Capítulo 113
Empujé a la abuela Bernard.

Obvio, no con mucha fuerza, pues sabía que era una señora mayor.

Ella dio unos pasos hacia atrás.

Miguel corrió a ayudarla, con la cara llena de furia:

—¡Aurora, contrólate por amor a Dios!

¡Paf!

En ese momento, la madrastra de Mateo me dio una cachetada.

Me miró con desprecio y dijo:

—¡Te robaste algo de la abuela Bernard y todavía tienes el descaro de ponerte así! ¡Y encima le pegas!

Me llevé la mano a la cara, que me ardía, y la miré sin mostrar emoción.

Ella me dijo:

—No te hagas ilusiones, Michael se fue después de la fiesta. No esperes que venga a salvarte de esta, desgraciada.

—Es una vergüenza, te la pasas detrás de los hombres y ahora hasta le robas el brazalete a la abuela.

—No puedo creer que en la familia Cardot haya ladrones.

—¡Qué risa! Antes se creía mejor que Mateo y ahora mírenla, toda una rata.

—Menos mal que la atrapamos, si no, vayan a saber cuántas cosas más habría sacado.

Los empleados empezaron a murmurar entre ellos, todos con tono bu
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App