En menos de una fracción de segundo, la habitación se convirtió en un total caos, antes de poder darme cuenta, las filosas garras de Lucas se habían impactado contra mi cara haciéndome girar sobre mi eje para intentar protegerme, pero fue demasiado tarde, ya había alcanzado a rasgar la fina piel de mi rostro provocando que tres líneas de sangre comenzaran a recorrer mi mejilla inmediatamente. Casi como si el olor a sangre hubiese desatado a la bestia salvaje que vive dentro de Casius, este perdió la cabeza por completo abalanzándose con furia sobre el cuerpo de mi agresor, golpeándolo incesantemente como si eso pudiera borrar de mi cara las heridas transfiriéndolas al rostro de Lucas.Tardé unos segundos en reaccionar, no podía creer que mi mejor amigo, ahora mi hermano, hubiera sido capaz de lastimarme de esta manera, si bien sé que había estado actuando muy extraño últimamente, jamás hubiese creído que fuera capaz de hacerme daño y mucho menos atacarme de esa manera con toda la int
—¡¿Qué?!— Bramo alterada.—Conserva la calma por favor, creo saber lo que está ocurriendo, ¿Por qué no vamos a la cocina, nos tomamos un té y nos sentamos?— Farfulla Solaria levantando ambas manos en son de paz.—¡No quiero ningún té! ¡Necesito respuestas ahora mismo!— Grito desesperada, haciendo relucir mis ojos licántropos.—Siria, te pido que conserves la calma— Exige la castaña —Sé que estás asustada, pero debes darnos la oportunidad de explicarte el porqué de todo esto.(***)Sara, Solaria y yo nos encontramos en su enorme cocina, Solaria está sirviendo el té, mientras Sara sirve galletas en un plato y las coloca en la barra de cuarzo frente a mi. Las tres guardamos silencio, ellas se enfocan en los suyo, mientras sus rostros revelan los tormentos de su mente, y yo no hago nada más que mirar hacia cualquier concentrando mi vista en la decoración, luces o plantas que me rodean con tal de evadir sus miradas penetrantes que se posan en mi cada dos o tres segundos, como si esperasen
—Narra Siria— Año 2030. Luego del té y las galletas, Solaria sugirió que fuéramos a dormir para tener suficiente fuerza al día siguiente, aunque por más que luche contra el insomnio toda la noche, no logré conciliar el sueño ni por un segundo. Cada vez que cerraba mis ojos venían a mi mente los flashes de la discusión con Lucas ayer. Recuerdo la ira en sus ojos, la fuerza incontrolable con la que golpeó a Casius y el odio ferviente que despedía por sus poros, sinceramente lo desconozco, ha perdido totalmente los estribos y no lo culpo. Se que crecer con Magnussen como su padre, fue algo muy duro para el. Su padre siempre le exigía de más, calificaciones, entrenamientos, carácter… cosas por las que un niño no debía preocuparse. Estoy consciente de que muchos niños son obligados a crecer y madurar antes de tiempo por circunstancias que tuvieron que atravesar, pero en el caso de Lucas, el fue empujado hacia la madurez temprana por su propio padre. Con razón lo odia tanto, creo que fue
—Corre— Ordena Sara. Cómo por arte de magia, dirigí mi vista hacia Snow y este de inmediato supo lo que pasaba por mi cabeza y saltó sobre mi, Sara me tomo del ante brazo y con un fuerte tirón me jalo hacia ella llevándome en dirección a las escaleras que conducían al sótano en el que habíamos estado midiendo la potencia de mis poderes en la mañana. No habíamos llegado a las escaleras cuando un grupo de criaturas tenebrosas atravesaron la entrada, giré mi vista para verlos, y la imagen que se presentó frente a mi se parece mucho al lobo que me había seguido en el bosque aquella vez, solo que estos son más feos y monstruoso, con un aspecto tan jodidamente aterrador que estará presente en mis peores pesadillas durante mucho tiempo. Los demonios lobos son criaturas espeluznantes, con cuerpos semi humanos, pero de aspecto pálido, aun mas que las criaturas nocturnas chupa sangre, era como si casi su piel lechosa fuera a transparentarse, de sus largos dedos huesudos salían unas garras gig
—¡Aaaaaaaah!— Gritó desesperada incorporandome. —¡Siria! ¡Cálmate, aquí estoy!— Informa Casius quien aparece por la puerta de la habitación. —¡Los mató, a todos los mató!— Sollozo desconsolada. —¡Cariño cálmate! Solo tuviste una pesadilla— Declara la bestia mientras me abraza con fuerza. Me duele la cabeza y siento náuseas, mi corazón va a toda prisa y siento que me falta el aire. Dios, no se que rayos ocurre conmigo, eso se sintió muy real. —¿Dónde estoy?— Indago a media voz. —Estas en mi habitación— Responde el pelinegro terminando nuestro abrazo y sentándose frente a mi. —¿Dónde está mi madre? —Justo ahora está en las mazmorras con Morgana, fueron a ver a Lucas— Informa Casius encogiéndose de hombros. —¿El está encerrado?—Inquiero preocupada. —Si, luego de lo que te hizo y que atacó a tu madre, tomé la decisión de encerrarlo. Sigue comportándose extraño e irracional— Musita. —Esta bien… no lo saques de allí bajo ninguna circunstancia— Ordeno frotándome el rostro con brusq
—Narra Siria— Después de cenar, Casius y yo le dimos la noticia a Morgana y mi madre, dejándolas a cargo de todo por unos días, incluyendo los cuidados de Lucas, los cuales Morgana asumió sin pensarlo dos veces. Luego Casius y yo empacamos nuestras maletas y nos acostamos a dormir en su habitación —¿Estás segura de traerlo con nosotros?— Pregunta Casius con cara de pocos amigos. —Por supuesto que si, no puedo dejar a Snowball aquí solo, el necesita de mi. Además, se supone que tú querías ser como su padre ¿No? Así que ahora te aguantas y cuidas de él— Farfullo para luego apagar la luz y acurrucarme sobre su pecho. (***) El Sol se filtra a través de las persianas, iluminando suavemente la habitación de Casius, finalmente hemos pasado nuestra primera noche como marido y mujer desde que nos casamos. Yo desperté con una sonrisa plasmada en mi rostro, recordando la hermosa escena romántica que habíamos tenido el día anterior, con la cuál soñé toda la noche. Aunque nuestro matrimonio ha
Tras la partida de Casius y Siria, me queda a mi la responsabilidad de atender mis tareas diarias, si no también, de cuidar de Lucas, quien se encuentra encerrado en una fría y húmeda mazmorra desde el día del ataque. Casius no ha querido entrar en razón, no se da cuenta o simplemente no le da la gana de darse cuenta que algo anda mal en él, esto no es normal, estoy segura que Lucas esta enfermo o algo le esta pasando. Entiendo que es peligroso, entiendo que ha lastimado a su esposa y suegra, y sepa dios que mas ha hecho antes de regresar aquí, pero no podemos cegarnos a la idea que en verdad lo que necesita es de nuestra ayuda y no de encerrarlo como si se tratara de un animal rabioso. Bajo las escaleras que llevan a las mazmorras y me dirijo hasta el lugar de su encierro. El alma se me quiebra tan solo de verlo en tan deplorable situación, sus ropas desgarradas y sucias, algunas heridas aun no han logrado sanar del todo a pesar de tratarse de un hombre lobo fuerte y en plena juvent
—Narra Siria— —No quiero dudar de tu criterio, pero estábamos diez mil pies de altura, ¿Cómo se supone que alguien saboteara el helicóptero si estábamos tan alto?— Inquiero dudosa. —Quizás alguien colocó una bomba, pero es imposible averiguarlo con el helicóptero destruido—Responde la bestia igual de confundido que yo. —Puede que solo haya sido una falla y estamos exagerando la situación debido a todo lo que hemos pasado— Digo acariciando su cabello para intentar calmarlo —¿Por qué mejor no descansamos un poco? —Mejor descansa tú, yo iré a la ciudad por unos nuevos teléfonos y algo de ropa. No tenemos nada que usar y necesito llamar a mis hombres para averiguar que pasó con mi helicóptero, tengo que llegar al fondo de esto— Espeta la bestia con sus ojos rojos iluminados. —¿Por qué te empeñas tanto en averiguar quién lo hizo? Simplemente fue un accidente— Farfullo exasperada. —Porque tu eres mi esposa y debo protegerte— Declara tan enojado que no me sorprendería si comenzara a sal