—Narra Siria—Camino de un lado al otro, sumida en mis pensamientos. Las palabras del señor Takahiro y su esposa resuenan en mi mente, recordándome una y otra vez la verdad que había evitado durante tanto tiempo. Siento que voy a llorar en cualquier momento. Los recuerdos de mi infancia se arremolinan en mi cabeza, tengo que salir, necesito salir de aquí. Finalmente, me detuve y suspiré profundamente.—Takahiro, señora Nakamura… Les agradezco mucho por la cena y su atención tan especial conmigo, pero me temo que ya debo irme. Tengo mucho en que pensar y necesito estar a solas— Musito con la mirada perdida en algún punto muerto de la habitación.En ese momento, Casius se levanta, se acerca a mi y escanea mi semblante apagado, me envuelve en sus brazos y me aprieta con fuerza, generándome la seguridad suficiente para dejar salir mis primeras lágrimas —Sé como te sientes preciosa, pero no estás sola en esto, ya no más, yo nunca te dejare sola— Susurra el pelinegro en mi oído.—Casius, s
Despierto temprano en la mañana después de mi primera noche de luna de miel llena de pasión y romance extremo con la insaciable bestia ninfómana, Casius. Aún con los recuerdos frescos en mi mente y un rubor en mis mejillas, decido sorprenderlo preparándole un delicioso desayuno. Mientras cocino, me coloco los audífonos con mi música favorita, la melodía invade mis tímpanos con sus instrumentos, no puede contener mi alegría. Totalmente aislada del mundo, me dejó llevar por el ritmo del pop y comienzo a bailar al son del tema musical, dejando que mi cuerpo se mueva libremente.—¡But here’s my number, so call me, maybe!— Canturreo a todo pulmón mientras sacudo la cabeza. Me doy la vuelta dando un enérgico giro y me encuentro con un Casius burlón sentado en el último escalón de las escaleras.—Buenos días, amor. ¿Qué es todo este alboroto?— Musita con en tono burlesco.—¡Casius! No sabía que estabas aquí. Estaba preparándote un desayuno especial— Aclaro avergonzada mientras me quito los a
—Una semana después——Narra Siria—Después de que Lucas quedara inconsciente, fue llevado a la enfermería del castillo y puesto en observación por el doctor Deaton. Hasta ahora se ha recuperado casi por completo, aunque sigue inconsciente. Según el análisis del doctor, Lucas no despertará hasta estar completamente sano.Por otra parte. Morgana se ha dedicado a estudiar la roca que expulso Lucas de su cuerpo junto al doctor Deaton, y descubrieron que se trata de una roca de obsidiana, exactamente igual a la que estaba en el claro del bosque en mi sueño, cuando percibí el aroma de Lucas, antes de que Tenebris apareciera en mi cabeza.Según el diagnóstico, parece ser una roca normal, pero cada vez que alguien la toca con las manos sin ningún tipo de protección, la persona se vuelve agresiva e irracional. Como si de alguna forma, la roca tuviera la maldición que le lanzaron a Lucas. Así que tomamos la decisión de destruirla, para que nadie más salga lastimado.Justo ahora me encuentro co
—¿Qué haces aquí?— Pregunto sacando mis garras instintivamente.—Tranquila, no vengo a hacerte daño. Ya te lo he dicho antes, no me gusta ensuciarme las manos y me parece que esas garras no quedan bien con tu look— Espeta Tenebris con sorna.—¿Qué quieres?— Inquiero recelosa.—De ti no quiero nada, no te creas tan importante. Solo pasaba a recordarte contra quién estás peleando. Admito que fue una hazaña muy atrevida la que lograste al romper la maldición que con tanta dedicación le puse al principito. Pero no molesta que quieras quitarme mis marionetas, ¿Por qué no te buscas tus propios juguetes? ¿Acaso no es suficiente para ti tener a un rey rendido a tus pies?— Dice mientras me rodea observándome de pies a cabeza con un aire despectivo.—Me importa un carajo lo que quieras. No puedes ir por ahí maldiciendo y controlando a personas inocentes para que hagan lo que quieres, porque no eres lo bastante hombre como para ocuparte de tus asuntos tu mismo— Espeto encarandolo.—Puedo hacer l
Encerrada en el santuario, comienzo a hurgar entre las antigüedades que con tanta dedicación Morgana ha recolectado. Han pasado al menos media hora desde que me fui del restaurante, tengo cientos de llamadas perdidas de Casius en mi celular, así que lo apago sin ningún tipo de remordimiento y vuelvo a guardarlo en mi bolso. De seguro está enloqueciendo por no saber dónde estoy.Quizá en un rato salga de aquí o quizá no, no lo sé. Todo depende de como me sienta, aún estoy furiosa con el. Entre tanto aburrimiento, paso al librero y comienzo a buscar entre los libros para ver si encuentro uno que llame mi atención.Así anduve por un rato, hasta que por fin algo me quito el embelesamiento. Saco el enorme libro y descubro que es un álbum con fotografías de la familia real. Supongo que el álbum no es tan viejo, ya que a medida que pasó las páginas, veo más y más fotografías de Casius con sus padres y otros familiares, incluso hay fotografías en las que Casius ya rondaba los veinte años.Con
Después de la ‘no tan sutil’ petición de Casius para dormir juntos, simplemente no pude negarme gracias a la persuasión de sus labios y la dominancia de su voz ronca. Pasamos la noche en su habitación, el se quedó dormido conmigo entre sus brazos, poco después de darme las buenas noches, pero yo permanecí despierta por un rato más.Las dudas, las preguntas penetrantes y los miedos a las consecuencias de mis futuros actos, me robaron el sueño hasta las tres de la madrugada. Simplemente estoy sumergida en un mar tormentoso de disyuntivas, sin un bote o un salvavidas que me ayude a salir. Creo firmemente que perdonar a Magnussen será muy productivo para mí, pero… ¿Qué hay de los demás? Hay muchas personas afectadas por mi mera existencia, personas que han estado conmigo desde que tengo memoria y otras que han llegado con los años, que son igual de importantes. No puedo solo perdonar a Magnussen, sabiendo que las personas que quiero, sienten algún tipo de rencor hacia mi por solo conocerm
—Siria, creo que estas exagerando al sospechar de todos. Eso incluye a tu madre, Casius, Morgana e incluso a mi. Creo que no vale la pena que pierdas tu tiempo buscando su cadáver— Declara el rubio en tono de reprimenda. —¿Cómo estás tan seguro de su muerte?— Pregunto con un atisbo de esperanza en mi voz. Lucas permanece en silencio, puede ver en sus ojos como revive cada momento en su mente. —Yo lo vi con mis propios ojos antes de que me secuestraran, quien lo mato, en serio lo quería muerto. Aún tengo pesadillas cada noche en las que lo veo degollado en el piso de su despacho— Confiesa el rubio con los ojos llenos de lágrimas. —¿Y la reina Araya? ¿Qué sucedió con ella?— Inquiero. —No lo sé… jamás la vi, no sé si está con vida o no— Musita con la voz entrecortada por sus ligeros sollozos. —No sabes cuanto lo siento— Bisbiso abrazándolo con fuerza. —No pude despedirme de ellos…— Chilla desconsolado. —Lo siento mucho Lucas— Sollozo. Ambos permanecimos abrazados mientra
—Narra Casius—Siria aún está inconsciente, la hemos traído al consultorio del castillo y Deaton le ha puesto un suero para rehidratarla, luego de tanto vomitar, se debilitó un poco. Deaton hace todo para estabilizarla con la ayuda de la señora Amara, quien también solía ser la médico bruja de Regium.Morgana, Lucas y yo permanecemos fuera del consultorio, todos estamos a la expectativa de como resultarán sus análisis. Morgana está sentada en el suelo pensativa, mientras Lucas y yo estamos a cada lado de la puerta, como si resguardáramos la bóveda de un banco. Me siento demasiado preocupado y ansioso. Estoy tan ensimismado que no presto atención a las amenazantes miradas de Lucas. Desde que Deaton aseguro que Siria estaba embarazada, a pesar de no haberle hecho ningún tipo de pruebas, el muy imbécil ha estado tenso y mal encarado. Estoy seguro que si no estuviera sumamente preocupado, ya le habría dado una buena paliza para que aprenda que esa hostilidad hacia mi, ya me tiene harto.P