—¡Aaaaaaaah!— Gritó desesperada incorporandome. —¡Siria! ¡Cálmate, aquí estoy!— Informa Casius quien aparece por la puerta de la habitación. —¡Los mató, a todos los mató!— Sollozo desconsolada. —¡Cariño cálmate! Solo tuviste una pesadilla— Declara la bestia mientras me abraza con fuerza. Me duele la cabeza y siento náuseas, mi corazón va a toda prisa y siento que me falta el aire. Dios, no se que rayos ocurre conmigo, eso se sintió muy real. —¿Dónde estoy?— Indago a media voz. —Estas en mi habitación— Responde el pelinegro terminando nuestro abrazo y sentándose frente a mi. —¿Dónde está mi madre? —Justo ahora está en las mazmorras con Morgana, fueron a ver a Lucas— Informa Casius encogiéndose de hombros. —¿El está encerrado?—Inquiero preocupada. —Si, luego de lo que te hizo y que atacó a tu madre, tomé la decisión de encerrarlo. Sigue comportándose extraño e irracional— Musita. —Esta bien… no lo saques de allí bajo ninguna circunstancia— Ordeno frotándome el rostro con brusq
—Narra Siria— Después de cenar, Casius y yo le dimos la noticia a Morgana y mi madre, dejándolas a cargo de todo por unos días, incluyendo los cuidados de Lucas, los cuales Morgana asumió sin pensarlo dos veces. Luego Casius y yo empacamos nuestras maletas y nos acostamos a dormir en su habitación —¿Estás segura de traerlo con nosotros?— Pregunta Casius con cara de pocos amigos. —Por supuesto que si, no puedo dejar a Snowball aquí solo, el necesita de mi. Además, se supone que tú querías ser como su padre ¿No? Así que ahora te aguantas y cuidas de él— Farfullo para luego apagar la luz y acurrucarme sobre su pecho. (***) El Sol se filtra a través de las persianas, iluminando suavemente la habitación de Casius, finalmente hemos pasado nuestra primera noche como marido y mujer desde que nos casamos. Yo desperté con una sonrisa plasmada en mi rostro, recordando la hermosa escena romántica que habíamos tenido el día anterior, con la cuál soñé toda la noche. Aunque nuestro matrimonio ha
Tras la partida de Casius y Siria, me queda a mi la responsabilidad de atender mis tareas diarias, si no también, de cuidar de Lucas, quien se encuentra encerrado en una fría y húmeda mazmorra desde el día del ataque. Casius no ha querido entrar en razón, no se da cuenta o simplemente no le da la gana de darse cuenta que algo anda mal en él, esto no es normal, estoy segura que Lucas esta enfermo o algo le esta pasando. Entiendo que es peligroso, entiendo que ha lastimado a su esposa y suegra, y sepa dios que mas ha hecho antes de regresar aquí, pero no podemos cegarnos a la idea que en verdad lo que necesita es de nuestra ayuda y no de encerrarlo como si se tratara de un animal rabioso. Bajo las escaleras que llevan a las mazmorras y me dirijo hasta el lugar de su encierro. El alma se me quiebra tan solo de verlo en tan deplorable situación, sus ropas desgarradas y sucias, algunas heridas aun no han logrado sanar del todo a pesar de tratarse de un hombre lobo fuerte y en plena juvent
—Narra Siria— —No quiero dudar de tu criterio, pero estábamos diez mil pies de altura, ¿Cómo se supone que alguien saboteara el helicóptero si estábamos tan alto?— Inquiero dudosa. —Quizás alguien colocó una bomba, pero es imposible averiguarlo con el helicóptero destruido—Responde la bestia igual de confundido que yo. —Puede que solo haya sido una falla y estamos exagerando la situación debido a todo lo que hemos pasado— Digo acariciando su cabello para intentar calmarlo —¿Por qué mejor no descansamos un poco? —Mejor descansa tú, yo iré a la ciudad por unos nuevos teléfonos y algo de ropa. No tenemos nada que usar y necesito llamar a mis hombres para averiguar que pasó con mi helicóptero, tengo que llegar al fondo de esto— Espeta la bestia con sus ojos rojos iluminados. —¿Por qué te empeñas tanto en averiguar quién lo hizo? Simplemente fue un accidente— Farfullo exasperada. —Porque tu eres mi esposa y debo protegerte— Declara tan enojado que no me sorprendería si comenzara a sal
Sorprendida por su pregunta, no hago más que relamer mis labios y bajar la mirada con timidez. Demonios… no se que hacer o decir. Yo sabía perfectamente que siento cosas por Casius, pero ninguno de mis sentimientos había sido tan profundo como este deseo que se ha apoderado de mi.—Oye… mírame— Exige Casius parado frente a mi.Levanto la cara con los ojos cerrados, mientras intento no delatar mas mi ferviente atracción hacia él.—Solo estoy jugando, no tienes que hacer nada para lo que no te sientas lista si no quieres— Musita sujetando mi cintura.—Si quiero, quiero hacerlo— Respondo mordiéndome el labio inferior —Pero nunca lo he hecho antes— Confieso ruborizada.—Te entiendo y quiero decirte que me siento igual que tú. Aclaro que no es mi primera vez haciéndolo, pero si es la primera vez que lo hago con alguien a quien amo— Declara sonriendo tiernamente.¡Oh mi Dios! Gritó en mi interior. No tengo palabras para responderle y simplemente me limita a asentir, Casius acerca despacio. T
Luego de ducharnos juntos, entre caricias, besos húmedos y abrazos interminables, Casius me lleva en brazos a la habitación. Ambos mojados, me tumba en la cama y luego se acomoda a mi lado, apoyando su cabeza en su mano. Sin previo aviso, pasa su mano por mi vientre hasta llegar a la entrada de mi sexo. Introduce su dedo medio en mi centro, y yo chillo mientras comienza a sacarlo y meterlo en un lento, pero constante vaivén. Casius continua sin detenerse, con cada intrusión en mi femineidad roza mi clítoris con la palma de su mano, haciéndome gemir aún más fuerte. Sigue introduciendo su dedo en mi, cada vez más fuerte.De repente se sienta, para luego hurgar en su mesita de noche y frunce el ceño al no encontrar lo que sea que estuviera buscando.—¡Maldición, no compré condones! Tenía la seguridad de que aquí había una caja— —No me importa, soy tu esposa. Hazlo así— Exijo hambrienta de placer.Casius se posiciona sobre mi, apoyando sus manos a ambos lados de mi cabeza, quedando suspen
¿Conocen el término ‘regresión a la media? Se trata sobre el equilibrio de la vida, nunca se está demasiado bien, ni demasiado mal, es como una balanza, siempre terminas volviendo al inicio. El centro de todo… Justo ahora es lo que estoy experimentando y todo ha sido en el mismo día. En primer lugar, casi morimos Casius, Snowball y yo en el helicóptero y luego vivo uno de los momentos más hermosos de mi vida, pero… a pesar de que existe ‘La regresión a la media’ aún mi balanza parece estar como un maldito sube y baja, acabando totalmente con mi estabilidad emocional y mental.—¿Qué descubriste?— Inquiero ansiosa mientras me siento en los escalones de la entrada iluminada con antorchas.—Te pido que no te enojes por lo que hice. Luego de que se fueran, pasé a ver a Lucas y sé me rompió el corazón al ver el estado en el que se encuentra. Literalmente parece un muerto ambulante, aún no entiendo cómo tu siendo su mejor amiga puedas verlo de esta forma y no hacer nada porque se mejore. Así
—Eso lo tengo bastante claro hasta ahora, pero la pregunta que no me deja tener paz mental es ¿Cómo voy a destruirlo si no se controlar mis poderes?— Farfullo exasperada.—El poder de una bruja, al igual que el de los hombres lobo, es impulsado por sus emociones. Esa energía que corre por tus venas, es única e inigualable. Dotada de luz y oscuridad, de sombras y matices de color que son tan diversos que no se les puede reconocer a todos. Pero no te servirá de nada, el tener tanto poder en tu interior si tú corazón está enfermo— Declara la señora Nakamura a media voz.—No le estoy entendiendo muy bien, ¿Dijo corazón enfermo?— pregunto ceñuda.—Si, con esto me refiero a que tú corazón está lleno de rencor, tristeza, dolor acumulado, ansiedad, impotencia. Todas esas emociones negativas enferman a tu corazón y ensucian tu aura. Es por eso que cuando usas tus poderes, se te hace casi imposible controlarlos— Explica la señora Nakamura.—¿Conoces la historia de los Kitsuné?— Pregunta Takahir