Después de la ‘no tan sutil’ petición de Casius para dormir juntos, simplemente no pude negarme gracias a la persuasión de sus labios y la dominancia de su voz ronca. Pasamos la noche en su habitación, el se quedó dormido conmigo entre sus brazos, poco después de darme las buenas noches, pero yo permanecí despierta por un rato más.Las dudas, las preguntas penetrantes y los miedos a las consecuencias de mis futuros actos, me robaron el sueño hasta las tres de la madrugada. Simplemente estoy sumergida en un mar tormentoso de disyuntivas, sin un bote o un salvavidas que me ayude a salir. Creo firmemente que perdonar a Magnussen será muy productivo para mí, pero… ¿Qué hay de los demás? Hay muchas personas afectadas por mi mera existencia, personas que han estado conmigo desde que tengo memoria y otras que han llegado con los años, que son igual de importantes. No puedo solo perdonar a Magnussen, sabiendo que las personas que quiero, sienten algún tipo de rencor hacia mi por solo conocerm
—Siria, creo que estas exagerando al sospechar de todos. Eso incluye a tu madre, Casius, Morgana e incluso a mi. Creo que no vale la pena que pierdas tu tiempo buscando su cadáver— Declara el rubio en tono de reprimenda. —¿Cómo estás tan seguro de su muerte?— Pregunto con un atisbo de esperanza en mi voz. Lucas permanece en silencio, puede ver en sus ojos como revive cada momento en su mente. —Yo lo vi con mis propios ojos antes de que me secuestraran, quien lo mato, en serio lo quería muerto. Aún tengo pesadillas cada noche en las que lo veo degollado en el piso de su despacho— Confiesa el rubio con los ojos llenos de lágrimas. —¿Y la reina Araya? ¿Qué sucedió con ella?— Inquiero. —No lo sé… jamás la vi, no sé si está con vida o no— Musita con la voz entrecortada por sus ligeros sollozos. —No sabes cuanto lo siento— Bisbiso abrazándolo con fuerza. —No pude despedirme de ellos…— Chilla desconsolado. —Lo siento mucho Lucas— Sollozo. Ambos permanecimos abrazados mientra
—Narra Casius—Siria aún está inconsciente, la hemos traído al consultorio del castillo y Deaton le ha puesto un suero para rehidratarla, luego de tanto vomitar, se debilitó un poco. Deaton hace todo para estabilizarla con la ayuda de la señora Amara, quien también solía ser la médico bruja de Regium.Morgana, Lucas y yo permanecemos fuera del consultorio, todos estamos a la expectativa de como resultarán sus análisis. Morgana está sentada en el suelo pensativa, mientras Lucas y yo estamos a cada lado de la puerta, como si resguardáramos la bóveda de un banco. Me siento demasiado preocupado y ansioso. Estoy tan ensimismado que no presto atención a las amenazantes miradas de Lucas. Desde que Deaton aseguro que Siria estaba embarazada, a pesar de no haberle hecho ningún tipo de pruebas, el muy imbécil ha estado tenso y mal encarado. Estoy seguro que si no estuviera sumamente preocupado, ya le habría dado una buena paliza para que aprenda que esa hostilidad hacia mi, ya me tiene harto.P
—Narra Lucas—Sabía que esto sucedería, ese desgraciado no podía ser tan perfecto. No sé en qué momento Siria se volvió tan tonta al confiar en la gente. ¿Cómo Casius se atreve a irse sin pensar en como se siente Siria? ¿Cómo puede dejarla en un momento así? Se supone que es su maldito esposo y por su culpa es que está embarazada. No puede simplemente pretender que se acostaría con ella sin usar un puto condón y no habrían consecuencias.Morgana y yo vamos en uno de los autos de Casius con rumbo a la ciudad, estoy tan enojado que el volante cruje bajo mis manos por la fuerza impulsiva que implemento al conducir.—Lucas, por favor ten cuidado. Si rompes el volante, perderás el control del auto y moriremos— Me reprende Morgana.—Relájate, eso no pasará— Farfullo sin quitar la vista del camino.—Lucas, se que estás furioso con el, pero te pido que conserves la calma. Solo debemos buscarlo y llevarlo de vuelta al castillo. Te pido que actúes como una persona civilizada y no actúes por tus
—Narra Lucas—Subo las escaleras hasta el segundo piso y llegó a una especie de balcón interno bastante amplio en el que hay mesas y personas compartiendo tragos. A mí derecha veo una puerta negra con unas letras de metal plateado que anuncian “VIP” la abro y lo primero que veo es otra recepción. Demonios… ¿Porque está gente es tan exagerada con estas cosas?—Bienvenido señor, ¿En que lo puedo ayudar?— Dice la joven recepcionista al verme entrar.—Solo estoy buscando a alguien— Respondo dispuesto a seguir mi camino, pero me detiene.—Señor, si no tiene un pase VIP, me temo que no lo puedo dejar entrar— Informa interponiéndose en mi camino.—No sabes cuánto me molesta que en este bar de quinta no sepan quién soy— Respondo fastidiado —Solo estoy buscando a Casius Blind, soy el príncipe Lucas Hale de Regium— Aclaro alzando mis manos en son de paz.—Lo siento mucho su alteza real, pero si no tiene un pase VIP, no lo puedo dejar entrar. Son políticas de la empresa— Responde con una sonrisa
—Narra Siria—Estoy sentada en la camilla del consultorio, aún intento asimilar el hecho de que tengo a un bebé creciendo dentro de mi, lo cual jamás imaginé que pasaría. Sé que es algo normal, pero sencillamente nunca me hice a la idea de ser madre, aunque ahora en lo único que pienso es en proteger a este bebé.—Siria, ¿Cómo te sientes?— Pregunta Deaton mientras revisa la bolsa de suero que ya he consumido casi por completo.—Estoy bien, me siento mucho mejor— Respondo.—Ahora debemos hacerte una ecografía para ver qué todo esté bien con el bebé— Informa Mamá en tono serio.—Está bien, pero lo haremos cuando Casius regrese. Necesito que el esté presente— Digo mientras observo atentamente con Deaton retira la aguja de mi brazo.Luego de que Deaton retira la aguja, intento levantarme con la ayuda de mi padre y me mareo un poco al hacerlo pero no digo nada para no alarmarlos y justo en ese momento escucho a lo lejos un fuerte rugido que me alerta y mis ojos se encienden.—Lucas está en
—Narra Siria——¿Cómo que gemelos?— Espeto confundida.—Si, son gemelos. Cada uno mide un centímetro apenas. Pero no tienes porque alarmarte, es común que las mujeres lobo tengan gemelos o trillizos— Responde sin apartar la vista de la pantalla.—Dios…—Musito dirigiendo la vista hacia Casius.No puedo evitar sonreír al ver su cara de terror. No dice nada, no siquiera se mueve. Creo que sí le aterraba la idea de tener un bebé, el enterarse que son gemelos le cayo como un balde de agua fría.—¿Casius, estás bien?— Inquiero intentando no reírme de su expresión.—ujum— Gime aún perdido en el espacio.—No se preocupen por nada. Se que todo estará bien— Dice Deaton intentando cortar la tensión de la habitación.Deaton termina de hacer la ecografía mientras que yo sigo observando a Casius con atención. En definitiva, está noticia ha sido demasiado para el. No es como que yo no esté sorprendida y asustada, pero siento como Casius en estos momentos está colisionando en su interior.—Esto será t
—Narra Casius— Siria con sus labios húmedos empieza a recorrer el contorno de mi boca, complementando cada beso con una delicada lamida. Es tan cautelosa que hace que se me erice la piel. Mientras me besa, lleva su mano derecha hasta mi pecho y con sus dedos comienzan a recorrer mis pectorales desnudos y luego desciende peligrosamente hasta mi abdomen, y es cuando se desvía del camino que lleva a mi miembro y en lugar de seguir descendiendo, me toma la mano y la coloca sobre sus glúteos a pesar de que aún lleva el pantalón puesto, para que yo empiece a tomar las riendas un poco, Sus glúteos tienen una firmeza apetitosa, complementado con ese dulce aroma a frutos rojos que es característico de ella. Casi puedo sentir como si estuviera en uno de mis viajes a Nobiles, ese dulce aroma es muy similar a las flores en el exterior de nuestra casa alla. —Vaya preciosa, admito que me tienes muy impresionado. Pero temo perder el control y lastimarte— Confieso jadeante. El sonido de nuestras