Lumiere se acercó lentamente a Morgana, inclinándose para besarla, pero Morgana con agilidad coloca su mejilla, para darle el beso, todos los presentes celebran felices mientras que los recién casados se miran fríamente, Morgana lo abraza y se acerca el para que solo él pueda escuchar lo que tiene que decirle.
—Te recuerdo qué fue por conveniencia, aunque ahora estemos casados, ni creas que sobrepasaras mis cláusulas —dice Morgana en voz baja le sonríe forzosamente.
—Quizás algún día llegues a amarme —dijo Lumiere con la mirada retadora.
Los presentes se levantan para desearle lo mejor a la gran pareja y se escuchan aplausos por todo el salón. Ambos se colocan enfrente y se abrazan mostrando su felicidad. Después de escuchar a todos los presentes, caminan agarrados de la mano, en dirección a la salida, salen del salón y le entregan a Morgana un ramillete de rosas con una nota, Lumiere se despega de Morgana para saludar a algunas criaturas. Morgana en ese momento se aleja un poco del ajetreo y abre la nota, al leerla, lágrimas caen de sus ojos sin parar. Morgana cae desconsolada en el suelo.
“Felicidades por tu boda, mi hermosa luz, espero que seas muy feliz.
Con amor, tu valiente caballero.”
••••••
Mucho tiempo después.
Era un día muy nublado, las nubes grisáceas cubrían todo el reino, la princesa se encontraba en su ventana, viendo como las gotas de lluvia impactaban contra el vidrio de su ventana. Miraba nostálgica el cielo mientras se agarraba su vientre, cada vez más visible.
—Raro, lloviendo en primavera, hoy no quiero salir de mi cama. Ni atender ningún deber Real. —Dijo Morgana. — Estos días no tengo ánimos de nada, que pesar.
Morgana se recuesta en su hermosa cama, para luego seguir mirando por la ventana, estaba tan triste, aun no podía sacarse de la cabeza la nota que le había mandado su valiente caballero, después de un par de horas navegando es la desdicha de sus pensamientos; repentinamente tocan la puerta, Morgana por la interrupción se molesta y suspira pesadamente, rodando los ojos. Acomoda su cabello un poco desarreglado para recibir la visita.
—Adelante— dice Morgana.
—Buenos días, Morgi— Dice Fark abalanzándose sobre ella dándole un abrazo.
—Buenos días, Fark, que sorpresa—dice Morgana mientras le sonríe y recibe su abrazo gustoso, —me alegra mucho verte, amiga.
—Morgi, te tengo un recado—dice Fark.
Morgana la mira con el ceño fruncido en son de confusión, Fark le sonríe amablemente y se sienta junto a ella y le toma de las manos. Esto hace que Morgana se remueva un poco de su lugar, para prestarle toda la atención posible a Fark. El gnomo se acerca a Morgana lentamente hasta llegar a su cuello y le dice.
—Tú sabes quién me mandó a recitarte estas lindas palabras— dice Fark, carraspea su garganta dramáticamente y dice en un susurro. —Te espero en el lugar donde la belleza azul se une con la tierra.
Sin pensarlo dos veces, Morgana se levantó de la cama, pero en el momento que sus pies tocaron el suelo, sintió como su vista se nublaba y todo daba vuelta a su alrededor. Sintió la arcada de vomito venir, coloco su mano en su boca para prevenir un desastre. No pudo aguantarse por mucho, y corrió al lavabo a desechar su desayuno. Regresa junto a Fark, y se sienta en su cama para descansar.
—Morgui, ¿estás bien?, ¿te traigo algo?-—suelta Fark rápidamente— estas muy pálida, iré a buscar al anciano.
—No, no te preocupes, estoy bien, ya se pasara—dice Morgana mostrándole a Fark una gran sonrisa. —En este punto, ya es normal para mí, no vayas por nadie. Estoy bien.
—Está bien, ¿pero estás segura de poder ir, en esas condiciones?— pregunta Fark preocupada.
—Eso no lo pongas en duda- dice Morgana viendo a Fark fijamente— claro que iré, nada me detendrá. Tengo un recado para ti, dile “Donde seremos eternos”, puedes retirarte y gracias.
—Sí, mi señora. Lo haré—dijo Fark un poco dudosa—. Me retiro.
—Espera Fark, dile al brujo ese, que no me busque hoy—dice Morgana tomándole del brazo a Fark—. Invéntale algo, no sé, que estoy indispuesta por hoy, para que no venga a buscarme, eso es todo, ahora si puedes retirarte.
—Lo haré, mi señora, pero por favor… cuídese un poco más— dice Fark tomando el pomo de la puerta—. Cuando regrese enviare un té de yerbas para que pueda sentir se mejor.
—Me parece perfecto, muchas gracias Fark—dice Morgana un poco más feliz.
Fark sale de la habitación, dejándola completamente sola, se levanta suavemente de su cama, va directo a el cuarto del baño y se da una caliente ducha, para despejar un poco su mente; luego de la larga ducha va hacia el armario a buscar unas lindas prendas para la ocasión. De tantos vestidos fallidos, encuentra uno manga larga de color azul rey que le llega por las rodillas, cubre lo suficiente y no es ajustado para no lastimar a su bebe.
Va directo al tocador y coge unas bayas y polen, entre otros cosméticos y se pone los más natural posible pero muy hermosa a su parecer. Cuando termina toma unos botines hechos de piel de dragón y un chal del mismo material. Camina hacia el cuarto del baño y en su fuente de agua rosa, se echa un vistazo y se prepara para salir.
Camina apresurada por los pasillos del castillo para poder salir rápidamente y que nadie la pueda ver, pero en eso ve como Lumiere está cerca de la puerta principal. Obstruía su paso, así que tuvo que irse por el camino más largo, hacia la puerta trasera del castillo, tendría que caminar por unos minutos hasta poder llegar a la colina. Esto no le importó a Morgana.
— Celegrom, —dice Morgana feliz, corriendo hacia él— sabía que jamás me dejarías plantada.Camina hacia ella, la abraza fuerte sonríe y la abraza dulcemente.Le corresponde el abrazó y lo besa con pasión, como si él se le fuera a desvanecerse entre sus brazos.Felices por su encuentro sin ser precavidos de sus alrededores, detrás de los arbustos se encontraba Lumiere observando escuchando lo que decían la feliz pareja. —Te extrañamos —dice Morgana mientras unas lágrimas ruedan por sus mejillas. —También los extraño —dijo Celegrom mientras seca sus lágrimas con dulces besos.Se separan, sentándose en la hermosa alfombra de flores azules que le ofrecía la madre naturaleza. —Mi hermosa luna, —dice Celegrom — estaremos pronto en conseguir la victoria en esta guerra y regresare a tú lado.Lo mira esperanzada juntado sus manos con las de él. —Mi valiente caballero—dice Morgana dulcemente —. Ya han pasado dos meses, mi padre me obligó a casarme con Lumiere unas semanas después que te
—Oh no, padre. Está vez no. —dijo Morgana con voz fuerte.—Esposa mía —dice el rey Lumiere, mientras se coloca en su asiento con altivez, mirando a Celegrom en forma de victoria. — ¡Cállate, Lumiere! —grita la reina Morgana, y dirige su mirada hacia su padre retadoramente —. ¿Mi estado? No querrás decir...-No, pequeña —dice el rey Abaduel, bajando su mirada afligido —. Desde ese fatídico día, pensé que te perdería, eres lo único que me queda desde la muerte de tu madre.Camina hasta su padre, secándose las lágrimas con la manga de su vestido color violeta dándole un abrazo. El Rey se levanta de su asiento mirándola muy elegante.—La decisión está tomada —dice el rey Lumiere, en forma altiva.Morgana, mira con odio al dichoso rey, y camina planteándose al frente de él. —No estoy hablando contigo —dice la reina Morgana, asesinándolo con la mirada —, así que deberías limitarme y recordar que no bajaré mi cabeza ante ti.-Oh, disculpe mi señora esposa, no quise ofenderla —dijo el
Nuestra Pequeña Luna Capitulo VIII.Muy lejos de los esplendidos y pacificos reinos, en las afueras de las monumentales montañas de Magic Worns, en el frente central se ejecuta un plan para atacar a los terribles Orcos. Celegrom golpea la mesa, haciendo tambaliar la maqueta con esto caen las fichas de está al suelo.—Calma amigo— dice Tautt dandole una pequeña palmada en el hombro.—Con tantas prohibiciones es dificil— exclama frustrado Celegrom— ¿Como guiarlos a la victoria? —Encontraremos una forma, siempre lo hacemos— dijo Tautt colocando las fichas en los lugares corespondientes mientras lo observa detenidamente.—¿Qué haria sin tus consejos?— dice celegrom— y sin tu paciencia.—Jajaja por algo soy tu B.. —dijo Tautt para luego caraspear la garganta para corregir lo anterior —tu mejor amigo.Lo mira en forma de sospechosa camina hacia Tautt sonriendo le
Nuestra pequeña luna.Capítulo 9.Apesar de esa hermosa imagen surealista de su amada, el dolor se ha incrementado tornandose casi mortal y muy desgarrador para Celegrom.—Respira lentamente Celegrom— dice una voz dentro de su ser. —Pero ya, ¿Me puedes decir quién eres?— dijo Celegom, Exhalando lentamente—La historia de nuestro orígenes es larga y aún no éstas listo para escucharla— dice la voz dentro de su ser casi en susurro.—Sí, estoy listo cuenta la— exclamó Celegrom haciendo una muca de dolor.—No seas testarudo, aún no estas listo— dice la voz dentro de su ser. —Esta bien será en el momento que tú creas conveniente— dijo Celegrom escapándose le un pequeño quejido de dolor.—Buen chico, me presento ante ti mi nombre es Adael soy un lobo alfa— dice la voz del lobo Adael.—¡¡¡¿QUÉ?!!! —exclamó Celegrom anonadado mientras se soba las costillas.—Te explico tu y yo siempre hemos sido uno— dijo la voz del lobo Adael.—¿Siempre? ¿Dónde éstas? — preguntó Celegrom un poco descolocado
Mi Pequeña Luna. Capítulo 10.—Calla a el mocoso mi futura esposa— dice William.—Jamás seré tuya sarnoso— dijo Adelaila—. Y una pregunta, Cristal sabe que quieres robarle la luna a tú "mejor amigo". —¡Ohhh! eso es lo que me encanta de tí querida— dijo William—. Una mujer con carácter y no como la inútil de la Cristal, sabes lo único bueno de esa mujer es qué siempre está disponible para darme cachorros.—¡¡¡Eres un ser despreciable!!!.— exclama Adelaila, mirándolo con despreció—. ¿Cómo puedes referirte así a Cristal? tú luna, esposa y madre de tus cachorros.—Jajaja soy el desprendible William ¿No?— dijo William arrogantemente—. Cristal y todas las mujeres solo sirven para darme a mí, descendencia y así me convertiré en el gran Alfa.—Eres un asquerosa sabandija —dice Marcus escupiendole la cara—. Bestia sin corazón referirte así a lo más poderoso y hermoso de la creación me das a
—Disculpa si te hice esperar mucho—dijo ella—No te preocupes, por ti esperare esta y todas las vidas que sean necesarias. — le contesto él.—Mi padre quiere casarme con Lumiere para evitar otra guerra entre Bruwild y Ethernet. —dice ella suspirando pesadamente.—Esto no puede ser cierto —exclama angustiado. — no puedes casarte con él, ¿y nosotros que?—Lo sé, pero no puedo ir en contra de la palabra del rey y tú lo sabes bien—responde ella nostálgica—Por favor, no lo hagas— le rogo él.—Lo lamento querido, no tengo otra opción—le contesto ella. — pero antes de que me digas otra cosa necesito contar te algo.— ¿Que paso?, estas bien—pregunta el acercando se a ella angustiado.—La verdad es que no, no me he sentido muy bien últimamente—dijo ella bajando su cabeza.—Pero dime que ocurrió, sabes que siempre estaré a tu lado, pase lo que pase. —La mira preocupado y toma su mentón y le sube la cara son mucho cuidado. —sabes que eres lo único que me importa en esta vida, solo dime que ha
Después de unos par de segundos, se decide por ir al cuarto de baño, para darse una muy merecida ducha caliente; y gracias a los trabajadores de la caldera que sacan agua de los posos y la traen al palacio, luego la calienta con una criatura extraña y así llega hasta la habitación, otorgando les ese delicioso baño con aguas a su punto, es sorprendente lo que pueden inventar los enanos en estos últimos años. Gira la llave, pone el agua caliente a caer, mientras se desviste, se adentra a la ducha, deja el agua descender por su cuerpo mientras da pequeñas caricias a su vientre. Disfruta de ese pequeño momento a solas en completo silencio, mientras se termina de duchar.—Seremos uno, y eternos mi pequeña luna—dice ella para su bebe y sonríe tiernamente.Sale de la ducha, ya mucho más fresca y renovada, camina un poco directamente al guarda ropa, de tantos hermosos vestidos que habían en el, escoge un vestido color lila con encajes en la mangas y en los bordes del cuello, con unos detall
—Estando todos acá reunidos en esta hermosa mañana— empieza a decir el rey—. Por fin le podremos fecha a su compromiso...La princesa gira abruptamente hacia su padre, lo mira con desconcierto echa todo una furia.— Me gustaría— dice Lumiere mirando a la princesa amablemente.-que fuera la primera semana de primavera, claro, si la princesa está de acuerdo.La princesa lo mira y le sonríe de medio lado, asintiendo dulcemente, en forma de afirmación pero fue sarcástica.—Excelente —dice el rey, mirando a su hija en forma acusadora— Entre más pronto mejor, así evitaremos las habladurías y que tu error se empiece a notar.La princesa echa toda una furia, pega un puño a la mesa. Se levanta de golpe haciendo mucho ruido.—No toleraré que le digas error a tu propio nieto, padre— le reclama molesta la princesa.Interrumpen las mucamas para terminar de colocar los preparativos para el desayuno. En eso Fark se acerca con una jarra de zumo de cereza y le guiña un ojo a la princesa para que se c