Los guardias se habían aglomerado alrededor de alguien, y por mas que deseaba confirmarlo con mi vista, mi corazón ya sabia de quien se trataba. Tras unos segundos que parecieron una eternidad, la multitud se abrió paso para dar lugar a la visión más terrible que habría podido haber imaginado. Hincado en el suelo, con los brazos por la espalda sujetado por dos guardias y la cabeza agachada se encuentra Lucas completamente sometido y como si esto fuera poco, además estaba completamente cubierto de sangre… “¡¿Qué demonios estaba pasando?! Sin pensarlo dos veces saque mi cabeza por la ventana y grite con todas mis fuerzas: —¡Déjenlo! ¡les ordeno que lo suelten!— Exclamo desde mi balcón. Y antes de recibir cualquier respuesta me di media vuelta y Sali de mi habitación tan rápido como mis piernas me lo permitieron en dirección al patio de armas, tenia que saber lo que estaba sucediendo, no puedo dejar que lo trataran de esa manera. Bajé las escaleras como si mi vida dependiera de ello,
Casius no espero a que Lucas respondiera, el solo saco sus propias conclusiones y se abalanzó él y comenzó a golpearlo sin espera explicaciones de ningún tipo.—¡Casius basta por favor!— Exijo pero soy rotundamente ignorada por la bestia.Casius siguió dándole puñetazos uno tras otro sin darle chances a Lucas de defenderse, luego lo sujetó de la camisa y lo lanzó al suelo para luego subirse sobre el y seguir golpeándolo salvajemente hasta dejarlo inconsciente.—¡No, ya para por favor Casius!— Gritó desesperada al ver el rostro ensangrentado de Lucas.—¡No permitiré que este maldito imbécil te vuelva a poner las manos encima!—Brama la bestia al ponerse de pie.—Casius, no se que le sucede, pero ese no es Lucas. El nunca se sobrepasaría conmigo, no entiendo que le está sucediendo— Declaro entre sollozos.—¡Me importa una mierda si se está volviendo loco, eso no le da el derecho de querer abusar de ti!—¡Casius, se que estás furioso… pero te pido que por favor te calmes!— Imploro mientra
En menos de una fracción de segundo, la habitación se convirtió en un total caos, antes de poder darme cuenta, las filosas garras de Lucas se habían impactado contra mi cara haciéndome girar sobre mi eje para intentar protegerme, pero fue demasiado tarde, ya había alcanzado a rasgar la fina piel de mi rostro provocando que tres líneas de sangre comenzaran a recorrer mi mejilla inmediatamente. Casi como si el olor a sangre hubiese desatado a la bestia salvaje que vive dentro de Casius, este perdió la cabeza por completo abalanzándose con furia sobre el cuerpo de mi agresor, golpeándolo incesantemente como si eso pudiera borrar de mi cara las heridas transfiriéndolas al rostro de Lucas.Tardé unos segundos en reaccionar, no podía creer que mi mejor amigo, ahora mi hermano, hubiera sido capaz de lastimarme de esta manera, si bien sé que había estado actuando muy extraño últimamente, jamás hubiese creído que fuera capaz de hacerme daño y mucho menos atacarme de esa manera con toda la int
—¡¿Qué?!— Bramo alterada.—Conserva la calma por favor, creo saber lo que está ocurriendo, ¿Por qué no vamos a la cocina, nos tomamos un té y nos sentamos?— Farfulla Solaria levantando ambas manos en son de paz.—¡No quiero ningún té! ¡Necesito respuestas ahora mismo!— Grito desesperada, haciendo relucir mis ojos licántropos.—Siria, te pido que conserves la calma— Exige la castaña —Sé que estás asustada, pero debes darnos la oportunidad de explicarte el porqué de todo esto.(***)Sara, Solaria y yo nos encontramos en su enorme cocina, Solaria está sirviendo el té, mientras Sara sirve galletas en un plato y las coloca en la barra de cuarzo frente a mi. Las tres guardamos silencio, ellas se enfocan en los suyo, mientras sus rostros revelan los tormentos de su mente, y yo no hago nada más que mirar hacia cualquier concentrando mi vista en la decoración, luces o plantas que me rodean con tal de evadir sus miradas penetrantes que se posan en mi cada dos o tres segundos, como si esperasen
—Narra Siria— Año 2030. Luego del té y las galletas, Solaria sugirió que fuéramos a dormir para tener suficiente fuerza al día siguiente, aunque por más que luche contra el insomnio toda la noche, no logré conciliar el sueño ni por un segundo. Cada vez que cerraba mis ojos venían a mi mente los flashes de la discusión con Lucas ayer. Recuerdo la ira en sus ojos, la fuerza incontrolable con la que golpeó a Casius y el odio ferviente que despedía por sus poros, sinceramente lo desconozco, ha perdido totalmente los estribos y no lo culpo. Se que crecer con Magnussen como su padre, fue algo muy duro para el. Su padre siempre le exigía de más, calificaciones, entrenamientos, carácter… cosas por las que un niño no debía preocuparse. Estoy consciente de que muchos niños son obligados a crecer y madurar antes de tiempo por circunstancias que tuvieron que atravesar, pero en el caso de Lucas, el fue empujado hacia la madurez temprana por su propio padre. Con razón lo odia tanto, creo que fue
—Corre— Ordena Sara. Cómo por arte de magia, dirigí mi vista hacia Snow y este de inmediato supo lo que pasaba por mi cabeza y saltó sobre mi, Sara me tomo del ante brazo y con un fuerte tirón me jalo hacia ella llevándome en dirección a las escaleras que conducían al sótano en el que habíamos estado midiendo la potencia de mis poderes en la mañana. No habíamos llegado a las escaleras cuando un grupo de criaturas tenebrosas atravesaron la entrada, giré mi vista para verlos, y la imagen que se presentó frente a mi se parece mucho al lobo que me había seguido en el bosque aquella vez, solo que estos son más feos y monstruoso, con un aspecto tan jodidamente aterrador que estará presente en mis peores pesadillas durante mucho tiempo. Los demonios lobos son criaturas espeluznantes, con cuerpos semi humanos, pero de aspecto pálido, aun mas que las criaturas nocturnas chupa sangre, era como si casi su piel lechosa fuera a transparentarse, de sus largos dedos huesudos salían unas garras gig
—¡Aaaaaaaah!— Gritó desesperada incorporandome. —¡Siria! ¡Cálmate, aquí estoy!— Informa Casius quien aparece por la puerta de la habitación. —¡Los mató, a todos los mató!— Sollozo desconsolada. —¡Cariño cálmate! Solo tuviste una pesadilla— Declara la bestia mientras me abraza con fuerza. Me duele la cabeza y siento náuseas, mi corazón va a toda prisa y siento que me falta el aire. Dios, no se que rayos ocurre conmigo, eso se sintió muy real. —¿Dónde estoy?— Indago a media voz. —Estas en mi habitación— Responde el pelinegro terminando nuestro abrazo y sentándose frente a mi. —¿Dónde está mi madre? —Justo ahora está en las mazmorras con Morgana, fueron a ver a Lucas— Informa Casius encogiéndose de hombros. —¿El está encerrado?—Inquiero preocupada. —Si, luego de lo que te hizo y que atacó a tu madre, tomé la decisión de encerrarlo. Sigue comportándose extraño e irracional— Musita. —Esta bien… no lo saques de allí bajo ninguna circunstancia— Ordeno frotándome el rostro con brusq
—Narra Siria— Después de cenar, Casius y yo le dimos la noticia a Morgana y mi madre, dejándolas a cargo de todo por unos días, incluyendo los cuidados de Lucas, los cuales Morgana asumió sin pensarlo dos veces. Luego Casius y yo empacamos nuestras maletas y nos acostamos a dormir en su habitación —¿Estás segura de traerlo con nosotros?— Pregunta Casius con cara de pocos amigos. —Por supuesto que si, no puedo dejar a Snowball aquí solo, el necesita de mi. Además, se supone que tú querías ser como su padre ¿No? Así que ahora te aguantas y cuidas de él— Farfullo para luego apagar la luz y acurrucarme sobre su pecho. (***) El Sol se filtra a través de las persianas, iluminando suavemente la habitación de Casius, finalmente hemos pasado nuestra primera noche como marido y mujer desde que nos casamos. Yo desperté con una sonrisa plasmada en mi rostro, recordando la hermosa escena romántica que habíamos tenido el día anterior, con la cuál soñé toda la noche. Aunque nuestro matrimonio ha