su poder y energía.

Fatigado por mis emociones, me dejó caer de espaldas al suelo e inhaló profundamente mientras trato de poner mi mente en blanco para