Sorprendida por su pregunta, no hago más que relamer mis labios y bajar la mirada con timidez. Demonios… no se que hacer o decir. Yo sabía perfectamente que siento cosas por Casius, pero ninguno de mis sentimientos había sido tan profundo como este deseo que se ha apoderado de mi.—Oye… mírame— Exige Casius parado frente a mi.Levanto la cara con los ojos cerrados, mientras intento no delatar mas mi ferviente atracción hacia él.—Solo estoy jugando, no tienes que hacer nada para lo que no te sientas lista si no quieres— Musita sujetando mi cintura.—Si quiero, quiero hacerlo— Respondo mordiéndome el labio inferior —Pero nunca lo he hecho antes— Confieso ruborizada.—Te entiendo y quiero decirte que me siento igual que tú. Aclaro que no es mi primera vez haciéndolo, pero si es la primera vez que lo hago con alguien a quien amo— Declara sonriendo tiernamente.¡Oh mi Dios! Gritó en mi interior. No tengo palabras para responderle y simplemente me limita a asentir, Casius acerca despacio. T
Luego de ducharnos juntos, entre caricias, besos húmedos y abrazos interminables, Casius me lleva en brazos a la habitación. Ambos mojados, me tumba en la cama y luego se acomoda a mi lado, apoyando su cabeza en su mano. Sin previo aviso, pasa su mano por mi vientre hasta llegar a la entrada de mi sexo. Introduce su dedo medio en mi centro, y yo chillo mientras comienza a sacarlo y meterlo en un lento, pero constante vaivén. Casius continua sin detenerse, con cada intrusión en mi femineidad roza mi clítoris con la palma de su mano, haciéndome gemir aún más fuerte. Sigue introduciendo su dedo en mi, cada vez más fuerte.De repente se sienta, para luego hurgar en su mesita de noche y frunce el ceño al no encontrar lo que sea que estuviera buscando.—¡Maldición, no compré condones! Tenía la seguridad de que aquí había una caja— —No me importa, soy tu esposa. Hazlo así— Exijo hambrienta de placer.Casius se posiciona sobre mi, apoyando sus manos a ambos lados de mi cabeza, quedando suspen
¿Conocen el término ‘regresión a la media? Se trata sobre el equilibrio de la vida, nunca se está demasiado bien, ni demasiado mal, es como una balanza, siempre terminas volviendo al inicio. El centro de todo… Justo ahora es lo que estoy experimentando y todo ha sido en el mismo día. En primer lugar, casi morimos Casius, Snowball y yo en el helicóptero y luego vivo uno de los momentos más hermosos de mi vida, pero… a pesar de que existe ‘La regresión a la media’ aún mi balanza parece estar como un maldito sube y baja, acabando totalmente con mi estabilidad emocional y mental.—¿Qué descubriste?— Inquiero ansiosa mientras me siento en los escalones de la entrada iluminada con antorchas.—Te pido que no te enojes por lo que hice. Luego de que se fueran, pasé a ver a Lucas y sé me rompió el corazón al ver el estado en el que se encuentra. Literalmente parece un muerto ambulante, aún no entiendo cómo tu siendo su mejor amiga puedas verlo de esta forma y no hacer nada porque se mejore. Así
—Eso lo tengo bastante claro hasta ahora, pero la pregunta que no me deja tener paz mental es ¿Cómo voy a destruirlo si no se controlar mis poderes?— Farfullo exasperada.—El poder de una bruja, al igual que el de los hombres lobo, es impulsado por sus emociones. Esa energía que corre por tus venas, es única e inigualable. Dotada de luz y oscuridad, de sombras y matices de color que son tan diversos que no se les puede reconocer a todos. Pero no te servirá de nada, el tener tanto poder en tu interior si tú corazón está enfermo— Declara la señora Nakamura a media voz.—No le estoy entendiendo muy bien, ¿Dijo corazón enfermo?— pregunto ceñuda.—Si, con esto me refiero a que tú corazón está lleno de rencor, tristeza, dolor acumulado, ansiedad, impotencia. Todas esas emociones negativas enferman a tu corazón y ensucian tu aura. Es por eso que cuando usas tus poderes, se te hace casi imposible controlarlos— Explica la señora Nakamura.—¿Conoces la historia de los Kitsuné?— Pregunta Takahir
—Narra Siria—Camino de un lado al otro, sumida en mis pensamientos. Las palabras del señor Takahiro y su esposa resuenan en mi mente, recordándome una y otra vez la verdad que había evitado durante tanto tiempo. Siento que voy a llorar en cualquier momento. Los recuerdos de mi infancia se arremolinan en mi cabeza, tengo que salir, necesito salir de aquí. Finalmente, me detuve y suspiré profundamente.—Takahiro, señora Nakamura… Les agradezco mucho por la cena y su atención tan especial conmigo, pero me temo que ya debo irme. Tengo mucho en que pensar y necesito estar a solas— Musito con la mirada perdida en algún punto muerto de la habitación.En ese momento, Casius se levanta, se acerca a mi y escanea mi semblante apagado, me envuelve en sus brazos y me aprieta con fuerza, generándome la seguridad suficiente para dejar salir mis primeras lágrimas —Sé como te sientes preciosa, pero no estás sola en esto, ya no más, yo nunca te dejare sola— Susurra el pelinegro en mi oído.—Casius, s
Despierto temprano en la mañana después de mi primera noche de luna de miel llena de pasión y romance extremo con la insaciable bestia ninfómana, Casius. Aún con los recuerdos frescos en mi mente y un rubor en mis mejillas, decido sorprenderlo preparándole un delicioso desayuno. Mientras cocino, me coloco los audífonos con mi música favorita, la melodía invade mis tímpanos con sus instrumentos, no puede contener mi alegría. Totalmente aislada del mundo, me dejó llevar por el ritmo del pop y comienzo a bailar al son del tema musical, dejando que mi cuerpo se mueva libremente.—¡But here’s my number, so call me, maybe!— Canturreo a todo pulmón mientras sacudo la cabeza. Me doy la vuelta dando un enérgico giro y me encuentro con un Casius burlón sentado en el último escalón de las escaleras.—Buenos días, amor. ¿Qué es todo este alboroto?— Musita con en tono burlesco.—¡Casius! No sabía que estabas aquí. Estaba preparándote un desayuno especial— Aclaro avergonzada mientras me quito los a
—Una semana después——Narra Siria—Después de que Lucas quedara inconsciente, fue llevado a la enfermería del castillo y puesto en observación por el doctor Deaton. Hasta ahora se ha recuperado casi por completo, aunque sigue inconsciente. Según el análisis del doctor, Lucas no despertará hasta estar completamente sano.Por otra parte. Morgana se ha dedicado a estudiar la roca que expulso Lucas de su cuerpo junto al doctor Deaton, y descubrieron que se trata de una roca de obsidiana, exactamente igual a la que estaba en el claro del bosque en mi sueño, cuando percibí el aroma de Lucas, antes de que Tenebris apareciera en mi cabeza.Según el diagnóstico, parece ser una roca normal, pero cada vez que alguien la toca con las manos sin ningún tipo de protección, la persona se vuelve agresiva e irracional. Como si de alguna forma, la roca tuviera la maldición que le lanzaron a Lucas. Así que tomamos la decisión de destruirla, para que nadie más salga lastimado.Justo ahora me encuentro co
—¿Qué haces aquí?— Pregunto sacando mis garras instintivamente.—Tranquila, no vengo a hacerte daño. Ya te lo he dicho antes, no me gusta ensuciarme las manos y me parece que esas garras no quedan bien con tu look— Espeta Tenebris con sorna.—¿Qué quieres?— Inquiero recelosa.—De ti no quiero nada, no te creas tan importante. Solo pasaba a recordarte contra quién estás peleando. Admito que fue una hazaña muy atrevida la que lograste al romper la maldición que con tanta dedicación le puse al principito. Pero no molesta que quieras quitarme mis marionetas, ¿Por qué no te buscas tus propios juguetes? ¿Acaso no es suficiente para ti tener a un rey rendido a tus pies?— Dice mientras me rodea observándome de pies a cabeza con un aire despectivo.—Me importa un carajo lo que quieras. No puedes ir por ahí maldiciendo y controlando a personas inocentes para que hagan lo que quieres, porque no eres lo bastante hombre como para ocuparte de tus asuntos tu mismo— Espeto encarandolo.—Puedo hacer l